Tensión en bolsa

Despierta, Wall Street: el histórico dato de inflación en EEUU envenena la bolsa

Los mercados permanecen en vilo pendientes del dato de precios de consumo en EEUU en marzo que podría acelerar de nuevo las expectativas de subidas de tipos y la agresividad de la Reserva Federal.

Wall Street se enfrenta este martes a su mayor dato de inflación en 40 años.
Wall Street se enfrenta este martes a su mayor dato de inflación en 40 años.
DPA vía Europa Press

Toda una generación por debajo de los 40 años asiste al mayor periodo inflacionario de su vida. Desde principios de los 80, los precios de consumo no crecían a la velocidad actual. EEUU asiste este martes (14:30 horas) a la publicación de la última lectura del IPC, correspondiente al mes de marzo, cuya previsión más conservadora es un alcance el 8,5% aunque la mayoría de expertos creen que se producirá una sorpresa al alza. Se trata de una cifra que preocupa a la ciudadanía pero todavía más a los inversores que temen la reacción de la Fed con subidas de tipos de interés para contenerla.

Wall Street está despertando a esa posibilidad después del rally de recuperación registrado a mediados de marzo en plena guerra sobre Ucrania. El detonante del deterioro bursátil ha sido el imponente desplome de las cotizaciones de los bonos y la escalada de rentabilidades, que se mueven de forma inversa a los precios. El rendimiento de la deuda a diez años del Tesoro de EEUU se ha disparado al 2,78%, su nivel más alto desde 2018. 

El marco temporal retrotrae al inversor a la última subida de tipos previa a la de 2022 y a la crisis en las bolsas que ocurrió entonces. Ahora las valoraciones están mucho más altas que entonces después de dos años de inyecciones de liquidez masivas en los mercados por parte de la mayor parte de bancos centrales. Ahora toca emprender el camino de vuelta pero el escenario macroeconómico se ha vuelto más complejo que nunca.

El tecnológico Nasdaq y los valores de crecimiento son quienes más están notando el cambio en la dirección del viento en los mercados con una caída del 5% en lo que va de abril. Los gigantes billonarios del parqué como Apple, Microsoft, Amazon y Alphabet han comenzado a debilitarse después de las fuertes subidas de la segunda mitad de marzo. El índice bursátil Nasdaq 100 cayó un 2,4% el lunes, lo que  han borrado más de 1 billón de dólares en valor de mercado del índice en los últimas cinco días.

Incluso Tesla, que llegó a dispararse un 50% en dos semanas, está sufriendo las consecuencias del menor apetito inversor y de los cierre de su fábrica en Shanghái. Además del nerviosismo que puede provocar un dato descontrolado de los precios de consumo en marzo, los inversores también miran de reojo la fuerte desaceleración económica y los confinamientos a gran escala en China por el Covid-19.  .

Los últimos discursos de los gobernadores de la Fed y las actas de la reunión de marzo del banco central apuntan a un movimiento rápido de ajuste de tipos de interés y reducción de balance (-95.000 millones de dólares al mes) que van a retirar el oxígeno financiero de golpe a Wall Street. Jerome Powell ya ha mostrado sus cartas: la prioridad es combatir la inflación. 

“Parece dispuesto a actuar de forma agresiva en los próximos meses, intensificando el uso de todas sus palancas políticas: no sólo es probable que el endurecimiento cuantitativo comience pronto y se acelere en poco tiempo, sino que también se prevén mayores subidas de tipos de 50 puntos básicos en las próximas reuniones (...) La Fed es ahora consciente de que va por detrás de la curva y se esfuerza por ponerse al día con un panorama de deterioro de la inflación”, aseguran desde Federated Hermes.

La demanda de instrumentos de cobertura vuelve a crecer con fuerza entre los ‘hedge funds’ con el VIX, que mide la volatilidad de las opciones sobre el S&P 500, cotizando por encima de los 25 puntos en que se movía tras las dos primeras semanas de guerra en Ucrania. La última encuesta entre gestores de fondos de Bank of America evidenció que la opción por la liquidez se ha situado en máximos desde el estallido de la pandemia en 2020. 

La tormenta perfecta está provocando a la vez que tanto las expectativas de inflación sigan al alza como que la amenaza de recesión sea creciente, en especial, en Europa y los países más expuestos a la guerra de Ucrania. Como única buena noticia de la foto en los mercados está la posibilidad de que el enfriamiento económico apague también el fuego de los precios energéticos, principales impulsores de la inflación y sus efectos de segunda ronda.

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