Y tras la masacre de Bucha

España expulsa a 27 diplomáticos rusos porque "representan una amenaza"

El ministro Albares sigue los pasos de Alemania, Francia y Dinamarca, que ya han acordado sacar de sus países a miembros de la diplomacia de Putin.

José Manuel Albares
José Manuel Albares
Europa Press

Francia, Dinamarca y Alemania ya habían dado un paso adelante y el Gobierno de Pedro Sánchez se ha sumado de inmediato: el Ejecutivo ha decidido expulsar a los diplomáticos rusos que se encuentran en territorio español, después de haber visto las duras imágenes dadas a conocer tras la reconquista de la ciudad ucraniana de Bucha. Tendrá lugar en unos pocos días y los expulsados serán un total de 27 diplomáticos y personal de la embajada rusa en España por considerar que "representan una amenaza para la seguridad de nuestro país". De la lista queda excluido el embajador, Yuri Korchagin,  porque España quiere dar una "oportunidad al diálogo" y aspira a mantener abiertas las líneas de diálogo y negociación con Rusia.

El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, así lo ha hecho público en el transcurso de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros tras asegurar que el Ministerio está ultimando la lista de expulsados, que podrían ser "tal vez algunos más".  Albares ha hecho referencia expresa a la salida inmediata de personal diplomático de Vladimir Putin en España, decisión adoptada tras constatar la masacre de civiles en Bucha, en la que algunos medios de comunicación han sido testigos de la presencia de multitud de cadáveres en sus calles. Algunos de los cuerpos sin vida estaban con sus manos atadas a la espalda, lo que indicaría que habrían sido ejecutados durante la invasión de la ciudad, abandonada recientemente por los soldados del Kremlin ante la contraofensiva de las fuerzas militares ucranianas. 

El ministro tiene ya decidido el plazo de tiempo que dará a los diplomáticos rusos para abandonar España, pero no ha querido revelarlo hasta que tenga oportunidad de informar a los partidos políticos, aunque ha asegurado que serán "unos días". "Serán unos pocos días, justo los necesarios y en la línea de lo que están haciendo en otros países de nuestro entorno", ha asegurado.

Albares ha señalado que, previsiblemente, Rusia actuará "con simetría" expulsando al mismo número de diplomáticos y del mismo rango, tal y como ha hecho con otros países que ya han adoptado estas medidas. "Hasta ahora Rusia ha respondido con una simetría exacta" como es habitual en las relaciones diplomáticas. "Lo que no es simétrico van a ser los motivos (de expulsión), ahí sí que no hay ninguna simetría", ha subrayado Albares.  Esta es una de las razones por las que España ha decidido no expulsar al embajador, "porque queremos darle una oportunidad al diálogo; queremos mantener la figura del embajador aquí y de nuestro embajador en Moscú porque no perdemos la esperanza de que se vuelva a las vías de diálogo". 

Con esta decisión se siguen los pasos de países como Dinamarca, que ha decidido expulsar del país a 15 diplomáticos rusos -oficiales de inteligencia-, a los que acusa de actuar como espías y ser un riesgo para la seguridad nacional, según el ministro de Asuntos Exteriores danés, Jeppe Kofod, informa EFE. "No queremos espionaje en suelo danés, por eso serán expulsados de Dinamarca ahora". El Ejecutivo socialdemócrata danés ha condenado además la "brutalidad" de Rusia en la guerra contra Ucrania y ha acusado a Moscú de cometer crímenes contra la humanidad, mencionando expresamente la matanza de civiles en la localidad de Bucha, que Kiev atribuye a las tropas rusas. Francia, por su parte, ha comunicado la expulsión de "numerosos" diplomáticos de ese país al considerar contraria su actividad a los "intereses de seguridad" nacionales.

En la misma línea el Gobierno alemán ha declarado también "persona non grata" a 40 diplomáticos rusos de la embajada de Berlín, asimismo considerados espías, a los que se ha dado cinco días para abandonar el país.  Preguntado Albares por si considera que Alemania debería reducir sus compras de gas ruso, el ministro de Exteriores ha considerado que "no todos los países tenemos a misma relación con Rusia", pero ha destacado la coordinación y unanimidad con que los miembros de la UE van adoptando sus decisiones y tomando medidas según se agrava la situación.

"Todas (las medidas) están encima de la mesa", ha asegurado Albares, consciente de que hay países europeos con mucha más dependencia energética y económica de Rusia que España. Así, ha recordado que la posición española y europea siempre ha sido "tomar todas aquellas medidas que puedan acortar el esfuerzo de guerra de Putin e impedir que se financie con fondos europeos, esa es la base, no hay otra".

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