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Bestinver-BlackRock y Mapfre AM: la guerra por ganar cuota en capital riesgo

Las gestoras buscan un hueco en este campo de batalla así como en alternativos, pese al freno en el volumen de captaciones, atraídos por las mayores comisiones y la expectativa de crecimiento del sector en el medio plazo. 

Gráfico BlackRock
Bestinver-BlackRock y Mapfre AM: la guerra por ganar cuota en capital riesgo. 
Nerea de Bilbao (Infografía)

El sector del capital riesgo anticipaba un cambio de marcha para este 2023. La subida de los tipos de interés y las perspectivas de freno económico ya apuntaban a una menor actividad para la industria del 'venture capital' y del 'private equity' después de unos años de furor en España. Esta previsión se constató durante la primera parte del ejercicio cuando la inversión en capital privado experimentó una reducción del 46%, hasta los 3.005 millones, algo que no impidió que cerrase como el segundo mejor semestre de la historia. A la espera de conocer la evolución en la recta final del año, la tendencia a la baja se ha mantenido hasta septiembre, con un volumen de inversión que roza los 4.200 millones, un 40% menos con respecto al mismo periodo de 2022, según datos de SpainCap.

Aunque la mayor parte del apetito inversor en España viene de los fondos internacionales, las firmas nacionales han aumentado su presencia en este ámbito. Las gestoras han comenzado a fijarse en este nicho como una vía para apuntalar su negocio en el medio plazo, especialmente en los últimos meses. La última en hacerlo ha sido Mapfre AM, que ya ha anunciado que planea comercializar y gestionar fondos de capital riesgo el próximo año. La compañía liderada por Álvaro Anguita ha recibido recientemente el visto bueno de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para impulsar este segmento. Con ello dan un paso adelante en este área, a la que fían una pata importante de su crecimiento de cara al próximo año, en la que ya cuentan con dos fondos de la mano de otras compañías: Mapfre Infraestructuras FCR, gestionado por Abante y Mapfre Private Equity FCR, un fondo de fondos asesorado por Altamar.

Precisamente, hace unos meses echó a andar el acuerdo entre BlackRock y Bestinver, en el marco de una alianza estratégica por la que han creado Bestinver Private Equity Funds, un vehículo que invertirá en activos del grupo liderado por Larry Fink y con el que aspiran a más de 200 millones de euros con un retorno anual del 10%. Esta colaboración descansa en el interés de la filial de Acciona por extender su inversión en 'private equity' y la apuesta de la mayor gestora de activos por reforzar sus tentáculos en el mercado privado, bajo la expectativa de que puede crecer más de un 50% en los próximo años hasta los 23 billones de dólares, frente a los 15 billones actuales, que le llevarían a copar el 20% del valor de los activos totales a nivel mundial, según los datos de BlackRock.

Santander AM impulsa su propia gestora de alternativos

La gestora de Banco Santander, Santander AM, también se ha lanzado a reforzar el negocio de alternativos con el desarrollo de una nueva gestora, Santander Alternative Investments (SAI) con el objetivo de multiplicar este tipo de activos en su cartera. Bajo el mando de Luis García-Izquierdo, uno de sus últimos movimientos han sido la entrada en una ronda de financiación de Jolt Solutions mediante Santander InnoEnergy Climate Fund para promover el hidrógeno verde. Además de este, gestiona otros tres fondos al que hay que sumar recientemente 'Santander Secondaries 2023', una iniciativa conjunta con StepStone con la ambición de captar 100 millones y ofrecer una rentabilidad del 15%.

Siguen la estela de otras casas como Bankinter, que también pusieron en marcha una nueva gestora de fondos de inversión alternativa para minoristas en 2022. Al calor de la Ley 'Crea y Crece' rebajaron el ticket mínimo de entrada a 10.000 euros en aras de democratizar este tipo de productos, que estaba reservado para grandes patrimonios e inversores institucionales. Se desmarcan así del sector, que se ha mostrado reticente a adecuar al marco legislativo el tope de 100.000 euros establecido anteriormente. Tan sólo algunas han rebajado la entrada a 50.000 euros, alegando falta de eficiencia, al tratarse de productos poco líquidos, ya que no cotizan.

La rentabilidad, una de las bazas 

La rentabilidad es una de las bazas por las que el capital riesgo despierta interés entre las gestoras con suculentos retornos, históricamente superiores a los obtenidos por los mercados cotizados. Un informe elaborado por la antigua ASCRI arroja que la rentabilidad anual alcanzada por los fondos de capital riesgo entre 20006 y 2022 ascendió al 11,3%, cuatro veces más que el retorno obtenido por el Ibex 35 y el bono español. En concreto, el índice bursátil de referencia en España ha dado en el mismo periodo unas ganancias del 2,8%, mientras que el de la deuda a largo plazo ha sido del 2,9%, siendo el 'venture capital' el que mejor parado sale (12,8%), frente al 'private equity'.

Cabe destacar que estos productos, por lo general, suelen tener unas comisiones de gestión más elevadas, bajo la expectativa de que aportan mayores retornos, de ahí el interés del sector, que se retroalimenta de una demanda creciente, especialmente en grandes patrimonios, ya que en el impuesto de solidaridad a las grandes fortunas se puede deducir de la base imponible las inversiones realizadas en capital riesgo. "La comisiones de los fondos tradicionales son cada vez más bajas porque los inversores se están dando cuenta de que tienen alternativas como los fondos indexados o los clases limpias", señala Víctor Alvargonzález, fundador y CEO de la firma de asesoramiento independiente, Nextep Finance.

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