Sánchez culpa a Casado, Rivera e Iglesias de que España tenga que ir a elecciones

Garamendi
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Los líderes políticos ya están en campaña electoral. Y lo han escenificado en la última sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados. Desde Pedro Sánchez hasta Pablo Casado pasando por Gabriel Rufián, todos han tenido su 'minuto de oro' para criticar la situación que se está viviendo y que va a llevar al país a otras elecciones después poco más de siete meses. 

Así, con la vista puesta en los comicios, el jefe del Ejecutivo en funciones ha subrayado durante una respuesta parlamentaria que espera que el PSOE consiga una mayoría "rotunda" el próximo 10 de noviembre. Un día después de que la falta de acuerdo de los partidos llevase al rey Felipe VI a no proponer de nuevo candidato a la investidura, Sánchez y el líder del PP, han tenido un bronco cara a cara ante la atenta mirada de los diputados del hemiciclo. 

El presidente de los 'populares' ha arremetido contra Sánchez al señalar que el socialista solo puede ofrecer la "incapacidad más fatua, la inacción más solemne y la nada cosiforme". Le ha acusado además de haber jugado en estos últimos cinco meses con los españoles porque quiso desde el primer momento que se celebraran otras elecciones. 

Pero el también secretario general del PSOE ha reiterado su discurso para culpar a Casado de "falta de sentido de Estado", a Albert Rivera de "irresponsabilidad" y a Pablo Iglesias de "dogmatismo". Sánchez ha vuelto a echar balones fuera y ha cargado toda la responsabilidad en el resto de partidos. Entre abucheos de la bancada popular, Sánchez ha reiterado su postura: ha intentado por todos los medios la investidura, pero se ha encontrado con el "bloqueo para la formación del único gobierno posible". 

Por su parte, la portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, Ione Belarra, ha acusado también a los socialistas de haber perdido el tiempo durante meses "sin negociar nada" para sacar adelante un nuevo gobierno. "Mucha gente puede pensar que están donde querían". La portavoz morada ha relatado que el PSOE nunca quiso negociar porque sabe que si llegaran al Ejecutivo, "no podrían incumplir su palabra" y deberían asumir medidas que no le serían favorables a CEOE, al Círculo de Empresarios o al Banco Santander. 

Sobre la situación de Cataluña 

El presidente en funciones también ha tenido que lidiar con las preguntas del portavoz de ERC, Gabriel Rufián, acerca de la situación de inestabilidad que se vive en Cataluña. Sánchez ha decidido marcar distancias con los independentistas, partido al que ha advertido de que se aplicarán los artículos de la Constitución que sean necesarios -lo que incluye el 155-, ante "cualquier intento" de la Generalitat de "violentar" de nuevo la Carta Magna o el Estatuto de Cataluña. 

En opinión del diputado independentista, el proyecto de Sánchez se reduce "a ver quién tiene la bandera más grande" en una competición con el PP y Ciudadanos. Rufián ha criticado la incapacidad de los socialistas para formar gobierno. La gente "está hasta los bemoles, hasta las narices" de los políticos, ha ironizado Rufián. 

Sánchez, en un tono duro, ha afirmado que el proyecto que su partido tiene para Cataluña es el mismo que para el resto de comunidades autónomas del país, el cual se basa en la "recuperación de la justicia social" y la lucha contra la desigualdad, en garantizar la igualdad de oportunidades y derechos de los ciudadanos vivan donde vivan, en la lucha contra la corrupción y en el abandono de la crispación como forma de hacer política. 

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