Así es como esta jubilada vive con 135 euros al mes sin renunciar a sus gastos

Aunque son muchas las personas que se han unido al movimiento FIRE (Financial, Independence, Retire Early), un sistema que promueve la jubilación anticipada antes de los 50 años, hay quienes todavía siguen el método tradicional. El caso de Janet Blaser es muy peculiar, cuando en 2006 terminó su etapa laboral decidió abandonar California y mudarse a otro país.

Desde el principio consideraba que México podía proporcionarle todo lo que necesitaba para vivir una jubilación feliz y sin ataduras. Después de 15 años en Mazatlán, una turística ciudad en el estado de Sinaloa, ha encontrado la clave para gastar el mínimo posible y disfrutar de todo lo que ofrece el lugar.

Además, en su libro, 'Por qué nos vamos: una antología de expatriadas estadounidenses' explica las razones por las que millones de ciudadanos sueñan con vivir en el país latino y finalmente deciden mudarse. Ahora, en CNBC, relata como es su día a día en la ciudad mexicana y el truco para conseguir vivir con un presupuesto muy limitado.

Comer fuera y gastar poco

La escritora madruga cada día para pasear por el malecón de la ciudad y desayunar en alguna de las cafeterías del camino. Asegura que el precio es tan bajo que a menudo se plantea la posibilidad de no cocinar. Por poco más de 5 euros toma un plato generoso de huevos rancheros con salsa verde y café mientras se dispone a trabajar. A pesar de estar jubilada ha encontrado una gran pasión en la escritura y a menudo realiza artículos para medios de comunicación o actualiza sus redes sociales de expatriados.

Todas sus compras de alimentos las realiza en establecimientos locales donde por menos de 10 euros consigue un menú muy completo para toda la semana. A pesar de cocinar en casa también disfruta de los restaurantes de la ciudad, en muchas ocasiones cena tacos, que apenas cuestan 1 euro cada uno. Además, su vivienda es muy económica, "en mayo me mudé a un nuevo apartamento y tiene un alquiler de 360 euros al mes", explica.

"Aparte de las necesidades básicas como el alquiler, los gastos del hogar o la compra, solo gasto 135 euros al mes de media en mis caprichos personales", relata. Sus ingresos provienen principalmente de la pensión de jubilación aunque en ocasiones recibe un extra por los artículos y libros que escribe. Blaser nunca ha renunciado a sus pasiones como salir a comer, ir al teatro o estudiar idiomas.