Warren Buffett, entre sus muchos deseos, tenía uno muy claro: comprar una aerolínea. El 'Oráculo de Omaha' ha sido experto en acudir al rescate de multitud de empresas que han atravesado situaciones muy delicadas. El multimillonario estadounidense, a través de su vehículo de inversión Berkshire Hathaway, invirtió en Goldman Sachs en los primeros días de la crisis financiera en 2008 o, tres años después, en Bank of America tras arrojar pérdidas multimillonarias (perdía 8.826 millones de dólares en el segundo trimestre) tras un acuerdo alcanzado sobre la comercialización de bonos respaldados en hipotecas durante la crisis.
Las aerolíneas estadounidenses son un sector que se encuentra en una situación muy delicada y en el que Warren Buffett tiene posiciones fuertes. No obstante, la respuesta del famoso inversor parece clara, al menos de momento, al no reforzar sus posiciones pese al desplome. United Airlines, Southwest Airlines, American Airlines y Delta Air Lines son las cuatro apuestas en el sector, que se han visto perjudicadas por las cancelaciones de vuelos como consecuencia del Covid-19.
El desplome de las aerolíneas, a un lado y otro del Atlántico, ha sido notable en bolsa. El US Global Jets ETF, que aglutina la cotización de las estadounidenses, se ha desplomado alrededor de un 45% en el último mes y más de un 60% en el trimestre, lo que evidencia el golpe del coronavirus en la línea de flotación de las aerolíneas. La firma es uno de los grandes accionistas en todas ellas: en United Airlines controla alrededor del 8,8% del capital, en Delta Air Lines el porcentaje asciende al 11,1%, en American Airlines en torno a un 10% y en Southwest un 10,4%, según datos a cierre de 2019.
Las caídas en bolsa podían haber sido aprovechadas por Warren Buffett para tomar más posiciones y cumplir así su deseo de comprar una aerolínea. Por tanto, pondría a trabajar la liquidez de más de 128.000 millones de dólares que ha amasado durante los últimos años pero ese no ha sido el caso. El 'Oráculo de Omaha' ha vendido cerca de 13 millones de Delta Airlines por alrededor de 315 millones de dólares y en torno a 2,3 millones de la aerolínea 'low cost' Southwest por 74 millones de dólares, según comunicaba a finales de la semana pasada.
El impacto del coronavirus ha tenido un gran impacto en el patrimonio de Berkshire Hathaway y en la propia firma. Desde el 21 de febrero acumula un desplome de alrededor del 20% en Wall Street y en el mes de marzo marcaba mínimos desde mediados de 2017. Este castigo se explica por el deterioro de sus inversiones, entre los que está el sector aéreo, que solo en estos pocos más de tres meses ha provocado una minusvalía latente cercana a los 6.000 millones puesto que su valor, a precios de mercado, es de poco más de 4.300 millones de dólares.
Las compañías del sector han ido calculando el impacto del Covid-19 en sus resultados. Delta Air Lines prevé que su facturación caiga un 90% en el segundo trimestre de 2020 mientras que United Airlines, que ha suspendido su recompra de acciones, prevé pérdidas en el primer trimestre del curso y sus responsables (presidente y CEO) han renunciado al 100% de su salario hasta, al menos, el 30 de junio de este año. De hecho, todas las aerolíneas han suspendido muchas rutas cumpliendo con las demandas de expertos sanitarios, que recomendaban disminuir el tráfico aéreo en Estados Unidos, y especialmente en el área de Nueva York, la más castigada por la pandemia del coronavirus.
El Tesoro de Estados Unidos acudirá al SOS lanzado por las aerolíneas y ya habría comunicado a las compañías un rescate que alcanzaría los 32.000 millones de dólares y que evitaría que se produjeran miles de despidos de trabajadores. De esta cuantía, la mayor empresa del sector (American Airlines) recibiría alrededor de 12.000 millones de dólares, según confirmaba su presidente Doug Parker.
La fortuna de Warren Buffett también ha acusado el castigo de Berkshire Hathaway. Solo durante este curso su patrimonio ha caído alrededor de 18.900 millones y se sitúa en los 70.300 millones de dólares, el tercer mayor multimillonario, según el ranking de billonarios de Bloomberg. No obstante, se sitúa alejado de Jeff Bezos o Bill Gates mientras que el propietario de Louis Vuitton, Bernard Arnault, se sitúa a poco más de 2.500 millones de dólares de desembarcar al estadounidense del podio de mayores fortunas del planeta.
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