Perfil | Joaquim Forn, el conciliador que apoyó la declaración de independencia

El conseller d'Interior, Joaquim Forn.
El conseller d'Interior, Joaquim Forn.
GOVERN - Archivo

Rebelión, sedición y malversación. Son los delitos que se le imputan a Joaquim Forn en la causa que juzga a los 12 líderes catalanes por el referéndum y la declaración ilegal de independencia de 2017. Exactamente la misma implicación que a Oriol Junqueras y que, pese a ser consciente de la gravedad de los hechos, decidió continuar impulsando una votación fuera del amparo de la ley. 

Joaquim Forn Chiariello, nació el 1 de abril de 1964 en Barcelona, está casado con Laura Masvidal y es padre de dos hijas que pasan ya la veintena de primaveras. De complexión fuerte y rozando el 1,90 de estatura, se ha convertido en uno de los estandartes del independentismo catalán durante los últimos años. 

Un hombre forjado en la política autonómica y municipal y que, pese a su contundente discurso, aquellos que lo conocen -adversarios incluidos- dicen de él que es una persona respetuosa, amable y conciliadora, según fuentes que cita 'El Periódico'. 

De Barcelona 92 a los atentados de 2017

Se licenció en Derecho por la Universidad de Barcelona en 1989. Más tarde, durante Barcelona 92, Forn se empeñó en la catalanización de los Juegos Olímpicos. Con campañas como 'Freedom for Catalonia', de la mano del grupo Acciò Olímpica, y que realizó junto a Oriol Pujol i Ferrusola o Marc Puig, consiguió volver a poner la independencia de Cataluña en el punto de mira de la actualidad político-social del país. 

Desde 2007, ejerció de portavoz del Grupo Municipal de la extinta CiU. Y durante el mandato del alcalde Xavier Trias (2011-2015) fue primer teniente de alcalde de la ciudad. Etapa que le valió para ocupar la presidencia de TMB (Transportes Metropolitanos de Barcelona) y la vicepresidencia del Consejo de Administración de la ATM (Autoridad del Transporte Metropolitano).

Hombre cercano a Artur Mas, en julio de 2017 fue nombrado Consejero de Interior del Gobierno catalán. Su papel fue determinante en la gestión de seguridad y emergencias en respuesta a los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de ese mismo año.

Su estancia en prisión

Durante su estancia en la prisión de Soto del Real, Forn efectuó una huelga de hambre que duró 17 días. El fin a este ayuno llegó porque los expresidentes del Parlament y la Generalitat, le pidieron que dejara la protesta para "salvaguardar" su derecho a la vida y a la salud.

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