Rosa Díez sí sabe multiplicar

  • No se le han dado nada mal a Rosa Díez estos cuatro años que han transcurrido desde el primer congreso de UPyD. De estar sola en la bancada del Mixto a liderar un grupo propio, con cinco diputados, y un proyecto que ha multiplicado casi por ocho sus expectativas de voto.

Alicia López

Madrid, 3 nov.- No se le han dado nada mal a Rosa Díez estos cuatro años que han transcurrido desde el primer congreso de UPyD. De estar sola en la bancada del Mixto a liderar un grupo propio, con cinco diputados, y un proyecto que ha multiplicado casi por ocho sus expectativas de voto.

Ahora, la última encuesta del CIS le da un respaldo del 8,8 por ciento de los sufragios y a ella la mantiene como la dirigente política más valorada, aunque es cierto que tampoco llega al aprobado, como el resto de líderes.

Pero es un expediente que, entre otras cosas, la militancia ha tenido en cuenta para volver a respaldar masivamente -en este segundo congreso rozando el 93 por ciento- la candidatura de Rosa Díez, quien esta vez no ha tenido ni un insignificante rival para medir sus fuerzas.

Ahora ya si que le quedan lejísimos y, probablemente hasta ajenos, los treinta años de afiliación al socialismo vasco, donde empezó como diputada foral de Vizcaya entre 1979 y 1983.

De ahí saltó a la vicepresidencia de las Juntas Generales de esa provincia, hasta 1987, una responsabilidad que encadenó con la de diputada del Parlamento de Euskadi (1986-1999) y consejera de Comercio del tripartito vasco (PSE,PNV y EB), que encabezaba José Antonio Ardanza.

La escalada política de esta mujer de 61 años, que comenzó con un carné de afiliada a UGT y al PSE en 1977, incluyó una intentona fallida para presidir el PSE-PSOE en 1998, un triunfo que logró Nicolás Redondo Terreros, y otra, igualmente frustrada, en el año 2000, para hacerse con la Secretaría General del PSOE y que ganó José Luis Rodríguez Zapatero.

Su última etapa, más bien contra que dentro del PSOE, la pasó como eurodiputada (1999-2007) y allí, en Bruselas, ocupó, entre otros puestos, la Presidencia de la delegación socialista española.

Fueron unos años en los que puso tierra de por medio con los planteamientos de su partido, con un discurso muy guerrero contra los nacionalismos, contra el PNV, contra la tregua de ETA de 2006 y a favor de tender puentes con el PP. Hasta que se fue casi de un portazo el 30 de agosto de 2007.

Entonces, apostó por un camino nuevo, Unión Progreso y Democracia (UPyD), que impulsó junto a miembros de la plataforma Basta Ya y en el que también se involucraron personas como el filósofo Fernando Savater o Mikel Buesa, un símbolo de la lucha contra el terrorismo que poco después se desmarcó del proyecto por considerarlo autoritario y personalista.

Nacida en Sodupe (Vizcaya), donde reside todavía, Rosa Díez es hija de un obrero socialista santanderino y preso político durante la dictadura, que no cursó estudios superiores porque optó por opositar y hacerse funcionaria del Estado.

Ahora, cuarenta años después, encabeza un partido con todas las encuestas de cara, y que está recogiendo sus frutos en el hueco desangelado, que, según la propia Rosa Díez, están dejando el PP y el PSOE.

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