El desplome de Dia no parece tener fin en este 2018. La compañía ha vuelto a ser el farolillo rojo en la sesión de este miércoles, ha cedido cerca de un 7%, y perfora por primera vez la barrera de 0,6 euros por acción. Además, todo ello con un importante baile de nombres en la cúpula directiva.
Los títulos de la firma "siguen ahondando en sus mínimos históricos tras marcar en la sesión los 0,580 euros", explica Aitor Méndez, analista de IG. Con la caída de hoy, las acciones de Dia acumulan seis de las últimas ocho jornadas en números rojos, en las que ha perdido un 27,5% de su precio, si se toma como referencia los 0,80 euros por acción con los que puso fin a la sesión del viernes 23 de noviembre.
El cambio más importante en su cúpula ha sido la renuncia del actual presidente interino, Sthepan DuCharme, como consejero dominical en representación de Letterone Investment. La mano derecha del máximo accionista de la compañía, Mijail Fridman, buscará ahora centrarse en el diseño y desarrollo de un plan sostenible a largo plazo para la firma, según explicó en la nota remitida a la CNMV.
Por otro lado, Dia anunció el nombramiento de dos nuevos nombres que deben reconducir la mala situación de la compañía: por un lado, el nuevo director financiero será Enrique Weickert, ex de OHL donde desarrollaba el mismo puesto. Por otro, Iván Martín, procedente de El Corte Inglés, como director de operaciones para España, cuya misión será desarrollar una estrategia propia que permita a la compañía recuperar la fuerza que tenía antes en el mercado nacional.
Muchos fondos pillados en la caída
Este fuerte castigo ha pillado con el 'pie cambiado' a muchos inversores. Norges Bank dejaba de ser accionista significativo durante este mes al situar su participación por debajo del 3% mientras que los gestores de fondos confiaban en un rebote de la acción ya que los expertos incrementaban su patrimonio un 97,67% en el tercer trimestre, hasta los 60,8 millones de euros, disparándose la presencia de los mismos de 63 a 102. No obstante, hasta 40 fondos decidían reducir su inversión temiendo la situación que la compañía vive actualmente.
La falta de liquidez de la compañía es otro de los motivos de su fuerte castigo bursátil. Recientemente, la agencia Moody's rebajaba tres escalones su rating, desde 'Ba2' hasta 'B2' y elevaba su probabilidad de incumplimiento de pago de su deuda, situando su perspectiva en 'negativa'. La firma argumentaba su decisión en la trayectoria descendente de sus resultados y la debilidad de su liquidez. De hecho, Dia tendrá que refinanciar sus próximos vencimientos de deuda, lo que presionará su efectivo en los próximos meses y le obligará a la compañía a negociar con los bancos acreedores ya que solo tenía efectivo de 22 millones a 30 de septiembre de este año frente a los 756 millones de deuda a corto plazo.
La liquidez de Dia se ha agotado rápidamente en las últimas semanas debido al 'profit warning' y la revelación de errores contables. Dia anunció el 15 de octubre de 2018 que su beneficio operativo (ebitda) bajaría hasta los 350 ó 400 millones de euros este año frente a los 568 millones presentados en 2017. Además, la firma prevé que el beneficio continúe cayendo en 2019, aunque a un ritmo más lento, al enfrentarse a vientos en contra en todos sus mercados, "que no serán compensados completamente por medidas de reducción de costes".
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