El Ingreso Mínimo Vital, uno de los grandes hitos de esta legislatura del Gobierno de coalición, se encuentra aún lejos de llegar a los potenciales beneficiarios para los que fue concebido. Apenas 500.000 hogares donde viven 1,3 millones de personas se benefician de esta prestación esencial más si cabe en la actual espiral inflacionista incrementada por la guerra en Ucrania. El Ejecutivo quiere llegar más lejos y por eso el Ministerio de Inclusión va a dar una vuelta de tuerca a su estrategia: se van a buscar posibles perceptores en comedores sociales.
Es el momento de pisar el acelerador. España entra en periodo preelectoral y los proyectos tienen que ir quedando definidos. El departamento de José Luis Escrivá tiene tarea por delante. Su objetivo es que a finales de este año los beneficiarios del Ingreso Mínimo alcancen los 600.000 hogares, en torno a 1,5 millones de personas. Es el horizonte que se han fijado para, a lo largo del próximo año, intentar llegar a los 850.000 hogares que se estimó cuando se aprobó la medida con una amplia mayoría parlamentaria.
Las reformas en la prestación que ha ido aprobando el Gobierno han ayudado a ampliar el número de beneficiarios. Pero hace falta más y por eso el ministerio ha decidido 'entrar' en los comedores sociales o en centros de reparto de ropa. El objetivo es intentar encontrar situaciones de especial vulnerabilidad, trabajando codo con codo con organizaciones sin ánimo de lucro. Los funcionarios se desplazarán a estos lugares donde puede haber nuevos beneficiarios de la prestación, apunta Inclusión. Lo harán en colaboración con organizaciones sin ánimo de lucro que trabajan en estos centros con los más vulnerables.
El IMV llega hoy a 500.000 hogares, lejos aún de la estimación inicial
El ministro Escrivá aseguró hace unos días en una entrevista con Efe que la agilidad para abonar el ingreso mínimo se encuentra en máximos: "Ya no hay apenas esperas desde que se solicita el IMV hasta que se cobra, de forma que actualmente estamos resolviendo favorablemente entre 5.000 y 6.000 solicitudes a la semana". Es una novedad importante, ya que hasta ahora los cuellos de botella eran habituales a la hora de tramitar la prestación. "Estamos haciendo todo lo posible por que esta ayuda llegue a quien realmente lo necesite", añadió.
Otra de las novedades destacadas de los cambios que ha ido haciendo el Gobierno en la gestión del Ingreso Mínimo afecta a los ayuntamientos. Y está dando sus frutos. Son los consistorios municipales quienes, probablemente, dispongan de mayor información y cercanía. Por eso los servicios sociales municipales trabajan ya en certificar situaciones de especial vulnerabilidad entre los vecinos. Por esta vía, según datos oficiales, ya se han concedido más de 30.000 solicitudes de Ingreso Mínimo.
El Gobierno también ha comenzado a colaborar con entidades mediadoras para compartir datos de potenciales perceptores de la prestación. En estos casos lo que se hace es enviar a estas familias o particulares un mensaje de texto a su móvil explicándoles que podrían percibir el Ingreso Mínimo e instándoles a completar la solicitud.
"Todas estas iniciativas nunca se han utilizado en España ni por las rentas mínimas preexistentes ni por otras prestaciones sociales", destacó Escrivá. El objetivo del Gobierno es que cada vez haya menos familias y particulares en situación de vulnerabilidad económica y social, una situación que ha agravado con el constante incremento de los precios.
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