Casado y Rivera se agarran a la economía para atacar la credibilidad de Sánchez

  • Los candidatos se lanzan a seducir a autónomos y pensiones con ofertas para reducir la factura a los primeros y subir las prestaciones a jubilados.
Fotografía Debate a cuatro A3Media / EFE
Fotografía Debate a cuatro A3Media / EFE

"Lo probable es que usted nos deje el país con una recesión y un 'lacito' para el rescate como hizo Zapatero, y espero que gobernemos nosotros para no llegar hasta allí". El candidato a la Presidencia del Gobierno por el Partido Popular, Pablo Casado, aprovechó el bloque económico para exprimir el 'track record' en materia económica de los gobiernos del PP y ponerlo en contraste con las dificultades atravesadas durante la gestión de los gobiernos socialistas. No fue el único aspirante en hacerlo. El candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, recordó el problema endémico de España con el paro -cuya tasa, dijo, duplica la media europea-, la precariedad del mercado de trabajo y el problema de temporalidad que afecta a miles de jóvenes para ilustrar la ineficacia de las recetas del Gobierno socialista, pero también de los Gobiernos del PP: "Si queremos que ocurran cosas distintas, debemos hacer cosas distintas", proclamó.

Pablo Casado y Albert Rivera se agarraron a la economía para atacar la credibilidad del Gobierno de Pedro Sánchez y cuestionaron su capacidad para conducir la economía a buen puerto, cuestionando las medidas adoptadas o simplemente propuestas por su Ejecutivo durante los diez meses de su 'minilegislatura' y advertir de las consecuencias que continuar por ese camino -casi bolivariano, según Pablo Casado; condicionado por las recetas económicas intervencionistas de Pablo Iglesias, según Albert Rivera-, para el futuro económico del país.

Pedro Sánchez repelió las acusaciones con cifras, reivindicando un ritmo de creación de empleo de cerca de 1.500 puestos de trabajo diarios, defendiendo la robustez de la economía e incluso con algún pequeño lujo asiático como sacar a colación que esta misma mañana Eurostat revisó a la baja el déficit de España en 2018, del 2,63% al 2,48% como prueba de su buena gestión económica. Una maniobra que tiene sus peros

También repelió los ataques con la promesa de lo que vendrá. Recordó las medidas adoptadas por el Gobierno para avanzar en la reducción de la desigualdad y la protección de los trabajadores, y se comprometió a continuar por ese camino. ¿Cómo? Blindado la sostenibilidad del sistema público de pensiones y la actualización de sus prestaciones en la Constitución Española y mejorando sensiblemente el trato a los autónomos, con los que se comprometió a implantar un nuevo sistema de cotización según los ingresos, es decir, abalanzándose hacia dos de los 'bancos de votantes' más relevantes: pensionistas y trabajadores por cuenta propia.

El candidato de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, recordó en ese punto que si los españoles quieren que un gobierno socialista cumpla con todas esas promesas lo que tienen que hacer es votar a su partido "porque está demostrado que somos los únicos que podemos garantizar que esas medidas se pongan en marcha". Y luego recitó todo el conjunto de medidas que el PSOE pactó con Podemos en el acuerdo de legislatura y que posteriormente no puso en marcha por unos motivos u otros.

El debate del empleo

Al contrario de lo que sucedió en el debate del lunes, los candidatos sí hablaron del paro en el debate de este martes. Pedro Sánchez justificó la desaparición de la propuesta de revertir la reforma laboral del programa socialista por su intención de crear un nuevo Estatuto de los Trabajadores sobre tres bases: tres nuevos contratos, uno fijo, otro temporal y otro formativo; reforzar la causalidad de la contratación temporal; y lucha contra la explotación laboral.

El candidato del PP, Pablo Casado, renovó su compromiso de crear dos millones de empleos durante la legislatura sin ninguna medida específica para conseguirlo más allá de la reducción de impuestos y de la presunta capacidad ya demostrada por su partido para conseguir generar empleo de forma generosa. El candidato de Ciudadanos, Albert Rivera, sí puso propuestas encima de la mesa: un contrato único -muy contestado por el presidente del Gobierno- "para que todas las personas entren al mercado laboral en las mismas condiciones", medidas para los autónomos y un compromiso: que no se conformará con que España siga siendo la campeona de Europa del paro.

Pablo Iglesias abogó por reforzar los controles sobre los contratos temporales, dejándolos solo para casos muy específicos y con una duración mínima de un mes y una máxima de seis meses; atacar el fenómeno de los falsos autónomos; subir más el Salario Mínimo; y actuar contra la brecha salarial de género.

Respecto a los impuestos, el debate diferenció a los que consideran que hay que bajar los impuestos (PP y Ciudadanos), de los que entienden que hay que subirlos a las grandes empresas y los grandes patrimonios (Unidas Podemos, de manera más decidida, y PSOE). En pensiones, el PSOE y Unidas Podemos manifestaron su intención de blindar el sistema público de pensiones en la Constitución y garantizar la revalorización de las pensiones, Ciudadanos echó la mirada más hacia adelante para impulsar la natalidad como mejor manera de blindar el sistema público y el PP defendió la reforma aprobada en 2013 y recordó que también ha servido para revalorizar las pensiones durante estos años.

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