La primera (y única) vacuna española aprobada para su fase clínica ha nacido en Amer, un pueblo de Gerona de unos 2.000 habitantes. Aunque el laboratorio Hipra, con sede en la localidad, donde nació y se crio Carles Puigdemont, siempre se ha considerado especializada en salud animal, ahora da el 'salto' a los ensayos en humanos tras el beneplácito de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS). Un 'paso' que solicitó hace apenas unas semanas uno de los equipos del CSIC que trabajan en la vacuna contra la Covid, el liderado por Manuel Esteban, y que le fue denegado. El equipo sigue evaluando el informe para optimizar sus pruebas para enviar una respuesta, y así poder dar pie a la Fase I, concedida a Hipra, en la que se prueba la tolerancia y la eficacia de las dosis.
Por su parte, y más allá del primer revuelo generado por la paralización de los ensayos, Esteban ha declarado que todo forma parte del procedimiento habitual y que la AEMPS ha hecho lo que debía hacer. Ahora, habiendo aprobado el 'examen' del órgano regulador para aplicar la vacuna en humanos, Hipra alienta a las demás líneas de investigación a formalizar los requisitos para iniciar las fases clínicas. Una noticia que ha alegrado a los científicos del CSIC ya que, lejos de la rivalidad, opinan que "cuantas más vacunas mejor". "Seremos más independientes. Porque cuando Pfizer o Moderna se han dado cuenta de que tienen la supremacía en el mercado, han subido el precio", afirma a La Información Vicente Larraga, uno de los investigadores del CSIC a la cabeza de una de las tres investigaciones para sacar la vacuna contra la Covid.
Como explica el mismo científico, la vacuna desarrollada por Hipra se compone de una fórmula base de proteína recombinante, obtenida de "dos cepas diferentes". Es una vacuna parecida a la lanzada por Novavax, que ya está en la Fase III, donde las pruebas de eficacia se prueban en un gran número de pacientes, y también es similar a la de la multinacional Sanofi, también en las mismas circunstancias. "Es un método clásico", explica Larraga, "el cuerpo de la persona vacunada reacciona a esa proteína y reconoce el virus". La vacuna que está desarrollando Manuel Esteban, paralizada por razones que aún se desconocen, es muy diferente. Se introduce el gen que produce esa proteína en un virus y se "utiliza el virus como vehículo".
En cuanto a financiación, la vacuna de Hipra ha sido seleccionada junto con otros 10 proyectos por la Comisión Europea para recibir fondos europeos e impulsar la investigación sobre la Covid y sus cepas. Un paquete total de 120 millones a repartir. En este sentido, la ministra de Ciencia e Innovación, Diana Morant, ha reafirmado, en una entrevista en la Ser, el compromiso del Gobierno con el laboratorio y la financiación europea recibida para su desarrollo, que ha sido gestionada por el Ministerio de Ciencia. Como explica la misma compañía en su web, tienen actualmente 2 líneas de investigación: la propia, de proteína recombinante, y otra "en colaboración con el Hospital Clínic de Barcelona basada en ARN mensajero".
Justo será el Hospital Clínic el que acogerá en unas semanas a los voluntarios de los ensayos del CSIC, que deben tener entre 18 y 39 años y no estar vacunados ni haber pasado el virus. Según la doctora Lorna Leal, del equipo de enfermedades infecciosas del Hospital Clínic, la respuesta de la gente ha sido "sorprendente" y ya hay 30 personas seleccionadas para el ensayo. La mitad se tratarán en el Hospitl Clínic y la otra mitad en Gerona, en el Hospital Universitari Dr. Josep Trueta. "El objetivo de esta primera fase es que todo sea seguro y valorando todo poco a poco", ha explicado Leal en RTVE. Cuando tengan los resultados y valoren que la respuesta inmune es exitosa pasaran los informes al órgano regulador oportuno para pasar a la Fase II. Esperan poder haber pasado todas fases a finales de 2021 e iniciar la distribución.
Por último, los investigadores del CSIC creen que "el único enemigo es el virus" y consideran que toda vacuna es bienvenida dado que no se trata de una competición. A la pregunta por la rapidez, Vicente Larraga apunta que con más financiación, se podrían "haber hecho las cosas más deprisa". Explica que en España hace falta un sistema de desarrollo científico "fuerte y engrasado", y que la pandemia ha llegado después de una "década infame donde se redujeron un 33% los presupuestos y los jóvenes se fueron en masa al extranjero". Augura que no será la última emergencia sanitaria y que la financiación, sobre todo, debe ser continuada. "España necesita a sus científicos", concluye. Su vacuna, desarrollada junto con Biofabri, espera estar lista en otoño.
