El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha afirmado este miércoles que ver al dirigente de EH Bildu Arnaldo Otegui "siendo clave" para decidir los Presupuestos Generales del Estado (PGE), "que combatió desde un grupo terrorista", le produce "una sensación muy dolorosa". Una reacción con la que uno de los barones socialistas más relevantes marca distancia con el Gobierno de coalición del que forma parte su propio partido. Aunque quien ha sido más efusivo con el respaldo de los abertzales al proyecto de las cuentas públicas ha sido el vicepresidente segundo y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.
Ver a OTEGUI siendo clave para decidir los PGE, del Estado que combatió desde un grupo terrorista, me produce una sensación muy dolorosa. Por un lado de fracaso como país por no ser capaces de que sean irrelevantes. En lo personal iré a la farmacia a buscar un antiemético.
— Guillermo Fdez Vara (@GFVara) November 11, 2020
Les pedimos que participaran de la democracia como único camino y lo acabaron haciendo . Lo que nunca imaginé es que la política española por la negativa a llegar a acuerdos los hiciera importantes .
— Guillermo Fdez Vara (@GFVara) November 11, 2020
En varios mensajes en su cuenta de Twitter, el jefe del Ejecutivo extremeño señala que por un lado le produce sensación "de fracaso como país, por no ser capaces de que sean irrelevantes", y añade que "en lo personal iré a la farmacia a buscar un antiemético (medicamento que previene o reduce las náuseas y los vómitos)".
También indica que prefiere "que estén en las instituciones antes que matando, pero la memoria de las víctimas de ETA no se merece que sean relevantes en nuestras vidas. Es un fracaso colectivo". "Les pedimos que participaran de la democracia como único camino y lo acabaron haciendo. Lo que nunca imaginé es que la política española por la negativa a llegar a acuerdos los hiciera importantes", concluye.
Vara ha manifestado su descontento con el papel de Bildu en el anteproyecto de Presupuestos que lidera su propio partido el mismo día en el que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo defiende en el Congreso. Una crítica que sigue la línea marcada en el pasado por el presidente extremeño, que también mostró su desacuerdo a llegar a pactos con partidos nacionalistas catalanes.
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