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El BCE suelta la correa del Euríbor, que sale a la carrera hacia máximos de 2016

El índice de referencia de las hipotecas españolas retoma la senda alcista de las últimas semanas y alcanza nuevos máximos no vistos en casi seis años ante un probable movimiento del banco central.

El Euríbor se acerca a territorio positivo por primera vez desde 2015. (Foto de ARCHIVO) 19/4/2016
El Euríbor se acerca a territorio positivo por primera vez desde 2015. 
Europa Press

La inflación manda. El Banco Central Europeo (BCE) parece dispuesto a pasar a la acción para preservar la estabilidad de precios en la zona euro la semana que viene (14 abril). Con el Índice de Precios de Consumo (IPC) al 7,5% en marzo, la autoridad monetaria considera que es hora de tomar “medidas adicionales inmediatas hacia la normalización de la política monetaria”, según las actas de la reunión del 10 de marzo. El tono cada vez más agresivo en sus mensajes resuena desde entonces en el mercado interbancario, donde la banca se presta entre sí bajo las reglas del banco central.

El Euríbor a doce meses, la referencia de la mayoría de hipotecas españolas a tipo variable, se ha lanzado a la carrera desde ese día para volver a cotizar en positivo, y está punto de lograrlo por primera vez desde febrero de 2015, como publicó 'La Información'. Su cotización diaria se obtiene de una encuesta entre un panel de 16 bancos europeos (Santander, BBVA, Caixa y Cecabank, entre ellos) y ha marcado este viernes -0,048%, máximos de septiembre de 2016. El saldo vivo de préstamos referenciados a él se eleva a 455.000 millones de euros, según los datos hasta septiembre de la AHE.

El despegue del índice de las hipotecas

"Las actas recién publicadas de la reunión de marzo del Banco Central Europeo confirmaron el tono oficial de la sesión y reflejan muchas declaraciones oficiales desde entonces: el BCE se ha vuelto más agresivo", señala Carsten Brzeski, economista jefe de ING. ¿Significa esto que van a subir los tipos? No tan rápido, sí… pero no. La consecuencia directa para el ciudadano es que comenzará a notar la futura subida de tipos del BCE antes de que se produzca conforme lleguen las revisiones anuales de su hipoteca o cada semestre si ese es el plazo al que está referenciado su préstamo.

Una respuesta contenida

Sin embargo, el banco central todavía no ha movido ni una coma porque mantiene el tipo principal en el 0%, la facilidad de crédito en el 0,25% y la tasa de depósito en el -0,5%. El primero marca el precio que los bancos pagan para obtener financiación a una semana del BCE a cambio de garantías de devolución. El segundo, la financiación a 1 día. Es en el tercero donde habrá movimiento. Representa el interés que las entidades reciben, o pagan en este caso por ser negativo, si colocan sus depósitos a un día en la cuenta del banco central. Esa foto de tipos debe completarse con los llamados TLTROs, también apodada como barra libre de liquidez, que son operaciones de financiación a largo plazo en condiciones todavía más ventajosas y cuya fecha de caducidad es el próximo mes de junio. ¿Qué sucederá entonces?

"El BCE distinguirá claramente entre la normalización de la política y el endurecimiento de la política monetaria. La normalización incluiría el final de las compras netas de activos y la vuelta a cero de la tasa de depósito. El endurecimiento sería el comienzo de un ciclo más largo de subidas de tipos, lo que acercaría o incluso superaría los niveles neutrales (cualesquiera que sean estos niveles)”, añade Brzeski. Dicho de otro modo, el banco central afronta la semana que viene la decisión de ‘elevar’ a cero su tipo bancario y dejar de bombear liquidez al eurosistema con el mecanismo de adquisición APP, que este mes comprará 40.000 millones de euros de deuda, 30.000 millones más en mayo y 20.000 en junio. Teóricamente, esa planificación también puede cambiar la semana que viene.

La tensión en los tipos interbancarios es solo un reflejo de lo que está sucediendo en los mercados de deuda pública, donde también se presiente el cambio de política del BCE. Los inversores están vendiendo bonos y los rendimientos -que se mueven en sentido inverso- no paran de subir. Este ajuste de carteras se produce porque, en caso de una subida de tipos, las futuras emisiones tendrán rentabilidades más altas que las actuales. Además, el siguiente paso que dará el banco central será reducir su balance. El BCE superará el nivel de los 9 billones de euros al final del segundo trimestre si antes no corta las compras de bonos.

La Reserva Federal (Fed) sigue un paso por delante y comienza a marcar el ritmo a su homólogo en Europa. Después de subir los tipos en marzo en 25 puntos básicos, hasta el 0,5%, también se ha propuesto comenzar a drenar liquidez del sistema y reducirá el tamaño de su balance con la venta de 95.000 millones de dólares al mes de bonos hipotecarios y del Tesoro. La escalada de rentabilidades en su deuda está siendo todavía mayor con el bono a 10 años rozando el 2,7%, su nivel más alto desde 2019. Comparativamente, el bund alemán está en el 0,67% y el español en el 1,65%, aunque para ellos son niveles no vistos desde 2018.

La gran diferencia entre la Fed y el BCE es la situación de cada área económica. Mientras la economía americana goza casi de pleno empleo y un buen ritmo de crecimiento, la recesión se asoma a las puertas de Europa por culpa de la inflación energética que se ha visto exacerbada por la guerra. El BCE también ha advertido esta semana que su capacidad de combatir la inflación con subidas de tipos sería "extremadamente costosa" porque supondría destruir la demanda, generar desempleo y detraer rentas. Por eso, el gobernador Fabio Panetta ha pedido a los gobiernos medidas fiscales específicas como una bajada de impuestos indirectos en la energía, una carga que ayudaría a enfriar los índices de precios sin aumentar la demanda. Los expertos consideran que sus medidas serán contenidas para buscar un equilibro entre la estabilidad de precios y el crecimiento.

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