'Operación Ibex': Calviño calma a la gran empresa ante el ruido por el pacto con UP

Isidro Fainé junto a la ministra Calviño este jueves en Palma
Isidro Fainé junto a la ministra Calviño este jueves en Palma
CEDE

'Operación Ibex'. Dícese de la estrategia puesta en marcha por el entorno de Pedro Sánchez para transmitir tranquilidad a la gran empresa ante el Gobierno de coalición con Pablo Iglesias que está conformando. Estrechos colaboradores del presidente en funciones han contactado en los últimos días con prebostes de las principales empresas para transmitir confianza. Para calmar el ambiente, en definitiva, ante lo que pueda pasar en la próxima legislatura.

Nadia Calviño está ejerciendo como punta de lanza de esta estrategia. Fuentes empresariales explican a La Información que la ministra de Economía en funciones ha descolgado el teléfono en los últimos días para establecer línea directa con la gran empresa. Bancos, especialmente, pero también energéticas han sido sus principales interlocutores al otro lado del aparato. Presidentes y consejeros delegados, esencialmente, aclaran.

Mensaje a transmitir: tranquilidad. No hay que temer al Gobierno que está conformándose entre PSOE y Unidas Podemos. No hay que alarmarse porque los socialistas van a seguir controlando la economía y el interlocutor con las grandes compañías va a seguir siendo ella: Nadia Calviño. Así se lo ha hecho saber directamente. No va a cambiar, por tanto, nada de la relación de tú a tú que se han mantenido hasta ahora.

Respecto a las políticas que se van a desarrollar el mensaje de Calviño ha sido claro. No hay por qué sembrar la voz de alarma porque los socialistas van a ser férreos en este terreno. De hecho Sánchez ha blindado la parte económica del futuro Consejo de Ministros y solo cederá a Podemos el área más social. Habrá, por tanto, algún guiño a los morados, pero nada por lo que alarmarse.

Otro mensaje que ha llegado desde el Gobierno en funciones a la gran empresa es que no habrá Ministerio de Vivienda y que esas competencias seguirán en Fomento. Eso descarta que Podemos pueda controlar este área e imponer decisiones como la limitación de los precios del alquiler. Esta decisión ha sido especialmente bien recibida en los bancos y fondos de inversión, según reconocen.

La cuadratura del círculo a esta relación entre el equipo de Sánchez y la gran empresa se completó, en parte, el pasado fin de semana. El sábado, el jefe de gabinete del presidente, Iván Redondo, acudió al palco del Santiago Bernabéu invitado por el club que preside Florentino Pérez. Su visita no pasó desapercibida entre algunos de los más importantes hombres de negocios. El equipo visitante fue lo que animó al que es mano derecha del jefe del Ejecutivo a estrenarse en estos ambientes: jugaba la Real Sociedad, de su San Sebastián natal.

Templadas las aguas con los empresarios, a Sánchez solo le queda cerrar los últimos flecos de su Gobierno de coalición con Iglesias. En ello están. Sin publicidad, con discreción, tirando esencialmente de teléfono rojo, con reuniones esporádicas pero efectivas. Hay optimismo. Ayer el propio Iglesias admitía que ese acuerdo podría ser efectivo antes de Nochebuena. Fuentes socialistas añaden que "aún queda".

Pero eso que les queda es lo más difícil: hacer girar a ERC de la abstención al no. Ayer, en la primera reunión entre los equipos negociadores, hubo algún avance y puntos en común. Los independentistas se mantienen de momento en el 'no', pero seguirán viéndose. La próxima reunión será el próximo día 3. De momento hablan de "diálogo constructivo". 

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