Sufren castigos en Bolsa

El combustible, las guerras y el riesgo de recesión lastran a las aerolíneas europeas

El sector afronta unos próximos meses "de máxima incertidumbre" por la escalada de costes y el posible recorte de la demanda, mientras la cotización de estos valores se resiente a la espera de los resultados trimestrales. 

Avión
El combustible, las guerras y el riesgo de recesión lastran a las aerolíneas europeas. 
Rafael Garcia/ Europa Press

Las aerolíneas europeas no consiguen escapar de las turbulencias. Después de un verano de récord, en el que la alta demanda se ha conjugado con un repunte del precio de los combustibles, toca rendir cuentas a los inversores en esta temporada de resultados. La cuestión no está tanto en el beneficio trimestral, sino más bien en las perspectivas del negocio ante un escenario complejo, que los analistas de JP Morgan califican como "de máxima incertidumbre para el sector". Al contexto macroeconómico, marcado por el aumento del coste de las materias primas que utilizan y la amenaza de una caída de la demanda que fuerce a reducir tarifas, se suma ahora un nuevo foco bélico tras el ataque terrorista de los milicianos islamistas de Hamás en Israel.

Estas empresas han sido las primeras en sufrir el impacto de la escalada de tensión con fuertes sacudidas en bolsa a principios de esta semana, lo que añade más presión a sus cotizaciones. "Es poco probable que no se produzca un impulso alcista al menos hasta que los inversores se sientan cómodos con el panorama de la demanda", señalan desde la citada casa de análisis, que pone el foco en las firmas ‘low cost’. A nivel continental, EasyJet ha sido una de las primeras en detallar la evolución del negocio entre julio y septiembre, que se corresponde con su último trimestre fiscal.

Si bien el grupo ya se plantea retomar el dividendo y augura una mejora de las perspectivas tras realizar el mayor pedido de su historia a Airbus, no ha convencido al mercado. Una de las claves está en los ingresos por asiento, que aumentan un 9%, ligeramente por debajo del 10% esperado por el consenso, mientras las previsiones para su primer trimestre fiscal 2024, que ya han comenzado, se mantienen "sin cambios" con un repunte del 15%. En este sentido, los principales riesgos que afronta son el debilitamiento de la situación económica, según HSBC, así como las amenazas inflacionarias, entre los que JP Morgan incide en el gasto del personal o de asistencia en tierra.

Dentro de esta categoría también se encuentra Ryanair, que tampoco escapa de las amenazas que asolan al sector a las que se suma la debilidad del euro frente al dólar porque eleva el gasto en combustible. Aunque la escalada del ‘jet fuel’ se ha moderado en lo que va de octubre, en los últimos tres meses experimenta un encarecimiento medio del 20%, lo que puede reducir las ganancias del conjunto del sector si las compañías aéreas no son capaces de incrementar tarifas. Estas circunstancias les llevan a experimentar retrocesos en los últimos meses. En el caso de la firma británica, la corrección desde los máximos del pasado mayo roza el 24% hasta las 402 libras (465 euros al cambio actual), mientras que el grupo fundado por Michael O’Leary, cae desde el pasado abril algo menos de un 10% y se mueve en el entorno de los 15 euros.

IAG puede beneficiarse de los vientos de cola

Entre los grandes grupos aéreos europeos destaca IAG. El ‘holding’ que agrupa Iberia, British Airways o Vueling, entre otras, ha sido uno de los más castigados en Bolsa a raíz de la escalada de tensión en Oriente Medio, lo que le lleva a alejarse de los dos euros por título con los que coqueteó a principios de año para instalarse en los 1,8 euros. A pesar de que la compañía no escapa de los factores que perjudican al sector, los analistas prevén que los mayores costes se verán compensados por el aumento de los ingresos, al menos en el trimestre que acaba de terminar y cuyas cuentas se darán a conocer a finales de octubre. 

El foco de preocupación se encuentra en su deuda que, a 30 de junio se había reducido a 7.600 millones, y puede mantenerse más elevada que el resto de sus pares a medio plazo. Dentro de España, esta situación repercute de manera indirecta en Amadeus, ya que el ritmo de recuperación del proveedor de soluciones tecnológicas podría ralentizarse mientras las presiones sobre el incremento de costes persistan.

De forma paralela, los expertos advierten de que el encarecimiento de costes afectará al Ebit de Lufthansa, según las estimaciones de la firma estadounidense, aunque todo dependerá de la evolución del negocio durante el cuarto trimestre después de salir de pérdidas en el primer semestre de 2023. Pese a ello, cuenta con catalizadores positivos como un balance "sólido", la devolución de todas las ayudas recibidas durante la pandemia al Estado alemán o la reapertura de fronteras de China. 

De su lado, Air France enfatiza en el "aumento estructural" de los márgenes con respecto a los niveles prepandemia, gracias, en parte, a retomar los trayectos de largo radio, aunque no por ello escapa de los acontecimientos inesperados que influyen en el sector en su conjunto, como las guerras. A diferencia de las anteriores, la compañía francesa cotiza en los 12 euros por acción, zona de mínimos anuales, con una corrección en lo que va de año del 1,75% y de casi el 35% desde los máximos de marzo, cuando superó los 18 euros. Lufthansa, por su parte, se deja cerca de un 8% en los últimos nueve meses y medio, que le llevan a rondar los 7,1 euros, lejos de los 10,9 euros que llegó a marcar.

En estas circunstancias, Ryanair es la única a la que se rinden los analistas, con un 100% de recomendaciones de compra, ante la posibilidad de que pueda pegar un salto cercano al 50% en los próximos doce meses. A algo más de distancia se encuentra Easyjet, cuyos consejos de compra se elevan al 62% y 28% mantener, similares a los de Lufthansa (66,7% comprar y 25% mantener) e IAG (66,7% comprar y 30% mantener), mientras que en Air France asciende al 50% y 45%, respectivamente. 

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