Merkel no habló en G7 con Obama de investigación sobre escuchas a su móvil

Bruselas, 5 jun.- La canciller alemana, Angela Merkel, afirmó hoy que no ha abordado en los márgenes del G7 con el presidente de EEUU, Barack Obama, la decisión de la fiscalía alemana de investigar las escuchas de la NSA a su teléfono móvil.

"No, teníamos muchas otras cosas" que abordar en la cumbre de los siete países más industrializados, indicó Merkel en la rueda de prensa posterior a la segunda jornada de la cumbre del G7, formado por EEUU, Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Canadá y Japón.

La Fiscalía federal alemana anunció el miércoles la apertura de un sumario contra los servicios secretos estadounidenses por las escuchas a un teléfono móvil de Merkel, decisión que reabre un asunto que tensó las relaciones entre los dos aliados transatlánticos.

El Gobierno de EEUU ha pedido a Alemania recurrir al diálogo bilateral para plantear su inquietud sobre las actividades de inteligencia estadounidenses.

El asesor adjunto para seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, dijo en Bruselas que Washington cree "que la mejor manera de afrontar las preocupaciones que tiene Alemania sobre las actividades de la NSA es a través de un diálogo directo entre nosotros".

"Hemos podido entablar un diálogo a nivel de jefes de Estado y también tenemos canales de inteligencia para proporcionar e intercambiar información sobre nuestras actividades de inteligencia. Esa es la mejor manera que tenemos de construir confianza", añadió el asesor de Obama.

EEUU y Alemania tienen previsto celebrar a finales de este mes una sesión del "ciberdiálogo" bilateral que Obama y Merkel anunciaron durante su reunión en Washington a principios de mayo, con el fin de resolver la frustración alemana ante las revelaciones de espionaje divulgadas por el extécnico de la CIA Edward Snowden.

La revelación el pasado octubre de que un teléfono móvil de Merkel fue intervenido por la inteligencia estadounidense entre 2002 y 2012 irritó al Gobierno alemán, que llegó a amenazar con la expulsión de diplomáticos y más tarde trató de convencer a Washington de firmar un tratado de no espionaje mutuo.