Cerca del 3,8%

El coste de la deuda a 10 años sube al nivel de 2014 con las 'subastas' de la investidura

La negociación sobre una amnistía a medida para Carles Puigdemont (Junts) o un hipotético referéndum eclipsan las demandas de mayor financiación para Cataluña de Aragonés (ERC) y las quitas a la deuda autonómica.

El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragones, durante un mitin de ERC en la Diada.
El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragones, durante un mitin de ERC en la Diada.
Europa Press

A rebufo del proceso de investidura de Alberto Núñez Feijóo, el Gobierno en funciones acelera las negociaciones en segundo plano con los potenciales socios parlamentarios llamados a respaldar a Pedro Sánchez de cara a su reelección si el candidato del PP falla en su intento por reunir un apoyo parlamentario mayoritario. La particular subasta de escaños ha comenzado en público con peticiones concretas del nacionalismo catalán como las de Junts (aministía y referéndum), ERC (quitas, mayor financiación y competencias) y otras más personalistas como las Podemos, que controla 5 diputados de Sumar y pide un ministerio para Irene Montero.

Ante ese escenario de incertidumbre, los inversores internacionales se mantienen en compás de espera atentos a los últimos movimientos del Banco Central Europeo (BCE), que ha vuelto a elevar los tipos de interés al 4,5% y sigue tensionando la curva de intereses de los bonos con el proceso de reducción de balance. La última llamada a la consolidación fiscal de los países de la zona euro también está provocando ese efecto porque forzará a equilibrar las cuentas públicas para evitar endeudarse aún más, esta vez sin la garantía del banco central y a la búsqueda de inversores internacionales privados como fondos o vehículos soberanos, según los expertos.

Mientras tanto, las rentabilidades de la deuda marcan no solo el interés que reciben los inversores que compran estos activos, sino el coste de emitir y financiarse por parte de los vendedores de bonos. Los gobiernos europeos siguen a la cabeza de esta lista, entre ellos, el español. El Tesoro Público prevé realizar emisiones netas (deuda nueva) por valor 70.000 millones de euros en 2023 para cubrir su déficit, algo más de una cuarta parte del total de su volumen de emisiones anual para refinanciarse.

La expectativa de que esa cifra se queda corta por el aumento de la carga de intereses y los compromisos financieros virtuales que está asumiendo el Gobierno en funciones de Sánchez ha provocado un encarecimiento de la deuda en el mercado secundario. El interés del bono español a 10 años cerró este lunes en el 3,788%, su nivel más alto desde marzo y, por tanto, su máximo desde enero de 2014. A 30 años, el rendimiento de la obligación se eleva al 4,3%, mientras que el bono a 2 años ha escalado hasta el 3,63% en respuesta al nuevo marco planteado por el BCE.

¿En qué consiste ese escenario? El nuevo mantra de 'tipos altos por más tiempo'  viene a definir la apuesta del BCE por mantenerse firme ante las presiones de bajadas de tipos una vez se confirme la desaceleración económica y se endurezcan aún más las condiciones reales de financiación. Después de la décima subida de tipos de interés desde julio de 2022, la autoridad que preside Christine Lagarde parece haberse por satisfecha y ha señalado una probable pausa en lo que resta de 2023.

"El BCE ha entrado en la siguiente etapa: los mercados de tipos están empezando a mirar más allá del máximo, mientras que las preocupaciones macroeconómicas guían los tipos a la baja y la curva se aplana", comentan desde el equipo de economistas de ING Research. "Esta será probablemente la última subida de tipos del BCE. Vemos que los datos económicos para el resto del año seguirán debilitándose, aunque no esperamos una recesión significativa, ya que el crecimiento seguirá siendo ligeramente positivo", apuntan desde Vontobel.

La gestora suiza prevé además que la inflación se reducirá sustancialmente debido sobre todo al impacto de las anteriores subidas de tipos y a los efectos de base. "Este no es un entorno propicio para nuevas subidas de tipos, teniendo en cuenta que la orientación de la política monetaria ya se considera restrictiva. Lagarde llegó a decir que la transmisión de la política monetaria ha sido rápida en comparación con pruebas anteriores. Este es esencialmente el aterrizaje "suave" del que hemos hablado anteriormente y, en consecuencia, dado que el BCE está terminando de subir los tipos, no hay recesión y la inflación será más lenta en el futuro, creemos que este será un entorno favorable para los activos de renta fija", añaden.

Según Felipe Villarroel, gestor de TwentyFour AM (boutique de Vontobel), "los bonos del Tesoro se beneficiarán de un periodo más tranquilo a medida que disminuya la incertidumbre en torno a las medidas de los bancos centrales, aunque es probable que el margen para un gran repunte se vea limitado por el hecho de que las curvas están invertidas, pero aun así creemos que es un buen telón de fondo para los productos de renta fija. Los diferenciales también deberían estar bien respaldados, pero dada la disparidad que observamos en los distintos mercados de crédito, tendemos a creer que los que parecen baratos se pondrán al día, mientras que el resto simplemente permanecerá bien respaldado".

Entre los valores de renta fija más atractivos, Vontobel apuesta por los títulos financieros y bancarios como la deuda híbrida como AT1 y AT2, bonos senior y valores hipotecarios y titulizaciones. "Los diferenciales de estos últimos siguen siendo muy amplios en comparación con la historia. Sin embargo, los bonos de alto rendimiento (high yield) probablemente pertenezcan al segundo grupo, con unos diferenciales que no nos parecen especialmente baratos ni caros", añaden.

Por tanto, si ya no hay más subidas de tipos en el horizonte, los expertos ven probable que los inversores busquen asegurarse un asiento con los niveles de rendimiento actuales, sobre todo, de cara a una hipotética bajada de tasas en 2024. "Creemos firmemente que uno de los principales lastres de la rentabilidad reciente de los activos de renta fija, es decir, los bancos centrales con su ciclo de subidas más rápido en décadas, está llegando a su fin. Por lo tanto, no pasará mucho tiempo antes de que veamos rentabilidades (yields) en los activos de renta fija muy por encima de los niveles de la inflación, lo que podría traducirse en una carrera de los inversores para asegurarse esas yields", concluyen en Vontobel.

Mostrar comentarios