Perspectivas divergentes

Solo puede quedar uno: China vs EEUU, la batalla que sigue viva en los mercados

La expansión económica de China se ralentizó en 2021 mientras el país endurecía las fronteras para luchar contra la Covid-19, mientras que EEUU entra en el nuevo año en modo aceleración.

EEUU China
EEUU yChina iniciaron un guerra comercial en 2018 que sigue viva.
N.B.

La guerra entre Oriente y Occidente fue de lo más comentado en la era Trump, pero las dos economías más potentes del mundo están cerca de volver a competir por la hegemonía. Una situación que también repercute sobre los mercados. El panorama parece desdibujado, pero una vez se supere la pandemia del Covid-19, volverán los respectivos ataques económicos.

Por lo pronto, a lo largo de 2021, Estados Unidos ha disfrutado de una sólida expansión económica y China ha experimentado un año de menor crecimiento. A medida que nos acercamos a 2022, esas tendencias están a punto de invertirse. “Hay que tener en cuenta que las políticas monetarias y fiscales de las dos superpotencias mundiales se están cruzando y van en direcciones diferentes”, comenta Stéphane Monier, directora de inversiones (CIO) de la firma suiza Lombard Odier.

La expansión económica de China se ralentizó mientras el país endurecía las fronteras para luchar contra la Covid-19 y restringía las ayudas mientras que la economía estadounidense en recuperación fue impulsada por una política monetaria acomodaticia y niveles históricos de gasto federal. Esto está a punto de cambiar, según Monier.

Mientras, China se centrará ahora en un mayor crecimiento, ya que el Partido Comunista Chino se prepara para su 20º Congreso a finales de 2022. Allí se espera que el presidente Xi Jinping jure un tercer mandato sin precedentes.

Hace unos días, el Banco Popular de China redujo por segunda vez este año las cantidades de efectivo que los bancos comerciales deben mantener en reserva, añadiendo unos 188.000 millones de dólares de liquidez al sector financiero.

Además, el banco central ha aumentado su coeficiente de reservas obligatorias (RRR) en moneda extranjera en 200 puntos básicos, hasta el 9%, como parte de una medida para limitar la reciente apreciación del renminbi frente al dólar estadounidense y las inversiones en deuda denominada en el extranjero.

El cambio de marcha de China

A principios de este año, las autoridades chinas se esforzaron por enfriar su economía y continuaron con un cambio para aumentar la demanda interna. Introdujeron límites más estrictos para los préstamos hipotecarios y detuvieron las líneas de crédito a los promotores inmobiliarios.

“Las medidas actuaron como catalizador del impago de la deuda de Evergrande en septiembre, eliminando la garantía implícita para el sector inmobiliario y manteniendo un límite a la demanda de nuevos inmuebles”, asegura Monier.

Con la celebración de los Juegos Olímpicos de Invierno en febrero y el Congreso del Partido Comunista previsto para el segundo semestre de 2022, es posible que la atención prestada al estímulo del crecimiento se traduzca en un PIB anual del 5% y una inflación anualizada de los precios al consumo en torno al 2%, tal y como analiza el experto del banco privado.

Así, el Gobierno chino seguirá gestionando la regulación macroeconómica en consonancia con su ambición a largo plazo de duplicar la renta per cápita para su objetivo de 2035. Más recientemente, el Gobierno ha establecido objetivos de independencia y resistencia económica y estratégica a largo plazo, en lugar de impulsar el crecimiento a corto plazo.

Equipada con vacunas relativamente ineficaces contra la pandemia, China mantendrá una estrategia de Covid cero hasta 2022, ajustada para minimizar las interrupciones de la producción. La vacuna Sinovac, desarrollada en el país, ha mostrado una eficacia del 51% contra el coronavirus, según la Organización Mundial de la Salud, frente al 95% de Pfizer/BioNTech.

China no ha aprobado la distribución de la vacuna de Pfizer, y hay una vacuna de desarrollo propio en fase 3 de ensayos clínicos. “Si ambas fueran aprobadas en 2022, China podría estar en condiciones de reabrir sus fronteras a finales del próximo año o a principios de 2023, ofreciendo a la economía un nuevo impulso”, destaca Monier.

A más corto plazo, la economía china seguirá siendo muy sensible a la evolución de las infecciones en el país, especialmente a la luz de la desaceleración del tercer trimestre, que reflejó las restricciones que contienen una serie de brotes de la variante Delta.

Estados Unidos alcanza su velocidad de crucero

Por su parte, las perspectivas de Estados Unidos para 2022 son muy diferentes, según el experto. En su última reunión del año ha cambiado claramente de dirección, reconociendo que la inflación se ha mantenido elevada durante más tiempo del esperado mientras que el progreso en el empleo ha sido rápido.

“Lo más interesante es que la Fed ha dejado sobre la mesa una subida de tipos en primavera. Mientras, duplicará el ritmo de reducción de sus compras mensuales de activos y ahora está dispuesto a completar su reducción para el próximo mes de marzo”, dice.

Por consiguiente, dentro de sus estimaciones es posible que la Fed imponga dos subidas de tipos en 2022, con nuevas subidas que sitúen el tipo de referencia en torno al 2,5% en 2024. “En el contexto en el que nos encontramos, es probable que el aumento de los precios siga siendo elevado en 2022, antes de disminuir hacia finales de año para un aumento de la inflación subyacente anualizada del 2,6%”, resalta.

La inflación subyacente del PCE (gastos de consumo personal) alcanzó en octubre un máximo de tres décadas, el 4,1%, en comparación con el año anterior. Los factores que han impulsado la inflación este año, como la congestión del transporte marítimo en los puertos estadounidenses y en su aproximación, están remitiendo.

Además, es probable que los precios del petróleo, que en noviembre alcanzaron un máximo de tres años con casi 85 dólares por barril de crudo Brent, sigan bajando. “Por el lado de la demanda, los atrasos de los consumidores se están liberando, y los programas de apoyo a la pandemia están llegando a su fin a medida que las necesidades se desplazan de los bienes a los servicios”, concluye.

Mostrar comentarios