Raquel Sánchez, ministra de Transportes, pide al sector privado impulsar el teletrabajo en beneficio de la movilidad sostenible. En la apertura del Global Mobility Call, Sánchez ha sostenido que la mejor movilidad es la que menos contamina y ve necesario eliminar todo transporte prescindible. Cree que mitigar el cambio climático requiere la colaboración de todos y hace una llamamiento a evitar la movilización por motivos laborales. Sánchez propone alternativas al vehículo privado como la movilidad compartida, la micromovilidad o incentivar el uso de plataformas digitales que informen de la ruta más rápida y barata y, por tanto, más sostenible.
Aunque los cambios deberían competer a todas las administraciones públicas por igual, para Sánchez la importancia radica en el sector privado al que corresponde explotar los campos de la transición energética, desde la renovación del parque automovilístico hasta el fomento del teletrabajo. Para la ministra existe un camino atractivo para las empresas españolas en el campo de los combustibles sintéticos, de los biocombustibles, del hidrógeno o de la infraestructura de recarga eléctrica, entre otras oportunidades que, para Sánchez, representan el camino para alcanzar la movilidad sostenible.
El vehículo privado, por su parte, verá restringida su circulación en las zonas de bajas emisiones y se fomentarán nuevos horizonte como los vehículos autónomos, drones o la operación automática de trenes. Estas formas de nueva movilidad pueden representar para el tejido productivo una gran ocasión de crear su propio ecosistema de empresas. La ministra está convencida de que será la digitalización la que impulse la logística urbana con flotas no contaminantes a la par que eficientes. Esta digitalización también impulsará la logística interurbana con la gestión automatizada de envíos masivos de un punto a otro del país.
La intención del ejecutivo es diseñar un sistema de transporte inteligente, competitivo, seguro, asequible y accesible para todo el mundo. Para ello se está preparando el anteproyecto de ley de Movilidad, que próximamente llegará de nuevo al Consejo de Ministros. El objetivo de esta nueva ley de Transporte es fomentar una mayor implicación del sector privado y dirigir la inversión pública y privada a la modernización y conciliación ecológica de las infraestructuras y flotas españolas.
Para llevar a cabo este plan, el anteproyecto de ley cuenta con 13.000 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, destinados a aumentar las inversiones del ministerio y su grupo de empresas un 30 % en los próximos años. La mayor apuesta se prevé en el mercado del ferrocarril, al que se están dedicando más de 6.600 millones de euros, para actuar sobre más de 800 kilómetros de líneas de Cercanías, más de 1.500 kilómetros de red de los corredores Mediterráneo y Atlántico y casi 1.000 kilómetros de redes transeuropeas no incluidas en los corredores.
El ministerio también quiere aumentar la cuota del transporte ferroviario de mercancías del 4 % al 10 %, lo que supondrá una inversión de 8.000 millones de euros en los próximos años y que España se convierta en una plataforma intercontinental para Europa.
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