Disney & Fortnite: la mezcla explosiva que amenaza a toda la competencia

  • Ya sea Comcast, Netflix o Sony ninguna firma de entretenimiento escapa a los alargados tentáculos de la icónica compañía de dibujos animados.
Evolución bolsa Disney
Evolución bolsa Disney

Entre todos los negocios en los que Disney está implicada no hay otro con mayor potencial ahora mismo que el videojuego Fortnite. La modalidad 'Battle Royale', que permite a los gamers enfrentarse entre sí, ha convertido a la historia en un auténtico fenómeno de masas que arrastra a más de 125 millones de usuarios activos, según Data Research. Este año el juego pulverizará con seguridad su récord de ingresos - lo lleva haciendo desde que salió la primera edición - con unos 2.000 millones.

La cuestión más relevante de la relación entre Disney y Fortnite es que vuelve a colocar al gigante del entretenimiento en el centro de otro ‘target’ de mercado, uno más, para apuntalar su condición de líder indiscutible a la hora de satisfacer las necesidades de todo tipo de perfiles. ¿La clave? Ser capaz de desarrollar ese tipo de relación a través del plano emocional, lo que The Economist describe como: "Asegurarse su futuro, comprando la infancia pieza a pieza".

A Disney no le importan cuales sean los gustos o aficiones de cada persona, ni siquiera el año en que nació. La gran fortaleza de la compañía es crear tantas versiones de sí misma como demande el mercado y allá donde no alcanzan sus propios medios realizar las operaciones corporativas que sean necesarias.

La compañía mantiene intacta la vinculación de su imagen a la de su personaje principal, Mickey Mouse, el icónico ratón que se dio a conocer en 1928 y que este 2018 cumple 90 años. Un ejemplo de como Disney es capaz de explotar el ciclo vital de su cosecha propia.

También es capaz de sacar partido de la cosecha ajena. Star Wars no solo supuso un antes y un después por sus efectos especiales, también por la dimensión comercial que la factoría de George Lucas supo dar al producto mediante la explotación del 'merchandising'. Ahora forma parte de Disney. Como también ocurre con la factoría Pixar, creadora de historias que han marcado a una generación como Toy Story, Up o Los Increíbles. Otro ejemplo es el universo Marvel, con una legión de seguidores tanto de los comics como de los taquillazos cinematográficos a los que los primeros han dado lugar. Los amantes del deporte también pasan por la 'taquilla' de Disney que mantiene su control en el canal ESPN.

Todas las adquisiciones que ha ido realizando la compañía han seguido el patrón más antiguo de la firma: el del famoso esquema dibujado por el propio Walt Disney. En el centro del negocio están las propias películas y los personajes que genera, con la vinculación emocional propia de la firma, de donde salen distintos vectores de negocio complementarios como parques temáticos, las propias figuras, juguetes o mercancías, música, publicaciones impresas, la  televisión por cable y ahora su plataforma de contenidos o su vinculación con el mundo de los videojuegos en red a través de Fortnite.

Cerca de máximos, mientras ya planea plantar cara a Netflix

Fortnite es uno de los grandes frentes de la compañía, aunque allí comparta intereses como otras grandes firmes como Tencent o el fondo de capital riesgo KKR -que ha entrado en la última ronda de financiación de la marca por 1.250 millones-. El otro gran frente será el de rivalizar con gigantes como Netflix o Amazon que han abierto el melón de las plataformas digitales para captar el negocio de la televisión por cable.

The Walt Disney Company ya ha presentado oficialmente su propia plataforma: Disney +. Pese a que la empresa dirigida por Reed Hastings (Netflix) es la gran firma en este segmento y cuenta con una base de clientes muy amplia, el potencial de Disney no se puede pasar por alto. Es más, su capacidad de generación de contenidos le sitúa en una posición de ventaja frente a la plataforma de Hastings: la propia Disney, Pixar, Star Wars, Marvel o National Geographics.

Con Fortnite y Disney + como arietes en los nuevos campos de la industria del entretenimiento, el gigante del icónico Mickey Mouse espera poder superar los máximos en bolsa que rozó en 2015 cuando cotizaba a 120 dólares por acción. Ahora, lo hace en los 116 dólares después de solventar con nota el fatídico mes de octubre que ha vivido la bolsa norteamericana. Para superar sus máximos, el enfrentamiento directo que mantenga con Netflix por el dominio de las plataformas de contenido por internet va a ser esencial.

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