Tras la aprobación de los Presupuestos

Quim Torra marca el fin de la legislatura en Cataluña y anuncia nuevas elecciones

  • El president catalán confirma la ruptura con ERC después de que Roger Torrent acatase la decisión de la Junta Electoral de retirarle el escaño.
Quim Torra, tras su declaración institucional
Quim Torra, tras su declaración institucional
EFE

Quim Torra convocará elecciones tras su inhabilitación como diputado y la ruptura del Govern catalán. Aunque solo lo hará después de que se hayan aprobado los Presupuestos catalanes, que el vicepresident del Govern, Pere Aragonès, tiene que presentar a la cámara en las próximas horas. "Esta legislatura no tiene más recorrido. Ha llegado a su final", ha dicho el president en una declaración institucional, en la que no ha fijado la fecha de los nuevos comicios. Lo que sí ha anunciado es que mantiene la reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prevista para el próximo jueves 6 de febrero

En su intervención en el Palau de la Generalitat, Torra ha admitido que la relación de gobierno con ERC está rota. La gota que ha colmado el vaso ha sido la decisión del presidente del Parlament, Roger Torrent, de retirarle el escaño tal y como ordenó la Junta Electoral Central. Una decisión que, aunque contó con el aval del Tribunal Supremo, el president y Junts per Catalunya exigieron que no fuera acatada por la Mesa de la cámara catalana. Una petición que Torrent desoyó, desencadenando así los acontecimientos futuros que acabarán con unas elecciones apenas dos años después de las últimas de diciembre de 2017.

El calendario dispuesto por el gobierno catalán y los 'comuns' de Ada Colau, que serían en principio los que respaldarían con su 'sí' el proyecto, prevé que el debate sobre Presupuestos se celebre en la segunda semana de febrero, con los días 12 y 13 ya fijados. Después vendrían los debates sobre enmiendas, hasta que tres semanas después, el 4 o 5 de marzo, se aprobarían definitivamente. Si se cumplen estos plazos y se combina con el requisito legal de poner las urnas 54 días desde la publicación de la convocatoria electoral en el BOE, los comicios no podrían celebrarse antes del 27 de abril. De optar por elegir un domingo como ocurre habitualmente, las urnas no se pondrían hasta el 3 de mayo. Pero también podrían ser entre semana, ya que las de diciembre de 2017 fueron un jueves.

La decisión de Torra de retrasar la convocatoria electoral hasta la aprobación de los Presupuestos se explica con la urgencia que hay en la región de tener unas nuevas cuentas. De hecho, los últimos que salieron adelante son los de 2017, que recibieron el beneplácito de los diputados meses antes de que estallara del todo la crisis catalana por el referéndum del 1 de octubre. Lo que sí ha resuelto el president es la duda de si JxCat se negaría a apoyar las cuentas con su inhabilitación, al fijar su aprobación como prioridad. Unas dudas que también existían por el rechazo de varios sectores del partido a los mismos por la progresividad fiscal que incorpora. 

Estas malas relaciones entre los partidos que forman el Govern lleva tiempo fraguándose. Pero cuando se empezó a romper fue tras el acuerdo de Esquerra con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez, en la que se acordó la puesta en marcha de una mesa de negociación entre gobiernos. Una negociación en la que no se contó ni con Torra ni con JxCat, lo que motivó un gran malestar en el partido que lidera desde Bruselas Carles Puigdemont. Pero, a la vez, es lo que le va a servir al todavía president para verse cara a cara con el jefe del Ejecutivo nacional más de un año después de su último encuentro en Pedralbes.

Estas nuevas cuentas son una prioridad para ERC y su líder en el Govern, el vicepresident económico Pere Aragonès, que se ha encargado de prepararlos y negociarlos para conseguir que lleguen a buen puerto. Esquerra, que controla casi la totalidad de la economía catalana desde sus consellerías, quiere jugar la baza de que actuaron con responsabilidad a pesar de que la autodeterminación sea lo que más reclama su electoral. Además, hay que tener en cuenta que la formación económica de Aragonès provoca que para él sea todo un objetivo personal que haya nuevos Presupuestos. 

La línea de priorizar la renovación de los presupuestos autonómicos, a la que se ha sumado Torra ahora, también es respaldada desde Madrid por el grupo en el Congreso de ERC. El más claro en este sentido ha sido Gabriel Rufián, que ha detallado algunas de las partidas que se aprobarían en el nuevo proyecto y que considera necesarias. "O somos útiles o no somos", ha señalado en un mensaje en Twitter.

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