Dudas del mercado

Los bancos centrales se aferran a la 'inflación temporal' para no subir tipos

Los responsables de la política monetaria de las principales economías desafían las expectativas de los mercados, que esperan un 'tapering' adelantado ante el repunte de precios.

Jornada 'Agenda Urbana: Cohesión, Racionalidad y Sostenibilidad'



La ministra de Hacienda y cabeza de lista del PSOE al Congreso por Sevilla, María Jesús Montero, participan en la jornada 'Agenda Urbana: Cohesión, Racionalidad y Sostenibilidad'. En el Hotel NH Collection de Sevilla.




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02/04/2019
Los bancos centrales se aferran a la 'inflación temporal' para no subir tipos
María José López

La decisión del Banco de Inglaterra (BoE) de no modificar su política monetaria -manteniendo los tipos de interés en el 0,1%- sorprendió al mercado que descontaba la subida del coste de los préstamos concedidos a los bancos ante el repunte de la inflación. Sin embargo, la autoridad monetaria de Reino Unido, decidió esperar y se sumó a sus 'colegas' de la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo (BCE) en la defensa de la tesis de que la inflación actual es transitoria. En concreto, señalan el aumento de la demanda mundial de bienes, que ha provocado cuellos de botella, y el aumento de los precios de la energía, como las principales causas. De esta manera, en el seno de las autoridades monetarias, las 'palomas', que dirigen las políticas según factores más allá de la inflación, se imponen a los 'halcones', partidarios de un control más férreo del IPC.

 "No creemos que sea el momento de aumentar las tasas de interés. Aún queda camino para alcanzar el máximo empleo", destacó Jerome Powell, presidente de la Fed tras la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés), que añadió que esa decisión era "prematura" ante una recuperación que no se ha consolidado. El tiempo para elevar los tipos "dependerá de la economía". Pese a ello, Axel Botte, estratega global de Ostrum AM, afirma que "la Fed se está arriesgando con la inflación y los mercados reconocen que tendría que actuar de forma aún más convincente si la inflación no se desacelera". En ese sentido, señala que la redacción de la evaluación del riesgo de inflación ha cambiado ligeramente -los factores que afectan a los precios son "previsiblemente" transitorios- y los responsables de la política monetaria "están menos seguros de que la alta inflación no persistirá".

Las expectativas del mercado terminaron por enfriarse este jueves con el anuncio del BoE, que a pesar de las insinuaciones en las últimas semanas, decidió no modificar su política monetaria por ahora. Los inversores descontaban una subida de los tipos de interés de 15 puntos básicos y, tras ello, un endurecimiento de aproximadamente 100 puntos básicos hasta finales de 2022. "El banco ha aprovechado su reciente comunicación para dar muchas opciones, en un contexto de gran incertidumbre en torno a las perspectivas de inflación y el mercado laboral", interpreta Silvia Dall’Angelo, economista de Federated Hermes.

Powell insistió en desvincular la retirada de estímulos de la subida de tipos de interés y trató de convencer al mercado de que la Fed no tiene prisa en lo segundo. Sin embargo, el Banco de Inglaterra sí que señaló que la llevará a cabo en los "próximos meses". Tras una votación de sietes votos a favor frente a dos en contra, se decidió espera a tomar esta decisión hasta conocer la evolución del mercado laboral, especialmente tras el final del programa de ERTEs que aplicó el Gobierno de Boris Johnson. En ese sentido, explicaron en un comunicado que si los nuevos datos económicos, están en línea con las proyecciones centrales de la entidad, "será necesario en los próximos meses aumentar las tasas para devolver la inflación de manera sostenible al objetivo del 2%".

La inflación continuará en ascenso hasta mediados de 2022

Las estimaciones de los bancos centrales coinciden en que la inflación continuará en ascenso, hasta el final del primer semestre de 2022, cuando esperan que alcance el pico para iniciar su moderación hacia el objetivo del 2%. Aunque reconocen que la inflación se mantendrá en un pico más tiempo del esperado, los grandes bancos centrales no planean modificar las orientaciones sobre la evolución de los tipos (forward guidance), frente a un dato del IPC que no da tregua.

En la zona euro, la inflación general escaló hasta el 4,1% interanual, la cifra iguala el récord que se alcanzó en julio de 2008, inédito desde la creación de la moneda única. La situación se agrava en Alemania, uno de los países clave en la orientación de la política monetaria de la Unión Europea y defensor de un control férreo de los precios. Allí, la inflación llegó al 4,5% en el último mes, un nivel que no se alcanzaba desde el periodo de la reunificación. Los 'halcones' alemanes, que durante años han presionado ante la política laxa del BCE, pierden poder con la próxima salida del gobernador del Bundesbank, Jens Weidmann. En EEUU, por su parte, la inflación PCE (gasto de consumo personal) siguió subiendo en septiembre y alcanzó el 4,4 % interanual, lo que supone máximos de casi 30 años.

Powell justificó que la situación actual es "diferente": "En un lugar donde la inflación fue impulsada por los servicios, ahora la inflación está en los bienes, donde no estuvo durante un cuarto de siglo". Aún así, reconoce que es incierto saber cuándo la inflación volverá al objetivo del 2%, al estar afectada por los problemas en las cadenas de suministro y los precios de la energía. Esta naturaleza más estructural está en línea con la defensa del BCE. Sin embargo, Olivier de Berranger, director de gestión de activos en La Financière de l'Echiquier, cuestiona si es una idea errada, ya que "cuando todos los agentes económicos incorporan esta nueva situación en sus razonamientos, indudablemente entran en juego efectos de segundo orden".

Las economías más pequeñas ya han tomado medidas

Los inversores esperaban que el Banco de Inglaterra fuera el primero entre las grandes economías en subir tipos, después de que otras economías de menor tamaño ya han comenzado a aplicar cambios en su política monetaria para frenar el efecto de la inflación. El banco central de Noruega subió hasta el 0,25% sus tipos en septiembre y confirmó que planea ajustar nuevamente al alza las tasas en diciembre. Esto le convierte en el banco central más 'agresivo' entre las economías más desarrolladas frente a la política ultra laxa en la zona Euro. 

También en Europa, la República Checa anunció este jueves una subida de los tipos de interés, hasta el 2,75%, mientras redobla sus esfuerzos para controlar el aumento de la inflación, que alcanzó el 4,9% en septiembre. El banco central checo tiene tradición de una política monetaria dura, pero otro europeo, el de Polonia, más moderado, también elevó los tipos más de los esperado por el mercado. La misma tendencia han seguido otras autoridades monetarias de economías más pequeñas, como la de Hungría o Rumanía, que se desmarcan de los grandes bancos centrales. 

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