Sacude al yen

El Banco de Japón mantiene los tipos en tasas negativas con la inflación en el 3,2%

El organismo nipón congela la tasa de interés de los bonos a corto plazo en el -0,1% y asegura que continuará con sus compras de bonos ilimitadas para orientar los rendimientos a diez años al 0%.

Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón.
Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón.
BCE vía La Información

El Banco de Japón (BoJ) ha optado por la continuidad y decide mantener inalteradas las principales medidas de su política monetaria ultraflexible, tal y como predecían los analistas, y a pesar de los comentarios de su gobernador, que parecían indicar un cambio de política en un futuro cercano. Al término este viernes de su reunión mensual de dos días sobre política monetaria, el instituto emisor japonés decidió por unanimidad de la junta mantener en el -0,1% la tasa de interés de los bonos a corto plazo y continuar con sus compras de bonos ilimitadas para orientar los rendimientos a 10 años al 0%.

En lo que respecta a la curva de rendimientos de los bonos a largo plazo, el banco central japonés mantuvo en el +-0,5% la horquilla de fluctuación deseable para la entidad, que fijó este nuevo tope a finales de 2022, alimentando las especulaciones de un cambio de rumbo en su política que no termina de llegar. El BoJ se mantuvo así en línea con lo que preveían los analistas y a pesar de que el actual gobernador de la entidad, Kazuo Ueda, dio una entrevista con un importante periódico nipón donde parecía apuntar a un cambio de política.

Ueda, que asumió el cargo el pasado abril, dijo recientemente al periódico Yomiuri que es posible que a finales de año dispongan de suficiente información para considerar si los salarios van a subir más y decidir sobre la política monetaria ultra expansiva que la entidad lleva implementando durante una década. El índice de precios de consumo se redujo una décima hasta el 3,2% en agosto, según datos recabados por Investing, aunque se prevé que cierre en el 4% al cierre del año el doble de la cifra del 2% fijada por el BoJ.

Pero el BoJ considera que esta inflación es de carácter importado y transitorio por el encarecimiento global de las materias primas y de la energía, y por tanto cree que no responde a una revitalización de la economía nipona que sea capaz de asimilar un alza de tipos. La divergencia entre la política monetaria del BoJ y la de otras entidades de referencia como la Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo ha provocado una fuerte devaluación de la divisa nipona frente al dólar y al euro desde el año pasado. Tras el mantenimiento de política anunciado hoy la divisa japonesa cayó con contundencia frente al dólar, y se situó en el nivel de 148 yenes por billete verde.

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