Externaliza el servicio por la Covid

El cambio del sondeo del CIS... sin papel, menos cercano y asistido por máquinas

El nuevo sistema telefónico permite el teletrabajo, agiliza la gestión de datos y las llamadas masivas, pero genera impaciencia en el entrevistado, no llega a los que no tienen teléfono y es más fácil el 'engaño'.

El CIS reduce un tercio sus encuestas para el próximo año tras perder medio millón de euros de presupuesto
El CIS realiza numerosos sondeos y ahora ha apostado por la tecnología, que facilita las cosas.

El pasado julio, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) decidía dar un importante salto tecnológico a la hora de realizar sus múltiples sondeos y entrevistas, incluido el siempre 'polémico' barómetro y su 'cocina'. El organismo que dirige José Félix Tezanos alquilaba por 76.400 euros a la pyme valenciana Tecsible un nuevo 'software' para la realización de encuestas telefónicas (CATI). El programa permite realizar sondeos masivos -si son necesarios-, reduce costes, aumenta la calidad de los datos  -que se pueden almacenar-, aunque también tiene algunas desventajas con respecto a los sondeos online o puerta a puerta.

En este tipo de encuestas, el entrevistador sigue un guión, previamente programado por el investigador, que le proporciona el  'software' durante la entrevista y que puede personalizarse dependiendo de las respuestas que va dando el  encuestado. En principio, con este sistema se evita que investigadores hagan una mala interpretación de los datos, que se registran de forma automática a medida que transcurre la conversación. Con esta decisión deja de lado el tradicional método de entrevistas personales en domicilios previamente seleccionados y con preguntas sobre un tema concreto que se recogían en papel. 

La pandemia del coronavirus ha sido en buena medida la responsable de esta decisión, pero también la falta de medios personales y materiales propios, como asegura el propio organismo en un certificado para justificar la última licitación efectuada. Este método también permite el teletrabajo, un asunto por el que el CIS ha apostado desde el principio y que el proceso de investigación sea rápido y eficiente. Sin embargo, la falta de teléfono dificulta que las encuestas lleguen a todo el mundo y pueden se interrumpidas de forma drástica al encontrarse con personas que están ocupadas o, simplemente, no tienen paciencia para llegar al final. 

La distancia entre entrevistado y entrevistador también puede provocar, según apuntan diversas páginas que 'venden' o dan información sobre esta tecnología, que el sondeado no se sienta a gusto y que finalmente sus respuestas no sean del todo sinceras. Además, el sistema telefónico provoca mayor tasa de rechazo y desconfianza que el cara a cara -el método es similar al de las llamadas de telemárketing- y resulta eficiente si los cuestionarios no son demasiado largos, porque los entrevistados acaban pidiendo que se acelere el final o directamente cuelgan el teléfono.

Los otros contratos

El pasado marzo, cuando ya se conocía la convocatoria de las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid, el CIS adjudicó un contrato valorado en 57.000 euros a la empresa valenciana Tecsible, la única compañía que se presentó, con el objeto de que le suministrase sus servicios asociados a la marcación de entrevistas telefónicas. La clave de la licitación era la tecnología denominada Computer Assisted Telephones Interviewing (CATI) -entrevista telefónica asistida por computadora-.

CATI es un sistema de sondeo a través de teléfono muy extendido -también se utiliza para telemárketing- y el Instituto Nacional de Estadística (INE), numerosas empresas privadas, llevan años utilizando. En él que el entrevistador sigue un guión proporcionado por la aplicación de 'software', lo que le aporta muchas posibilidades y le facilita la labor. El 'software' puede cambiar la dirección del cuestionario en función de las reacciones del encuestado y basándose en la información ya conocida sobre el participante, que es mucho y permite lograr el 'enganche' rápidamente y un alto nivel de colaboración. 

Este método permite la grabación y gestión automática de llamadas, escucha y monitoriza el trabajo y ha sido utilizado en los últimos barómetros electorales del CIS de cara a los comicios del 4 de mayo. El CIS, para justificar la compra, aseguraba en marzo que no dispone "de los medios materiales ('software') ni personales con un grado de conocimientos técnicos y especialización necesarios para la puesta en marcha y funcionamiento de un sistema de marcación telefónica que permita realizar estudios o encuestas a través de este modo de administración".

El sistema gestiona también la realización de las propias llamadas y permite la distribución del trabajo entre el equipo de encuestadores. Una vez realizadas todas esas tareas, la empresa -en este caso Tecsibel- entrega al CIS las grabaciones y son almacenadas "cumpliendo los requisitos de anonimización y protección de datos". Es por todo esto por lo que según reconoce el centro de investigación ha decidido externalizar el servicio.

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