El Gobierno se encuentra preparando el relevo en la dirección del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). El equipo de Pedro Sánchez considera que se aproxima el momento de dar un vuelco a la cúpula de los servicios secretos y ya ha movido fichas para nombrar al sucesor de Félix Sanz Roldán, que llegó al cargo en 2009 durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y que Mariano Rajoy mantuvo durante su legislatura y media. La sustitución se producirá tras el jaque al Gobierno motivado por los audios filtrados del comisario Villarejo con la ministra de Justicia, Dolores Delgado.
Moncloa y Defensa, ministerio del que ahora depende el CNI, están preparando en este final de año un relevo que se antoja clave en la estructura del Estado. Según afirman fuentes cercanas a la cúpula del Gobierno, la sustitución de Sánz Roldán se efectuaría durante los primeros meses del próximo año, a pesar de que el mandato del general culmina en el mes de julio.
Las mismas fuentes precisan que entre los planes del Gobierno socialista se encontraría nombrar a una mujer como primera directora del CNI. Sería un golpe de efecto del Ejecutivo de Pedro Sánchez de cara a la opinión pública y encajaría con la estrategia gubernamental de colocar a mujeres en altos puestos de responsabilidad. Hay que recordar que Moncloa ya nombró como jefa de seguridad del presidente y del complejo oficial a una comisaria de Policía, María Marcos.
El CNI cuenta en la actualidad con una secretaria general, Paz Esteban, que ejerce como número dos. Antes de ella ejerció el cargo Beatriz Méndez de Vigo, hermana del que fuera ministro de Educación y portavoz del Gobierno del PP, y Elena Sánchez. Todas ellas fueron subalternas de Sanz Roldán pero nunca una mujer ha ejercido tan alta responsabilidad al frente de los servicios de Inteligencia.
Fuentes gubernamentales aseguran que el relevo en el CNI se está estudiando exclusivamente en Moncloa y Defensa. Descartan, por tanto, negociar un nombramiento de tal calibre con los socios parlamentarios y presupuestarios de Sánchez, Unidos Podemos. Insisten estas fuentes en que, a pesar de que la formación morada siempre ha anhelado colocar a alguien de confianza al frente de la Inteligencia, la elección del elegido o elegida será responsabilidad única del Gobierno socialista.
Unidos Podemos está presionando, por su parte, para que la nueva directora del CNI sea una mujer y para que, además, mantenga buenas relaciones con la formación morada. Fuentes de la dirección de la formación morada han afirmado, incluso, que su postura es proceder al relevo de Félix Sanz Roldán lo antes posible y que verían con buenos ojos un toque femenino en la nueva etapa.
El entorno de Sanz Roldán asegura, por último, que la intención del general es proceder a su jubilación cuando venza su mandato y que no descarta que, de mutuo acuerdo con el Gobierno, proceder a una salida pactada antes de esa fecha. En esta etapa cuenta en el Ejecutivo con una persona de su confianza, el director general de la Policía, Francisco Pardo, que fue secretario de Estado de Defensa mientras él era Jemad. Mientras el Gobierno decide su futuro, en el equipo del director se ha producido en las últimas semanas una baja sensible. Se trata de Sergio Sánchez, portavoz del CNI, que se ha incorporado a Telefónica.
Preguntadas por un cambio en la jefatura del CNI, fuentes cercanas a los servicios de Inteligencia aseguran que el centro "que es una refundación del antiguo CESID y que a su vez nació de la reconversión del SECED, es un servicio cuya 'madre' es la contrainteligencia y, en concreto, la contra revolución o contrainvolución. En cualquier caso, no se puede decir que sea un Servicio de Inteligencia como los famosos MOSSAD, CIA o MI6 ya que siempre ha volcado más recursos a 'jugar en casa' que en terreno hostil". Sobre el interés de Podemos de intentar controlar el servicio aseguran que el partido de Iglesias "no es ajeno a esta peculiaridad del Centro y sabe muy bien que controlar la cabeza de la Institución de la Cuesta de las Perdices, es controlar el país. Esto parece un mantra periodístico, pero es una realidad".
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