Diferencias entre dos pretorianos del PSOE

Robles se atrinchera arropando a la jefa del CNI y choca con Moncloa y Bolaños

Presidencia considera una brecha de seguridad grave el espionaje al teléfono de Sánchez y no confirma la continuidad de la jefa de los servicios de Inteligencia. No descarta descubrir nuevos móviles atacados.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, en el acto de entrega de la Placa de Honor que Cruz Roja española ha concedido a las Fuerzas Armadas, a 19 de octubre de 2021, en Madrid, (España). La placa de Cruz Roja ha sido concedida a las Fuerzas Armadas en reconocimiento por los servicios prestados en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN). 19 OCTUBRE 2021;MILITARES;PLACA DE HONOR;CRUZ ROJA;FUERZAS ARMADAS Isabel Infantes / Europa Press 19/10/2021
Robles se atrinchera arropando a la jefa del CNI y choca con Moncloa y Bolaños
Europa Press

El espionaje al móvil de Pedro Sánchez es considerado por Moncloa como "una brecha de seguridad muy seria". Un fallo inédito en democracia que en Presidencia defienden que se va a investigar, aunque son conscientes de las limitaciones. En el entorno de Pedro Sánchez miran al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y esperan que su directora, Paz Esteban, ofrezca este jueves explicaciones sobre el uso de Pegasus en las escuchas a líderes independentistas en la Comisión de Secretos Oficiales. Pero la férrea defensa de Margarita Robles de la máxima responsable de los servicios de Inteligencia ha provocado un choque con Moncloa y, en particular, con su compañero Félix Bolaños. Son dos pretorianos de Sánchez, dos de sus más fieles colaboradores, que han protagonizado posicionamientos diferentes y, en algún detalle, antagónicos. 

Al presidente del Gobierno no le gustan las discrepancias internas. No le gusta la actitud de Pablo Iglesias ni la de Ione Belarra. Y mucho menos sería de su agrado que dos ministros socialistas tuvieran discrepancias en público. Por eso en Moncloa ha chirriado la actitud que tuvo este miércoles Robles en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, arropando a la jefa del CNI y saliendo al paso de un posible cese al frente del principal despacho de mano de la Cuesta de las Perdices. Por encima de mi cadáver (político), defendió Robles en el Congreso. Las dudas sobre Paz Esteban provienen de Moncloa, ya que horas antes de la comparecencia de la ministra de Defensa sus compañeros Bolaños e Isabel Rodríguez, portavoz del Ejecutivo, habían dejado en entredicho su continuidad en función de cómo evolucionen las pesquisas.

"Vamos a ver qué explica en el Congreso a puerta cerrada y qué órdenes aporta sobre el espionaje en Cataluña", apuntan desde Moncloa sobre la esperada comparecencia de la jefa del CNI en el Congreso. El Gobierno no deja claro si todas las escuchas se hicieron bajo autorización judicial o al margen de la ley. Es decir, la cúpula del Ejecutivo está esperando a conocer si hubo ‘hackeos’ ilegales a los líderes independentistas y también quiere conocer cuántos móviles ministros fueron atacados. Este miércoles se analizó una nueva tanda de teléfonos móviles y este jueves habrá una nueva remesa para comprobar si hubo más infecciones con Pegasus.

Lo que está claro es que la directora del CNI, que proviene de la etapa de Félix Sanz Roldán, con quien fue su número dos, no cuenta con la total confianza de Moncloa y que no se descarta su salida, pese a la defensa de Robles tanto de ella como de los 3.000 agentes de los servicios de Inteligencia. "Está teniendo que aguantar estoicamente" imputaciones que no son reales, llegó a afirmar. Sánchez no admite fisuras y menos en este terreno donde el espiado ha sido él directamente.

¿Cuándo se conoció el espionaje? Otra disparidad

Una segunda disparidad entre el discurso de Moncloa y el de Defensa afecta al momento en que Sánchez fue consciente de que en España se estaba espiando con Pegasus y que las altas autoridades del Estado podían estar siendo víctimas de escuchas ilegales. Bolaños ha defendido que fue la pasada semana cuando el Gobierno da orden de practicar el ‘forensic’ a los teléfonos móviles del presidente y de la ministra de Defensa. Pero en el entorno de Robles se defiende que el Centro Criptológico Nacional (CCN), dependiente del CNI y, por tanto, de Defensa, ya alertó hace casi un año de esta posibilidad.

