Sánchez fracasa en la segunda votación y deja en la UVI la relación con Podemos

Sánchez e Iglesias Alta
Sánchez e Iglesias Alta

Pedro Sánchez ya es el único candidato a la investidura que ha fracasado en dos ocasiones. El líder del PSOE no ha conseguido los apoyos necesarios para convertirse en Presidente del Gobierno tras la segunda y decisiva votación de este jueves en el Congreso de los Diputados. Queda rechazada así su investidura, que decae, y ahora el Rey deberá abrir una nueva ronda de consultas (la Constitución habla de "sucesivas propuestas", artículo 99.4) para intentar acabar con el bloqueo político antes de que se cumpla la fecha límite: el 23 de septiembre. Si ese día no hay acuerdo las Cortes se disolverán y se convocarán automáticamente elecciones. 

Sánchez ha logrado 124 'síes' y solo ha sido capaz de sumar un voto positivo a su investidura casi tres meses después de las elecciones generales del 28 de abril, el del único diputado del Partido Regionalista de Cantabria. En contra, el líder de los socialistas ha tenido 155 'noes': los del PP (66 diputados), Ciudadanos (57), Vox (24), JxCAT (4), Coalición Canaria (2) y Navarra Suma (2). 

Unidas Podemos mantuvo la incertidumbre de su voto hasta el final. Los de Pablo Iglesias esperaban un acuerdo 'in extremis' que nunca llegó. Así, los 42 diputados morados decidieron abstenerse y anunciar a las 13:20 su decisión de no hacer presidente a Sánchez. A esta posición se sumó ERC (14), PNV (6), EH Bildu (4) y Compromís (1). En total 67 abstenciones, incluida la de Irene Montero -de baja por maternidad-, que abren un periodo de inestabilidad política aún mayor en nuestro país.

El candidato Sánchez había roto este miércoles por la tarde las negociaciones con Unidas Podemos. Lo hizo tras una hora y media surrealista, en la que ambos partidos se enzarzaron en un cruce de filtraciones sobre diferentes documentos que se manejaron en una negociación que ha durado más de dos meses y medio y que ha vivido cinco reuniones 'cara a cara' entre Sánchez e Iglesias y dos llamadas telefónicas, la última para dividir sus caminos ayer a última hora.

Las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos dejan heridas abiertas y una relación en la UVI, más si cabe tras un debate 'a cara de perro' entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Ambos partidos han demostrado que a día de hoy, más de cuatro años después de la irrupción de la formación morada, les separan grandes diferencias. Las dos formaciones de izquierdas han dejado con esta investidura fallida pasar una oportunidad histórica para conformar el primer Gobierno de coalición y de paso abordar medidas incluidas en el programa electoral de ambos partidos: seguir subiendo el Salario Mínimo Interprofesional (SMI), la reforma del sistema de pensiones, cambios en política fiscal o hacer frente a la emergencia climática, entre otras.

Sánchez arremetió con dureza contra Iglesias

El 'minidebate' de este jueves estuvo protagonizado por Sánchez e Iglesias. El candidato se subió a la tribuna sabiendo que iba a fracasar y lo que hizo fue arrancar su batalla por el relato con un duro alegato contra su rival. En su intervención culpó a Unidas Podemos de la falta de acuerdo y agradeció a ERC su abstención "a cambio de nada". También arremetió contra PP y Cs por su negativa a sentarse a negociar su abstención.

Algunas de las frases de Sánchez contra Iglesias que ya quedan para le hemeroteca fueron: "No conozco a ningún dirigente del mundo que considere una humillación" una vicepresidencia social y tres ministerios; "no han gestionada jamás un presupuesto"; "intento formar un Gobierno de personas competentes"; "sigue sin entender que hace falta un Gobierno coherente y cohesionado, no dos gobiernos"; "¿de qué sirve una izquierda que pierde incluso cuando gana?"; o "¿va a unir su voto a las derechas y la ultraderecha para que no haya un Gobierno progresista?"

El líder del PSOE aludió a los resultados del 28-A y del 26-M para afirmar que Podemos debería haber garantizado la investidura desde un primer momento y, a continuación, gobernar durante los próximos cuatro años en coalición. Sánchez ha hablado de "la histórica oportunidad que se desvanece" para que una fuerza más a la izquierda de los socialistas se incorpore por primera vez al Gobierno. 

Sánchez también ha aprovechado su última intervención desde la tribuna previa al fracaso de su investidura para denunciar que "el problema [de Iglesias] eran los ministerios". Afirmó que UP quería con sus propuestas controlar al Gobierno desde dentro del mismo, asumiendo el 100% de los ingresos de Hacienda y el 50% del gasto

La respuesta de Iglesias: las Políticas Activas de Empleo

Pablo Iglesias subió a la tribuna para responder a Sánchez con gran malestar, se le notaba en el semblante. Tuvo tiempo para lanzar una oferta de última hora, a la desesperada: "Renunciamos al Ministerio de Trabajo si nos ceden competencias en Políticas Activas de Empleo". Sánchez, mientras, negaba con la cabeza desde su escaño. Fuentes de Podemos afirman que fue una propuesta que se le hizo a los socialistas a última hora de la mañana y que fue rechazada.

Pablo Iglesias durante la segunda sesión de investidura
Pablo Iglesias, durante la segunda sesión de investidura / EFE

El líder de Podemos ha mirado a septiembre, dejando la puerta abierta a una nueva negociación: "Le vuelvo a tender la mano, no lleve a los ciudadanos a elecciones", pidió. También lamentó las filtraciones interesadas y aseguró que "una negociación de gobierno merece al menos no ser cutre". Reclamó "respeto" a sus socios.

Cuatro años de parálisis

La investidura fallida de Sánchez también supone que España continúe inmersa en un periodo de parálisis que ya dura cuatro años. Desde entonces, cuando Mariano Rajoy necesitó dos intentos de investidura para poder conformar un Gobierno en minoría, no se han aprobado las grandes reformas que necesita el país. Han sido cuatro años en los que los españoles han acudido tres veces a las urnas y en los que, por primera vez, ha triunfado una moción de censura.

Los partidos encaran a partir de ahora un verano de mayor parálisis. Es necesario que se recompongan las relaciones entre PSOE y UP o que PP y Cs protagonicen la llamada abstención patriótica. En el Congreso este jueves todos los grupos parlamentarios miraban a septiembre, un mes en el que todo se complicará aún más por la inminente sentencia del 'procés' y por la amenaza del Brexit. Los políticos se dejan los deberes sin hacer antes de irse de vacaciones.

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