La izquierda, partida en tres

Más Madrid contra Iglesias: "Si hubiera querido un pacto, habría llamado antes"

La formación que lidera Mónica García no contó con voces discordantes sobre la oferta del líder de Podemos y tuvo claro que quería ir en solitario. Una entrevista que concedió Iglesias molestó mucho. 

Los portavoces de Más Madrid, Mónica García y Pablo G. Perpinyà
Los motivos de Más Madrid: "Iglesias nos lanzó una opa que no era sincera"
Agencia EFE | Mariscal

La posibilidad de que hubiera una candidatura unitaria de izquierdas en las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid ha quedado descartada en apenas 24 horas. La decisión de Más Madrid de rechazar la oferta de Pablo Iglesias de acudir a las urnas con una lista única ha servido para que la partida electoral continúe según lo previsto y que apenas se alteren los planes de la marca que fundó Íñigo Errejón y que ahora lidera Mónica García. Hasta el punto de que apenas dudaron sobre si aceptar la oferta del todavía vicepresidente segundo de concurrir juntos. La dirección tuvo bastante claro en todo momento que se presentarían en solitario y con García como 'número 1'. Un planteamiento que respondía a que consideraban que el movimiento de Iglesias era "una opa" que "nadie se creyó del todo", según explican varias fuentes de la formación consultadas por La Información

La jornada del lunes que vivió Más Madrid estuvo marcada por la incredulidad. Ni Iglesias ni nadie de Podemos se puso en contacto con ellos para adelantarles lo que iba a hacer el líder morado. Esa circunstancia ya despertó los primeros síntomas de desconfianza en lo que acababa de ocurrir. La cúpula de García se enteró por los medios de algo que les afectaba directamente, ya que el vicepresidente de Derechos Sociales les citó expresamente para que se pusieran de acuerdo con él. Por lo que no sentó muy bien que el gran anuncio les pillara por sorpresa por todo lo que suponía para su viabilidad política, como admiten las fuentes consultadas. De hecho, tuvo que ser la propia García la que mandara el primer mensaje a Iglesias, aseguran estas fuentes. "Desde el principio no fue sincero. No sabíamos nada. Y de repente, la bomba", señalan.

Las reuniones de la dirección comenzaron desde el mediodía del lunes y se prolongaron hasta la mañana del martes, cuando García anunció en un vídeo que no iban a aceptar la propuesta de una única lista. Es en ese mensaje de algo más de tres minutos donde marcó mucha distancia con Iglesias. Algo que es evidente con las pullas que esta le dedica al que también fue su líder cuando ella militaba en Podemos. Por ejemplo, la frase de "Madrid no es una serie de Netflix" es un rechazo evidente a la maniobra de los morados de asimilar la salida del vicepresidente del Ejecutivo central a la serie francesa 'Baron Noir'. Tampoco gustó nada que se les intentara poner en el disparadero con el argumento de que había "un clamor" para llevar a cabo la unión de la izquierda. "Si hubiera querido un acuerdo de verdad, habría tanteado antes", sostiene un dirigente. 

Sin restar importancia a todo lo anterior, si hubo algo que realmente molestó en Más Madrid fue el momento en el que Iglesias puso sobre la mesa que se celebraran unas primarias para decidir si el cabeza de lista era él o Mónica García. "Esto fue directamente tratarnos por tontos", dice una fuente del partido, que recuerda que ese proceso habría estado condicionado por el mayor número de militantes que tiene Podemos con respecto a ellos. Algo que en la formación aseguran que recuerda a lo que ocurrió cuando la Izquierda Unida de Cayo Lara ofreció a Equo ir en una única candidatura para las generales de 2011. "Pablo era asesor de Cayo en aquellos momentos. A Equo le quisieron hacer lo mismo que a nosotros para aprovecharse de su posible rendimiento electoral", explican las fuentes con las que ha hablado esta redacción.

La idea de Iglesias de las primarias llegó durante la entrevista que concedió el lunes al programa 'El Intermedio', de laSexta. Una charla que, si bien no fue definitiva, ayudó a Más Madrid a apuntalar su postura de negarse a hacer una confluencia. "No fue determinante, porque insisto en que nadie se lo acabó de creer del todo. Pero está claro que sentó mal. Mónica lo ha dejado claro con su crítica sobre el machismo que desprendía todo", expone una de las fuentes. Otro de los motivos de la fuerza verde es "lo mal que cae Pablo en Madrid". "Aquí ha llegado de repente, y eso no perjudica a Ayuso. Solo compite contra nosotros", añade esta fuente. "Al final, esto lo hemos reutilizado para poner más atención sobre nuestra candidata. La opa de Pablo Iglesias nos ha servido para ajustar nuestra identidad", destaca otro dirigente consultado. 

Esta determinación de García y los suyos de ir en solitario a las urnas puede provocar que la campaña electoral se enrarezca entre la izquierda, como admiten ellos mismos. Lo que sí aseguran es que no serán ellos los que contribuyan a un choque dialéctico o político con Podemos. Ni siquiera a pesar de que entre los morados ya insinúen que Más Madrid no logrará el 5% de votos necesario para entrar en la Asamblea autonómica. "La campaña ya va a ser lo suficientemente dramática por lo embarrada que va a estar. No hemos hablado de ellos ni cuando estaba en duda que lograran diputados. Y estamos satisfechos de que vayan a conseguirlo", estima uno de los miembros del partido. Mientras que otro destaca que el que haya tres opciones (al contar con el PSOE) "puede ayudar a que ningún progresista y antifascista se quede sin la opción de votar a quien mejor le representará". 

Esta situación que se desencadenó el lunes 15 de marzo ha servido para rememorar la gran distancia que existe entre Podemos y Más Madrid. Las malas relaciones entre ambos vienen desde el nacimiento de estos últimos como una escisión de los morados. Lo que se produjo tras la decisión de Íñigo Errejón de plantear que una marca distinta a la de Iglesias fuera la que liderara a la izquierda en las elecciones municipales y autonómicas de Madrid de 2019. Giro de guion que acordó con la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena y sin informar a la dirección del ahora candidato de Unidas Podemos a presidir la autonomía madrileña, algo que acabó por romper las ya endebles relaciones entre Iglesias y Errejón. Aquel "Íñigo no es Manuela" es la frase que mejor resume lo que ocurrió en aquellos días.

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