Un informe, que facilitan fuentes cercanas a Defensa, y que está clasificado como de "uso oficial". En él se recogen recomendaciones sobre cómo detectar, de una manera sencilla, en cuestión de hora y media, si un iPhone ha podido ser infectado por Pegasus. "Este documento describe los pasos para comprobar si un dispositivo móvil iPhone, mediante el análisis de su backup, puede haber sido infectado con el software Pegasus. Para ello, se hará uso de la herramienta MVT, la cual se apoya en un conjunto de indicadores para determinar si el dispositivo puede haberse visto comprometido. Se recomienda la aplicación de este procedimiento tanto en dispositivos corporativos como personales de las autoridades del organismo".

Moncloa, por su parte, no dio importancia a este documento oficial y no procedió al análisis en profundidad del teléfono del presidente hasta nueve meses después.

Además, en las últimas horas se ha difundido que el responsable de la seguridad de los teléfonos móviles del presidente y sus ministros corresponde a la Secretaría General de Presidencia, un órgano que, en la etapa del espionaje, dirigía Félix Bolaños. Esta acusación ha sido interpretada como fuego cruzado entre Robles y el actual ‘CEO’ del Gobierno. Robles, sin embargo, habló este miércoles por la tarde con Bolaños para transmitirle que no entendía por qué sus palabras se habían interpretado como un ataque a Moncloa. Le dijo que no era esa su intención.

Las disparidades entre Bolaños y Robles sobre los casos de espionaje, estén relacionados o sean independientes, no es nueva sino que viene de días atrás. La pasada semana la ministra de Defensa respondió con dureza a los independentistas en el Senado sugiriendo que se llevarían alguna sorpresa. Una actitud muy diferente a la del titular de Presidencia, que horas antes viajaba a Barcelona para intentar calmar, sin éxito, al Govern. En el Ejecutivo fueron conscientes de la gravedad de los hechos y aseguran que Bolaños supo desde el principio ver lo que estaba en juego.

Las complicadas relaciones con Defensa y el CNI

Los ministros de Defensa siempre han sido especialmente complicados para Moncloa. Margarita Robles, de máxima confianza de Sánchez, ha actuado con celo en ocasiones y en el Gobierno circula la versión de que ha solido "ir por libre". El entorno de la que fuera número uno por Ávila en las elecciones lo desmiente y asegura estar siempre al servicio del presidente. Esa relación se hace aún más complicada con el máximo responsable de los servicios de Inteligencia.

Pero este no es el primer escándalo que afecta a un director del CNI. El 2 de julio de 2009, presentó su renuncia como jefe de los servicios de Inteligencia Alberto Saiz. Un hombre de la máxima confianza de José Bono. Así, cuando este aterrizó en el Ministerio de Defensa -en 2004-, no dudó en rodearse de sus más fieles. De entre todos ellos, destacó Saiz, que ya había sido su consejero de Industria y Trabajo en Castilla-La Mancha, y al que le entregó la llave para controlar la institución encargada de la maxima seguridad del Estado. Un nombramiento que sorprendió incluso dentro de las filas socialistas. Por primera vez estaría al frente del CNI un hombre que no era ni militar ni diplomático, sino ingeniero de Montes.

La duración del mandato de un director del CNI es de cinco años. Un lustro en el que Saiz llegó a convivir con hasta tres ministros de Defensa distintos: su máximo valedor -y antes mencionado- que dimitió a los dos años, José Antonio Alonso -que venía de ser el titular del Ministerio del Interior- y Carmen Chacón, que fue la primera mujer ministra de Defensa de España. Su desempeño convenció al presidente Zapatero, que decidió en 2009 dar el visto para renovarle en el cargo otros cinco años más. Pero a las pocas semanas, se destapó un escándalo en torno a su figura: habría utilizado fondos públicos del centro para financiar su vivienda particular y actividades de pesca y caza en Mali y Senegal.

Durante esas semanas, Saiz -a petición propia- compareció en la Comisión de Defensa para desmetir la información y donde aireó los problemas internos que había dentro del CNI. Sin embargo, un mes después, un periódico nacional volvió a insistir en el uso indebido de los fondos por parte del jefe del CNI. Una situación que comprometió, de nuevo, a la ministra Chacón, que evitó pronunciarse. Durante esos días, la presión iba en aumento, con críticas también por parte del principal partido de la oposición. Una semana después, la ministra anunció una investigación "completa y reservada". Después de dos meses bajo el foco, Saiz presentó su dimisión. Le sustituiría el militar Félix Sanz Roldán, que fue el predecesor de Paz Esteban. Una mujer -esta última- que ahora está bajo el ojo del huracán.

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