Cataluña pierde la batalla económica con Madrid (y el 'procés' es el gran culpable)

CATALUÑA MADRID
CATALUÑA MADRID

Si las previsiones del consenso de analistas no fallan, este será el año en el que se producirá el histórico 'sorpasso' de la Comunidad de Madrid a Cataluña como líder de la economía nacional. Pero a la espera de que esto se plasme en las estadísticas oficiales de contabilidad regional del INE, hasta cuatro indicadores certifican que la hasta ahora locomotora de España ya ha perdido la batalla, arrastrada por el proceso soberanista. Cuando se han cumplido dos años de la celebración del referéndum ilegal de independencia del 1 de octubre, el análisis pormenorizado de los datos macro refleja que a la economía catalana le iba mejor sin el 'procés'. 

Empezando por el indicador macro por excelencia, el Producto Interior Bruto (PIB) que mide toda la actividad generada por una economía. Es un hecho que Cataluña crecía más que Madrid y más que el conjunto de España hasta el tercer trimestre de 2017, justo antes de la consulta que desató la inseguridad jurídica y el caos económico en la región. El punto de inflexión que muestra el gráfico que acompaña estas líneas es incontestable. A partir de entonces, ambas comunidades autónomas siguieron caminos radicalmente opuestos. Mientras la capital vio crecer su PIB a ritmos cercanos al 4% durante todo 2018, la economía catalana hundió su avance hasta el entorno el 2%.

Según los últimos datos de contabilidad regional del INE, el peso real de la economía catalana en 2018 se situó en 231.277 millones de euros, lo que supone el 19,1% del PIB español; mientras que el valor aportado por la Comunidad de Madrid supuso el año pasado 230.018 millones de euros, el 19% de la economía nacional. El 'sorpasso' está a punto, tal y como pronostica el consenso de analistas de Funcas, que proyecta para este 2019 una tasa de crecimiento anual del 2,8% para Madrid, frente al 2,1% de Cataluña.

En lo que va de este año también se observa ya un mejor desempeño de la economía madrileña, que creció en términos interanuales un 2,8% y un 2,6% en el primer y segundo trimestre, respectivamente. Mientras, el PIB catalán registra alzas más débiles, del 2,3% y el 2,1%. Así lo certifican los datos aportados por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que utiliza una metodología de estimación propia a partir de la información avanzada por el INE. Cataluña, por tanto, está experimentando antes la desaceleración que afecta ya al conjunto de la economía española. 

En cuanto al empleo, aquí también se deja sentir el frenazo de manera más considerable en la región catalana que en Madrid y en el resto de España. Los últimos datos difundidos por el Ministerio de Trabajo  relativos al pasado mes de septiembre no dejan lugar a dudas: mientras los afiliados a la Seguridad Social crecieron un 2,4% a nivel nacional y hasta un 3,1% en la capital, lo hicieron solo un 2,2% en Cataluña. 

Para poner las cifras en perspectiva, hay que tener en cuenta que antes del 1-O, con los datos comparables de septiembre de 2017, Cataluña creaba empleo a mayor ritmo que su rival en la batalla económica. En concreto, la variación anual en el mes previo al estallido del 'procés' en la región era del 3,9%, ligeramente superior al 3,8% de Madrid y muy por encima del 3,5% del conjunto del mercado laboral español. Con todo, la tasa de paro catalana entonces era del 13,2% y ahora es del 11,17%, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre, que confirma también que los madrileños sufren menos paro: un 10,5%.

La capital acapara la inversión

El tercer indicador que demuestra la fortaleza de la economía madrileña frente a la catalana es la inversión extranjera. Aquí la capital es líder indiscutible. Mientras Cataluña no ha hecho más que perder peso en la inversión productiva en España (IED excluidas las ETVE, entidades de tenencia de valores extranjeros) hasta suponer apenas el 6%, la Comunidad de Madrid acapara el 85% de los flujos internacionales. 

Según los datos de la secretaría de Estado de Comercio, la inversión extranjera directa en términos brutos se desplomó en Cataluña desde los más de 8.200 millones de euros de 2016 a 3.400 millones en 2017 y 3.000 millones en 2018. En la capital pasó en el mismo periodo de 11.600 millones de euros a casi 17.000 millones y a nada menos que 41.600 millones a cierre del año pasado.

Los empresarios catalanes advierten de que en estos momentos permanecen paralizados grandes proyectos de inversión de empresas multinacionales en la ciudad condal. Porque lo que más asusta al dinero es la inseguridad jurídica y prueba de ello es que las entidades financieras asentadas en Barcelona llegaron a perder más de 30.000 millones como consecuencia de la Declaración Unilateral de Independencia (DUI). Los bancos aún deben recuperar 12.500 millones de euros en depósitos bancarios para alcanzar el saldo previo a la celebración del referéndum.

Radiografía Cataluña
 

La desconfianza provocó la fuga de empresas de la talla de Caixabank, Banco Sabadell, Naturgy, Abertis, Cellnex, Colonial o Catalana Occidente. Y aquí llega el cuarto gran indicador que demuestra que por culpa del desafío independentista al Estado Cataluña ha perdido la gran batalla por el liderazgo de la economía nacional. Según los datos del Colegio de Registradores, desde 2017 han huido de la región 5.454 empresas y más de la mitad (2.939) han elegido como destino la capital del país. Madrid ha ganado en el mismo periodo 6.031 empresas, por 3.564 que se han ido. A Cataluña solo han llegado 1.374.

Y un último apunte: aunque en términos globales Cataluña cuenta con más empresas que Madrid (675.710, frente a 520.944, según los datos de Informa), las que se asientan en la capital son compañías de mayor tamaño y, como resultado, en conjunto facturan más del doble. En concreto, la facturación madrileña ronda los 700.000 millones de euros, en comparación con los 300.000 que suma Cataluña.

Mostrar comentarios