500 puntos básicos más

Turquía sube los tipos al 30% y acelera la doctrina de mano dura contra la inflación

El banco central decide continuar el proceso de ajuste monetario con el fin de establecer el rumbo desinflacionario "lo antes posible" con la cuarta subida agresiva de los tipos de interés.

Monumento a Ataturk en Estambul.
Monumento a Ataturk en Estambul.
EP

La guerra relámpago del Banco Central de Turquía (TCMB) contra la inflación sigue su curso bajo el mando de la  gobernadora Hafize Gaye Erkan, que tomó las riendas de la institución en mayo y ha ejecutado cuatro mega-subidas de tipos de interés. La última se ha producido este jueves con un aumento de 500 puntos básicos o 5 puntos porcentuales que elevan la tasa de referencia del 25% al 30%.

La doctrina de mano dura contra la inflación busca frenar cuanto antes la ola inflacionaria. En solo cuatro meses, el nivel de tipos en Turquía se ha disparado en 21,5 puntos porcentuales, desde el 8,5% al 30%. "El Comité decidió continuar el proceso de ajuste monetario con el fin de establecer el rumbo desinflacionario lo antes posible, anclar las expectativas de inflación y controlar el deterioro del comportamiento de los precios",  señala la institución en su declaración.

Según el TCMB, las lecturas de inflación estuvieron por encima de las expectativas en julio y agosto. El crecimiento de los precios de consumo se ha reactivado hasta rozar el 60% en tasa anualizada pese al intento de recuperación que está experimentando la lira en su valor frente al euro o el dólar.

"A medida que persiste la fuerte evolución de la demanda interna y la rigidez de la inflación de los servicios, el aumento de los precios del petróleo y el actual deterioro de las expectativas de inflación plantean riesgos adicionales al alza para la inflación. Estos factores implican una inflación de fin de año cercana al límite superior del rango de pronóstico proporcionado en el informe de inflación", apunta. 

Según el banco central turco, la inversión extranjera directa, la mejora de las condiciones de financiación externa, el aumento continuo de las reservas de divisas, el impacto positivo de los ingresos del turismo en la balanza por cuenta corriente y la creciente demanda interna y externa de activos denominados en liras turcas contribuirán significativamente a la estabilidad de precios.

"La tasa de política se determinará de manera que cree las condiciones monetarias y financieras necesarias para asegurar una disminución en la tendencia subyacente de la inflación y alcanzar la meta de inflación del 5 por ciento en el mediano plazo. El ajuste monetario se reforzará tanto como sea necesario, de manera oportuna y gradual, hasta que se logre una mejora significativa en las perspectivas de inflación", advierte el TCMB en su comunicado al mercado.

La decisión del banco central sigue a una serie de aumentos de tasas que han sido dolorosos para la financiación de hogares y empresas turcas, ya que el país busca revertir varios años de inflación fuera de control y una moneda vapuleada. La lira había perdido un 30% frente al euro en lo que de 2023 y alrededor del 78% de su valor en los últimos cinco años, coincidiendo con el mayor intervencionismo de Erdogan. La decisión de dar un paso a un lado tras las últimas elecciones presidenciales ha provocado un giro de 180 grados en la política económica y monetaria turca.

La ortodoxia de la teoría económica defiende que las tasas de interés deben elevarse para enfriar la inflación, pero Erdogan hizo todo lo contrario mientras la inflación no dejaba de subir y cesó a todos los críticos en el banco central para poner en práctica sus teorías. Turquía redujo sus tipos del 19% a finales de 2021, hasta el 8,5% el pasado mes de marzo, después de que la inflación se disparase hasta el 80%. En junio, el IPC se desaceleró al 40% anual pero ha vuelto a reactivarse.

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