Banco Sabadell se encamina a su mayor caída anual en bolsa de la última década

  • El desplome acumulado por la entidad en 2018 supera a los sufridos durante la crisis de Lehman Brothers y en el momento crítico del rescate bancario.
Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell / EFE
Josep Oliu, presidente del Banco Sabadell / EFE

El castigo a Banco Sabadell en las últimas sesionesque se extiende por todo el sector bancario, le acerca a su mayor desplome anual en toda una década. La entidad catalana ha vivido un calvario bursátil en este 2018 en el que se ha visto perjudicada por distintos factores: la debilidad de sus resultados en cuanto a rentabilidad o los problemas técnicos en su filial británica -que le ha obligado a cambiar de consejero delegado-.

No fue durante la crisis de deuda, incluido el recate bancario, el peor año para Banco Sabadell. Tampoco el 2008, mientras el sistema financiero se hundía en todo el mundo. Por el momento, es este 2018 el que tiene visos de ser el peor año bursátil para la firma catalana a falta de 15 sesiones para acabar el año. Además, no tiene fácil solución, ya que el Sabadell debería subir en esas jornadas cerca del 4% para que este año no sea el peor de los últimos diez.

El desplome en la sesión de este pasado jueves -que alcanzó el 3,84%- ha llevado a sus títulos a intercambiarse por 1,052 euros desde los 1,656 euros de principio de año, lo que supone una caída del 36,35%. El porcentaje supera el 32,6% que perdió la firma durante el 2012, e incluso el 34,5% que lo hizo en 2008. Aunque ha llegado a ser peor, puesto que a finales de octubre sus acciones llegaron a caer por debajo del euro.

La evolución bursátil del valor, al igual que gran parte del sector bancario, tiene un antes y un después en febrero, donde toca máximos anuales tras subir un 16,7%, para luego hundirse a lo largo de los meses. Desde dicha cima, el valor de sus títulos se ha desplomado un 45,2% aunque llegó a ser del 50% en los peores momentos. Con ello, la firma ha volatilizado en el año más de 3.650 millones y se queda cerca de caer por debajo de la capitalización con la que cerró en 2008.

Además, el 2018 será el noveno de los últimos diez años en que el valor de la acción de Banco Sabadell pierde valor. Los accionistas que se mantienen fieles en la última década han visto como su inversión no ha hecho más que diluirse, tras el continuo incremento en el número de acciones que ha ido aprobando sucesivamente la junta de accionistas de la entidad para capitalizarse. En concreto, desde el 2008 el número de títulos de la firma en el mercado ha crecido hasta un 364%, desde los 1.200 millones hasta superar los 5.500 millones.

Un año complicado para las cuentas de Sabadell

El mal año bursátil de Sabadell no es más que la prolongación de un mal año en cuanto a sus resultados financieros. La entidad se vio perjudicada, en primer lugar, por la debilidad de su cuenta de ingresos a causa de la caída de los tipos de interés en la zona euro. De hecho, el margen bruto de la entidad ha pasado de los 4.273 millones que sumó en el tercer trimestre de 2016 hasta los 3.106 millones con los que cerró el 30 de septiembre de 2018.

Al mal momento bancario que atraviesa el sector, se le sumaron los problemas puntuales del propio Sabadell con su filial británica. En concreto, más de 40.000 clientes se vieron perjudicados -tuvo que intervenir hasta el Parlamento- y la compensación se ha tenido que realizar con cargo a los resultados del banco. La entidad ha tenido que ofrecer ofertas y descuentos para mantener a su clientela, además de cargar fuertes provisiones para completar la migración digital.

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