Con el mapa de los rebrotes de minutero, el ministro de Sanidad, Salvador Illa citó ayer de urgencia al Consejo Interterritorial de Salud. Con cerca de 3.000 casos nuevos en 24 horas, la urgencia manda y, por primera vez en la historia, las CCAA y el Gobierno han acordado, en tiempo récord, una batería de acciones en el ámbito de la Salud Pública que se aplicarán en todo el país de forma coordinada. Las acciones pactadas forman una batería de once medidas, tres recomendaciones y una indicación de observancia, todas aprobadas por unanimidad. Entre ellas se cuenta el cierre de discotecas, nuevas restricciones a la hostelería y la prohibición de fumar en la vía pública en toda España.
Pese a que el Gobierno se resiste a aplicar el término de "segunda oleada", la rapidez con la que están actuando las autoridades sanitarias confirman lo que las cifras desvelan: la Covid vuelve a marcar el ritmo en una 'nueva normalidad' que vuelve a alejarse de la vida antes de la pandemia. El último paquete de medidas que han acordado Gobierno y CCAA sin vetos, frenan en seco a la hostelería y sirven de barrera a un comportamiento social que olvidó demasiado pronto la debacle de hace meses.
En la reunión no se ha establecido un plazo para que las CCAA implanten las nuevas restricciones, aunque Illa ha confiado en que lo hagan "a la mayor brevedad". Según el ministro, se trata de medidas de "mínimos", por lo que cada territorio estará habilitado para ampliar las restricciones, si así lo precisa. El acuerdo, no obstante sí es vinculante: "Obliga a todas las autonomías a su cumplimiento".
En la comparecencia posterior al encuentro, el ministro Illa ha anunciado que, a partir de ahora, se decreta el cierre de discotecas y locales de ocio nocturno -con o sin espectáculo musical- en todo el territorio nacional. Las restricciones también afectan al resto de la hostelería. El horario de cierre de los establecimientos será, como máximo, a la 1:00, sin que puedan admitirse nuevos clientes desde las 00:00 horas. La acción endurece una tendencia que ya habían adoptado varias autonomías, donde el cierre se había decretado a la 1:30. Pese a que el sector de la noche siempre ha estado en el disparadero, el ministro ha roto una lanza a su favor: "El ocio nocturno no es la actividad que produce más brotes pero los producidos en este ámbito son mayores y resulta más complicado detectar a los contactos".
Galicia dio el primer paso para vetar el consumo de tabaco en la vía pública y Canarias la imitó. Desde ahora este se extenderá a todo el país, siempre que no se pueda garantizar la distancia de seguridad de dos metros con otras personas. La prohibición afecta, tanto a la vía pública como al resto de espacios al aire libre. Además, no solo afecta a los cigarrillos, sino a cualquier otro método o dispositivo de inhalación de tabaco.
Los brotes en residencias han vuelto a poner la lupa sobre unas instalaciones donde, una vez entra, el coronavirus prende como el fuego en la paja. Así, en la citada reunión se ha concluido que las visitas a los residentes estarán limitadas a una sola persona y una hora máximo al día, a no ser que este se halle en situación grave o de final de vida. Los centros de mayores tendrán que garantizar que las visitas a los ancianos se realicen de manera gradual a a lo largo del día, para evitar que coincidan varios visitantes. Las salidas de los residentes también serán muy limitadas.
Entre las recomendaciones del departamento entran las restricciones de ámbito social. "Grupos de máximo diez personas, con aquellos con los que se tenga una convivencia estable", ha reiterado el ministro este viernes. Por contra, Sanidad ha vuelto a echar balones fuera sobre la vuelta al 'cole', una de las mayores preocupaciones de cara al otoño. "Es una competencia de las comunidades autónomas", ha insistido el ministro, "En la reunión ha habido varios consejeros que han manifestado su voluntad de compartir las medidas que están tomando". El Gobierno considera que ya cumplió con su función, con la elaboración de una guía de medidas y la dotación de 2.000 millones de euros, a fondo perdido, para que las CCAA blindasen sus pupitres.
Sanidad aún no habla de 'segunda oleada'
Desde el 21 de junio, el Gobierno perdió el mando único y las CCAA tuvieron en sus manos la evolución del brote en el país. Con los casos disparados, el Ministerio de Sanidad ha vuelto a moverse para vigilar que ninguna región se salte las restricciones. "La indicación de observancia hace un recordatorio de que hay que cumplir con las medidas en materia de salud pública y de capacidades de asistencia sanitaria que aparecen en el plan de asistencia temprana. Cada uno tendrá que hacer los esfuerzos para ponerse al nivel", ha recordado el ministro. Pese a que los nuevos focos ya han disparado las alarmas, desde Sanidad inciden en una llamada a la calma: "La situación no es comparable a la que teníamos en abril".
En la misma línea en la que se ha situado el director del CCAES, Fernando Simón, desde que el país entró en la nueva normalidad, el ministro ha expllicado que, aunque las cifras recuerden a las semanas en las que el país luchaba por doblegar la curva, el escenario no es el mismo. Así, Illa ha explicado que los nuevos casos son más leves y se detectan antes. "Esto no quiere decir que no tengamos que preocuparnos", ha matizado. Sobre el perfil de los nuevos contagiados, el socialista ha señalado que los pacientes más jóvenes siguen al alza y ha lanzado un llamamiento al colectivo.
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