La Minusma releva a fuerzas africanas con el objetivo de dar seguridad a Mali

  • La Misión integrada de Naciones Unidas para la estabilización de Mali (Minusma) tomó hoy oficialmente el relevo de las fuerzas africanas occidentales, con el objetivo de proporcionar seguridad al país y velar por el buen desarrollo de las elecciones presidenciales del 28 de julio.

Bamako, 1 jul.- La Misión integrada de Naciones Unidas para la estabilización de Mali (Minusma) tomó hoy oficialmente el relevo de las fuerzas africanas occidentales, con el objetivo de proporcionar seguridad al país y velar por el buen desarrollo de las elecciones presidenciales del 28 de julio.

Para oficializar el reemplazo, hoy tuvo lugar una ceremonia solemne en Bamako a la que asistieron dirigentes civiles y militares, diplomáticos y el secretario general adjunto de la ONU encargado de las operaciones de mantenimiento de la paz, el francés Hervé Ladsous.

La creación de la Minusma se aprobó el pasado 25 de abril y el Consejo de Seguridad de la ONU dio luz verde a su despliegue a finales de junio.

Con la incorporación de unos 6.000 soldados del contingente de la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (CEDEAO), la Minusma deberá contar con alrededor de 12.600 miembros, de aquí a finales de año.

En concreto, serán 11.200 soldados y 1.440 policías dotados de importantes medios, como helicópteros de combate y de transporte.

Soldados de numerosos países -entre ellos China, Bangladesh, Honduras, Suecia y Noruega- se integrarán en las filas de esta misión, que comandará el general ruandés Jean Bosco Kazura.

El despliegue de las fuerzas de la Minusma, en especial en el norte de Mali, debe comenzar en un plazo muy breve, a fin de facilitar el buen desarrollo de los próximos comicios presidenciales.

"El paso del testigo de la fuerza africana occidental a la Minusma es la continuación lógica del proceso de estabilización en nuestro país. Ello da tranquilidad y conforta los esfuerzos del Gobierno de transición en esta tarea", dijo el jefe de la diplomacia de Mali, Tieman Hubert Coulibaly, durante la ceremonia.

Pierre Bouyoya, responsable de las fuerzas africanas en Mali, dijo a Efe que este país sahelo-sahariano va por "el buen camino" para conseguir el objetivo de estabilización.

"Pero este objetivo pasa por la designación de un presidente que será elegido en las urnas", subrayó.

La primera vuelta de los comicios presidenciales está prevista para el 28 de julio y, si fuese necesario, la segunda ronda se celebraría el 11 de agosto, mientras que la campaña electoral debe comenzar en una semana, el 7 de julio.

En total, 36 aspirantes -entre ellos cuatro ex primeros ministros y dos mujeres- han presentado su documentación ante el Tribunal Constitucional para poder competir por la Presidencia del país.

Pero mientras para las autoridades de Malí es hora del optimismo en lo referente a la organización de la cita electoral, algunas voces expresan sus dudas sobre la posibilidad de que se mantenga este compromiso, al menos en los planos técnico y logístico.

Es el caso, en especial, del presidente de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), Mamadou Diamountinin, quien la semana palabra reveló la existencia de "deficiencias" que no permitirían el desarrollo de las votaciones en buenas condiciones.

El presidente de la comisión se refirió, en concreto, a la falta de inscripción de cerca de 1,5 millones de votantes, el retraso en la distribución de los carnés de electores y las dificultades para emitir el voto de los refugiados en Níger, Mauritania y Burkina Faso.

El jefe de la diplomacia de Mali salió al paso de estas advertencias y consideró que "el desarrollo positivo de la situación" en Mali permitirá organizar los comicios en la fecha prevista.

Sin embargo, quedan en el aire los eventuales daños que podrían cometer grupos islamistas armados a la imagen de Ancar al Din, Al Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) y Monoteísmo y Yihad en África Occidental (Mujao).

Tras haber ocupado el norte de Mali y sus principales ciudades (Gao, Kidal y Tombuctu) durante más de seis meses, estas organizaciones fueron expulsadas por el Ejército francés, que lanzó el 11 de enero pasado una operación bautizada "Serval".

No obstante, a principios de junio el propio secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reconoció que, si bien estos grupos han perdido la ventaja táctica, tienen aún "la capacidad de suponer una amenaza importante" para el norte de Mali.

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