Reunión en Cataluña

ERC exige garantías al Gobierno para "descongelar" la relación tras Pegasus

La consellera de Presidencia de la Generalitat ha remarcado que la mesa de diálogo no se retomará hasta que acabe el conflicto político. 

Laura Vilagrá y Félix Bolaños
Laura Vilagrá y Félix Bolaños
Europa Press

La Generalitat de Cataluña perdona, pero no olvida el caso Pegasus. Tras un cara a cara de más de dos horas entre el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y su homóloga en el Govern, Laura Vilagrà, con el que el Gobierno central pretendía retomar la relación con uno de sus socios clave de investidura, desde Cataluña han querido dejar claro que todavía no se han descongelado las relaciones institucionales, "aunque era importante" que este encuentro se llevara a cabo, ya que no "se dan las condiciones para ello". 

Esto no ocurrirá hasta que no se produzcan varias condiciones, entre ellas, el final del conflicto político en la región que dura la celebración del referéndum ilegal de 2017. Entre las condiciones para "restablecer esas relaciones institucionales", la Generalitat reclama al Gobierno iniciar "un proceso para abrir una agenda de desjudicialización del conflicto que debe concluir con una agenda antirrepresiva", que permita restablecer una "confianza mínima" y retomar las negociaciones entre ambos ejecutivos, cuya relación dista de estar por ahora "descongelada". En todo caso, la diputada de ERC ha precisado que buscará una solución por la vía diplomática.

Según la Generalitat, el encuentro tenía el objetivo de abordar la situación de bloqueo en las relaciones entre ambos gobiernos, como consecuencia de la crisis por el espionaje político con Pegasus, pero también la "acumulación" de otros hechos que han "deteriorado aún más la confianza", como la baja cifra de inversiones del Estado en Cataluña el año pasado, un 35% de lo presupuestado. Aunque ha dejado claro que "no hay motivos para hablar de descongelación o normalización" de las relaciones, el Ejecutivo de Pere Aragonès es consciente de que "los problemas no se solucionan solos" y que es necesario sentarse a hablar. 

"Hemos retomado las conversaciones para trabajar para establecer garantías y condiciones nuevas que generen confianza mínima para restablecer las relaciones institucionales y el proceso de negociación", ha afirmado Vilagrà. Ante esa "desconfianza creciente y pérdida absoluta de credibilidad en el Gobierno", la consellera ha instado a generar un "acuerdo marco del proceso de negociación", que en todo caso "no parte de cero", ya que ha recordado que hace justo un año se aprobaron los indultos a los líderes independentistas encarcelados.

Como hoja de ruta para ello, Vilagrà propone como línea a segur el informe del diputado Boriss Cilevics sobre el proceso catalán en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE), reclamando así aspectos concretos como la modificación del Código Penal en relación a los delitos de sedición y rebelión. También la modificación legal en relación al Tribunal de Cuentas, la paralización de los procesos judiciales abiertos contra miembros del independentismo o poner fin a las euroórdenes contra dirigentes independentistas, así como "profundizar" en la negociación entre gobiernos e incluso crear grupos de trabajo paralelos.

"Nos parecería importante abordar estas cuestiones en próximos días y meses. Espero que buena parte de estas propuestas sean incluidas en estas garantías", ha apuntado. "El Gobierno debe decidir si está dispuesto a generar condiciones indispensables para que exista una negociación o no". Y sobre si este encuentro desbloquea la mesa de negociación Estado-Generalitat, Vilagrà ha avisado de que ésta solo se reactivará cuando se asegure que vaya a tener "resultados". "Hasta que no haya estas garantías sobre la mesa y no establezcamos cuál es el nuevo marco de relaciones, no se va a producir", ha sentenciado.

Pero aquello fue un primer paso al que le deben seguir muchos más, ha dicho Vilagrà, que ha explicado que en la reunión de este martes ambos gobiernos han acordado trabajar en esas garantías, además de celebrar un encuentro entre los presidentes de Gobierno y Generalitat "antes de que acabe el ciclo político", es decir, antes de las vacaciones de verano. Vilagrà ha admitido que no se ha concretado fecha y que se deben cuadrar agendas, pero se ha mostrado convencida de que la reunión se producirá. "No tengo dudas de que será así", ha aseverado.

Por su parte, Bolaños ha destacado el cierre de un acuerdo con la Generalitat para crear una metodología para el funcionamiento de la mesa de diálogo, que se va a trabajar en las próximas semanas y servirá como guía para abordar el diálogo entre las dos administraciones en los próximos "meses y años". Al ser cuestionado sobre si establecer unas pautas para el funcionamiento de la mesa supone una vuelta al inicio, dado que esta ya se ha reunido en dos ocasiones -una con Quim Torra como presidente de la Generalitat y la última ya con Aragonès-, el ministro se ha limitado a afirmar que tan importante como el contenido de las reuniones es la metodología con la que se llevan a cabo. Sobre la próxima reunión entre Sánchez y Aragonès, Bolaños ha indicado que se producirá tan pronto como las agendas de ambos lo permitan y ha recordado que la del presidente del Gobierno es muy intensa en las próximas semanas. Sin embargo, Laura Vilagrá ha concretado que espera que esta se produzca en el mes de julio, antes de que acabe el curso político.

Discrepancias patentes

Por otro lado, Bolaños también ha admitido que en el encuentro con la consejera catalana se ha puesto de manifiesto las discrepancias entre ambas administraciones respecto al espionaje a independentistas con el programa 'Pegasus'. Bolaños no lo ha mencionado expresamente y se ha referido al asunto como "las informaciones aparecidas en The New Yorker" y ha relatado que ha explicado a Vilagrà todas las acciones que ha adoptado el Gobierno: el control interno del CNI, la información que le han facilitado al defensor del Pueblo y "otras medidas" en la línea de esclarecer los hechos.

Sin embargo, ha reconocido que para su interlocutora "no ha sido suficiente" y por tanto, existen "discrepancias" entre los gobiernos, a pesar de que considera "bastante contundentes" las actuaciones que han llevado a cabo. Así, ha indicado que esa parte se ha quedado en una explicación mutua de cuáles son las posiciones y donde persisten las diferencias. El ministro ha calificado la reunión como "cordial, sincera y constructiva" y ha manifestado que con este encuentro retoman las relaciones políticas e institucionales entre ambos Gobiernos que se habían visto "afectadas" por informaciones recientes. "Retomamos el horizonte de diálogo que siempre hemos defendido y reivindicado", ha señalado.

Sin embargo, Vilagrà ha subrayado que "en este momento no se descongela la mesa de negociación" pese a que se haya cerrado este encuentro entre ambos presidentes porque considera que "no existe una relación normalizada" entre ambos Ejecutivos, el catalán y el central. Según ha apuntado, el Gobierno de Cataluña "está trabajando" para que haya unas garantías que finalmente acaben derivando en la celebración de esta mesa de negociación, que lleva sin reunirse desde el pasado mes de septiembre en Barcelona.

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