Problemas de confianza

El coche eléctrico y las renovables pueden encarrilar la recuperación en 'U' de China

Estos sectores, junto a las telecomunicaciones, representan los puntos fuertes del gigante asiático frente a la crisis del ladrillo que puede arrastrar a otras actividades en medio de la escalada de tensión con Estados Unidos. 

Pekín
El coche eléctrico y las renovables pueden encarrilar la recuperación en 'U' de China. 
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China está experimentando una crisis de confianza, lo que aumenta el peligro de una crisis total. Sin embargo, algunos expertos apuntan que el escenario puede seguir siendo relativamente positivo, ya que también hay importantes fortalezas estructurales. ¿Dibujará el gigante asiático una recuperación en 'U' de su PIB? El torrente de noticias negativas procedentes del gigante asiático parecen no tener fin. El crecimiento económico del segundo trimestre supuso una decepción. Por primera vez desde 2017, está fluyendo más dinero de los inversores hacia el resto de Asia que hacia la propia China.

En el conflicto con Estados Unidos, se observa una escalada en lugar de una relajación. Los precios de las acciones y los bonos de muchos promotores inmobiliarios se han desplomado, lo que a su vez provoca desequilibrios entre otros proveedores de servicios financieros. En el sistema bancario en la sombra hay desequilibrios vinculados al mercado inmobiliario. Además, el yuan ha perdido terreno frente al dólar desde su máximo a mediados de enero.

Para abordar algunos de estos problemas, la dirección del Partido Comunista chino presentó un programa de reformas el pasado 24 de julio. No obstante, la respuesta positiva se desvaneció en pocas semanas. La impresión que se formó entre amplios sectores de la población desde el fin de las restricciones de la Covid se ha mantenido. "Por un lado, es poco probable que se dé un fuerte impulso a las empresas y los consumidores para estimular la economía. Las palabras del Gobierno no suelen ir seguidas de hechos, por lo que la incertidumbre persistirá", comenta DWS en un informe detallado sobre la situación del país asiático.

Además, la comunicación por parte del propio Gobierno parece inadecuada; hecho del que los observadores extranjeros también se han percatado. Un claro ejemplo es la interrupción brusca de la serie de datos que muestran el alto desempleo juvenil. De este modo, China mantiene sus fortalezas en algunas industrias de alta tecnología, en el tamaño de su mercado interior, en el bajo endeudamiento de los propietarios de viviendas, en la escasa deuda exterior, así como en el creciente sector de los servicios y la deuda externa.

Los problemas estructurales

Cabe añadir los retos a largo plazo: desde la disminución de la población activa como las consecuencias de las medidas estadounidenses para restringir los envíos de productos tecnológicamente importantes. También, los elevados niveles de deuda de los gobiernos locales y sus vehículos de financiación, la cuestión de si los dirigentes de Pekín están dispuestos a dar al sector privado y a los mercados financieros el margen de maniobra que necesitan para establecerse internacionalmente, incluso en las áreas de mayor valor, y permitir que la "nueva economía" gane importancia. El reto global lo plantea un Gobierno que vuelve a actuar de forma más centralizada, lo que podría resultar perjudicial.

"No esperamos que el gobierno esté dispuesto a intentar invertir las tendencias con una intervención masiva"

Pero el mayor reto de China reside en el desequilibrio simultáneo del inmobiliario y dos actividades estrechamente relacionadas: el sistema bancario en la sombra y los vehículos de financiación de las autoridades locales. Según DWS, aquí existe la amenaza de una espiral descendente, cuyo calendario no es previsible, sobre todo porque una gran cantidad de viviendas, tanto terminadas como inacabadas, está obstruyendo el mercado y erosionando aún más la confianza.

El ladrillo cotizado ha sufrido un desplome espectacular: el índice de referencia ha caído casi tres cuartas partes desde su máximo. En la economía real, esto se refleja en el rápido descenso de las hipotecas para nuevos compradores de vivienda: recientemente ha caído por primera vez a terreno negativo en términos interanuales. Aún no se vislumbra un mínimo ni para la serie temporal inmobiliaria ni para la hipotecaria.

"Esperamos más titulares negativos de esta combinación de crisis inmobiliaria, financiera y de confianza; sobre todo porque no esperamos que el gobierno esté dispuesto a intentar invertir las tendencias con una intervención masiva", comentan los expertos de la gestora. Eso puede ser una decepción para los inversores, pero entendemos que sería contraproducente a largo plazo. Pekín quiere recortar su volumen y su volumen de endeudamiento hasta un nivel saludable, aunque ello implique dificultades financieras para las empresas individuales o los propietarios. Encontrar el equilibrio adecuado entre reformas selectivas que fomenten la confianza y medidas para reducir los riesgos sistémicos será el principal reto de Pekín en los próximos meses.

Los puntos fuertes están en las renovables y el coche eléctrico

Junto a los riesgos y acontecimientos negativos que a menudo tienen lugar en el país, habría que echar un vistazo a los puntos fuertes de China, para ofrecer una imagen completa. El rápido aumento de las ventas de coches eléctricos, la expansión de las energías renovables y la difusión de infraestructuras de telecomunicaciones de última generación son solo algunos ejemplos. "Hay sectores que pueden hacer que la recuperación del país de su PIB sea en 'U' y no se quede estancado", describen los analistas de Atlantic Capital en una reciente nota.

El mayor reto de China reside en el desequilibrio del inmobiliario, la banca en la sombra y los vehículos de financiación de las autoridades locales

Desde DWS opinan que la dirección del Partido Comunista está dispuesta y es capaz de abordar algunos de los problemas que presenta el país. "Esto incluye tomar medidas para mejorar las condiciones de las empresas privadas, la promoción de industrias prometedoras y una reorganización de las finanzas de los gobiernos locales que no dependa de los ingresos del mercado inmobiliario", explican. Pero también comprenden el escepticismo de que una dirección del partido, que hace poco recortó el sector privado y favoreció a las grandes empresas estatales, cambie de rumbo. "Sin embargo, los numerosos retos a los que se enfrenta el Gobierno hacen que, probablemente, sea consciente de la necesidad de que no hay alternativa a tomar medidas al respecto", aseguran. El camino ya está trazado.

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