Tras las elecciones catalanas

El PSOE se moviliza para dar con otro 'efecto Illa' en Madrid y en Andalucía

La más que posible salida de Ángel Gabilondo para ser Defensor del Pueblo y el rechazo de Sánchez a que Susana Díaz sea candidata a la Junta andaluza motivan estos cambios. Paco Salazar, un 'fontanero' clave.

Salvador Illa Pedro Sánchez campaña
El PSOE se moviliza para dar con otro 'efecto Illa' en Madrid y en Andalucía
Agencia EFE

Con las elecciones catalanas ya superadas y con los Pactos de Estado para renovar las instituciones clave encauzados, en el PSOE ya piensan en el futuro electoral de algunos territorios que no gobiernan. El ejemplo a seguir va a ser el buen resultado que ha dado la candidatura de Salvador Illa en Cataluña, que a pesar de no tener casi opciones para gobernar ha permitido extraer varias lecciones. Entre ellas, que la presencia de un nombre contrastado con experiencia de gobierno y la caída de apoyos de Ciudadanos puede facilitar a los socialistas conseguir mucho más respaldo en las urnas que hace unos años. Por lo que ese 'efecto Illa' se quiere llevar a comunidades que están en manos del PP, como la Comunidad de Madrid y Andalucía. Unos movimientos que se empezarán a producir en breve, y con los que se quiere dar un lavado de imagen al partido en esos territorios, según señalan las fuentes consultadas por La Información

El primero de esos cambios se producirá en dos fases. Pero será inmediato y forzoso. Ocurrirá en Madrid, donde se espera que el actual portavoz del PSOE en la Asamblea, Ángel Gabilondo, sea designado como Defensor del Pueblo dentro de esa batería de acuerdos entre los socialistas y el PP en distintos estamentos. Las fuentes consultadas por esta redacción señalan que la portavocía en la cámara madrileña la asumirá el actual diputado José Cepeda. Este político veterano está muy bien considerado entre sus compañeros, ya que fuentes del partido le definen como "alguien que se mueve bien, que es listo y es hábil". Con el cambio, la dirección de la formación busca hacer una oposición mucho más agresiva a su gran rival, Isabel Díaz Ayuso. Pero eso no significa que Cepeda vaya a asumir el liderazgo de la formación.

"Se va a buscar todo lo posible otro 'efecto Illa' para la Comunidad de Madrid. El problema que existe es que aún queda mucho tiempo para las elecciones, que son en mayo de 2023. Por lo que no se espera que sea inmediato", explica una fuente socialista consultada, que señala que aún no se han puesto nombres sobre la mesa. Lo que sí apunta es que no será un desconocido o desconocida. Tampoco se hará una apuesta por un perfil parecido al de Gabilondo. Por lo que señala que hay que fijarse en los miembros del Consejo de Ministros del lado socialista o en otros perfiles con un cargo destacado que puedan ilusionar al electorado en Madrid. Y que también tendrá que ser capaz de convencer a quienes ya no están dispuestos a votar a partidos como Ciudadanos. 

Todo va más rápido en Andalucía

Donde sí se prevé que se aceleren los movimientos es en el territorio andaluz. Esta comunidad es una de las pocas en las que el líder de los socialistas no es un afín al presidente del Gobierno. Lo más llamativo es que se da la circunstancia de que el poder aún está en manos de Susana Díaz, que es una de las 'enemigas' en el partido de Pedro Sánchez y que fue su rival en las primarias del partido que facilitaron a este último volver a la Secretaría General tras su dimisión. Sánchez tiene claro que no cuenta con Díaz, y así se lo han hecho ver distintos emisarios del jefe del Ejecutivo. Uno de ellos fue el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, que en enero de este año se vio con la expresidenta andaluza y le reclamó que hubiera una sucesión pactada y ordenada, según explican fuentes socialistas. Esta se negó, y dejó claro que quería seguir al frente del partido.

La situación de conflicto con Díaz va a llevar al socialismo andaluz a celebrar unas primarias. Por un lado, estará la actual líder. Y en el otro, la dirección nacional y una parte considerable de los socialistas andaluces, que comparten entre sí un rechazo a la gestión y a la figura de la expresidenta de la Junta. Aún no hay un candidato o candidata clara para enfrentarse a la todavía secretaria general en Andalucía. La que más suena, y desde hace más de un año, es la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. A esta terna se han sumado en las últimas semanas otras figuras importantes, como es el caso de la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo. También está sobre la mesa la posibilidad del alcalde de Sevilla, Juan Espadas. Nombres que, dicen las fuentes consultadas, podrían allanar ese 'efecto Illa' al que se aspira. 

"Hay un gran consenso de todos los que queremos un cambio en el partido. Vamos a trabajar juntos para impulsar un nuevo proyecto", explican fuentes del PSOE andaluz, que esperan que para el verano ya se haya solucionado la situación tan excepcional que viven en su federación. "La maquinaria ya está engrasada y funcionando. Y estamos a la espera de poder montar todo para poder renovar por completo el partido", añaden. Son varias las personas que están moviendo los hilos para avanzar en esa sucesión de Díaz por un candidato afín a la dirección actual. Una de ellas es Francisco Salazar, uno de los 'fontaneros' más valorados en Moncloa y que actualmente es el director adjunto del gabinete de Pedro Sánchez. El también 'número 2' de Iván Redondo es uno de los que está organizando a ese nuevo socialismo andaluz que quiere Sánchez.

Aun así, también quedará tiempo por delante, ya que la convocatoria de las elecciones en Andalucía no está prevista hasta diciembre de 2022. Los rumores o cábalas de un adelanto electoral parecen haberse disipado tras lo ocurrido en las catalanas. Las cuales han servido de advertencia al PP, dicen las fuentes socialistas, que recuerdan la fortaleza electoral de Vox. "No es lo mismo tener un socio en ascenso que en declive", explican. Ese problema que le vaticinan a los 'populares' contrasta con la buena situación en la que aseguran estar frente a Ciudadanos. Su esperanza es la de conseguir una gran parte de los votos que se dejen los naranjas, como ha ocurrido en Cataluña. También aseguran que la falta de estructura de Podemos en Andalucía les beneficia. Unas buenas previsiones que, como señalan, también ayudarán a reforzar la base electoral de cara a las próximas elecciones generales. 

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