La factura de la luz, marcando precios históricos, desgasta de forma significativa al Gobierno. Moncloa lo asume y lleva todo el mes de agosto con las alarmas encendidas. Poco pueden hacer a corto plazo ante un incremento día tras día que afecta, principalmente, a los más desfavorecidos y a las pymes. Este jueves, sin ir más lejos, se pulverizarán todos los récords con un precio de 140,23 euros por megavatio hora. Coincidiendo con esa realidad, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha querido guardarse para la inauguración del curso político un anuncio, en forma más bien de confirmación: habrá una subida "inminente" del Salario Mínimo Interprofesional. La vacunación y el hito de cumplir el 70% de la población con doble pauta también servirá para intentar alejar el problema energético a un segundo plano.
Sánchez no ha concretado, eso sí, la cuantía de esa "inminente" subida del SMI y ahí está el pulso. De hecho, este mismo miércoles había convocada una reunión donde se fijarán posiciones. La CEOE es reticente mientras que los sindicatos abogan por una alza tomando como referencia el IPC, lo que serían unos 25 euros al mes más.
Sánchez ha tomado la costumbre de inaugurar las temporadas políticas en la Casa de América, en Madrid, junto al Ibex 35. Esta vez las miradas estaban puestas en el Ibex eléctrico, un sector contra el que el Gobierno venía arremetiendo en público desde hace semanas por la escalada de los precios de la luz. No sólo el área de Unidas Podemos ha alzado la voz sino que la propia vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, admitía que está "poniendo en firme" a estas grandes compañías. La tensión está en el ambiente pero los grandes empresarios energéticos han vuelto a apoyar al presidente en un acto importante para él y su nuevo equipo en Presidencia.
Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, es uno de los fijos en estas convocatoria de Moncloa y ha ocupado un asiento destacado. También se han dejado ver en la Casa de América José Bogas, presidente de Endesa, y Francisco Reynés, de Naturgy. Otros grandes empresarios que han acudido a la llamada del presidente del Gobierno han sido Florentino Pérez (ACS), foco de la actualidad deportiva en las últimas horas por el fichaje que no llegó de Mbappe, Josá Manuel Entrecanales (Acciona), José María Álvarez Pallete (Telefónica), Isidre Fainé (Fundación La Caixa) o Josu Jon Imaz (Repsol), entre otros. También ha habido ausencias, como la de Ana Botín (Santander). Sí ha asistido su consejero delegado, José Antonio Álvarez. Carlos Torres, de BBVA, otro habitual en estos actos, tampoco ha sido visto. La gran banca, en definitiva, ha brillado por su ausencia.
Moncloa ha querido cuidar al Ibex eléctrico en este acto marcado en rojo. Se ha podido ver conversar en un tono distendido al propio Sánchez Galán y a Manuel de la Rocha, secretario general de Asuntos Económicos de Presidencia. O a Reynés y Bogas con varios ministros. Los titulares de Unidas Podemos, con Yolanda Díaz al frente, han estado bastante alejados de los representantes del Ibex 35.
Otros empresarios presentes en el acto de inicio del curso político han sido Antonio Catalán, de AC; Rafael del Pino, Ferrovial; Jean Francoise Fallacher, Orange; Antonio Huertas, Mapfre; Francisco J. Riberas, GESTAMP; Javier Sánchez Prieto, Iberia; Marta Álvarez, El Corte Inglés; María Elena Antolín, Grupo Antolín; Marc Murtra, Indra; Marta Martínez Alonso, IBM Europa; Gonzalo Sánchez (PwC); e Irene Cano, Facebook España.
El título de la conferencia pronunciada por Sánchez este miércoles ha sido "Una transición justa". Con estas palabras, que dan el pistoletazo de salida a un año preelectoral, salvo que Juanma Moreno decida adelantar las andaluzas, el Gobierno quiere fijar como prioridad la recuperación económica una vez alcanzado el hito de vacunar con pauta completa al 70% de los españoles. Se inicia una nueva legislatura, marcada por la luz.
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