Recompras de acciones

Exxon, Meta, Apple... Biden pone palos en la rueda de Wall Street con otra tasa

Los programas de recompras de acciones previstos para este año en el S&P 500 superan el billón de dólares pero el presidente de EEUU busca un extra fiscal y que inviertan más en su negocio.

Biden baja del Marine One en la Casa Blanca.
Biden baja del Marine One en la Casa Blanca.
DPA vía Europa Press

Llueven cuchillos en Wall Street con el viraje de timón por parte de la Administración Biden. El ejecutivo presentaba su nuevo presupuesto para el ejercicio fiscal 2024 con algunos notables cambios que afectarán sobre las compañías cotizadas. Por un lado, el impuesto del 4% a los planes de recompras de acciones de las empresas estadounidenses, frente al 1% anterior, según anunció este jueves. Por otro, el incremento del impuesto de sociedades para petroleras y gasistas.

El Partido Demócrata y el gobierno de Estados Unidos propone en las nuevas cuentas un impuesto mínimo multimillonario, que obligue a los estadounidenses más ricos a pagar al menos el 25% de todos sus ingresos, incluidos la revalorización de sus activos financieros, según reza el texto: "Ningún multimillonario debería pagar nunca un tipo impositivo más bajo que un maestro de escuela o un bombero”.

Este presupuesto también propone cuadruplicar el impuesto sobre la recompra de acciones por parte de las empresas, de modo que éstas inviertan más en producción para mejorar la calidad y bajar los precios, y menos en recompras que sólo benefician a los accionistas y a los consejeros delegados”, ahonda la propuesta presentada por la Casa Blanca.

En el discurso sobre el Estado de la Unión del pasado martes por la noche, Biden apostó porque se cuadruplicara el impuesto a las recompras, pasando del 1% al 4%. Sería un mensaje acorde con las declaraciones que ha ido vertiendo durante el conjunto de su mandato, metiendo presión sobre los grandes patrimonios. El presidente estadounidense está enfrentándose a la mayor inflación en décadas y, ante unas elecciones que se van acercando, busca el cambio de dirección que pueda generar un mayor equilibrio entre su base de votantes.

Las compañías más afectadas

Pero el efecto del aumento del impuesto a las recompras de acciones hasta el 4% tiene algunas víctimas muy claras. ExxonMobil, Meta, Chevron o Apple son algunas de las compañías que más han tirado de esta práctica en los últimos años y pueden verse seriamente perjudicadas por la nueva medida. También bancos como JPMorgan o Bank of America.

Sólo en 2022 Apple se acercó a los 90.000 millones de dólares en recompras de títulos propios. Un reciente informe de Jefferies señalaba la probable modificación impositiva sobre esta estrategia empresarial como un palo en la rueda: “Sería un obstáculo en el medio plazo a la compañía, teniendo en cuenta que siempre ha basado su modelo escalable en las recompras, además de que ha servido para inflar su cotización en Wall Street”.

Desde marzo del 2020 los títulos de la enseña de la manzana se han revalorizado en el parqué neoyorkino más de un 162%. Y parte de ese movimiento al alza viene de la mano del plan de recompra de acciones de la firma que lidera Tim Cook. Ahora, el mayor gravamen podría afectar a su horizonte más cercano.

Del mismo modo, Meta, compañía también del sector tecnológico, tiene un ritmo de recompra de acciones propias de 40.000 millones anuales, aproximadamente. De hecho, en la presentación de sus últimos resultados, el valor se disparó en bolsa al anunciar esa misma estrategia: recompra por valor de 40.000 millones de dólares. “Un obstáculo a muchas empresas como Meta, Apple, y tantas otras que han tirado de esta estrategia para generar crecimiento”, explica en una nota reciente Atlantic Capital.

Pero estas dos tecnológicas no son las únicas. Dos de las más afectadas son petroleras como ExxonMobil y Chevron. Sobre la segunda, concretamente, se prevé que su plan de recompra por valor de 75.000 millones de dólares se distribuya a lo largo del próximo lustro. Se espera que esa cifra puede suponer aproximadamente el 4% de las acciones recompradas anualmente, que es una cantidad habitual. S&P Global explica que cerca del 20% de las compañías que cotizan dentro del S&P 500 que recompran sus propios títulos alcanzan esa cuota.

En el caso de ExxonMobil, el pasado mes de diciembre anunciaba que ampliaba su plan de recompra de acciones a los 50.000 millones de dólares hasta 2023. Una cifra que representaba un aumento considerable desde los 30.000 millones de dólares que concluye este mismo año. La orientación estratégica también ha sido clara.

Tal y como comenta S&P Global, la petrolera recompró títulos propios en 39 de 40 trimestres consecutivos. Es por eso por lo que se sitúa como una de las empresas más damnificadas, dado que su actividad siempre la ha centrado en esta práctica. ExxonMobil aceleró sus recompras hasta los 4.500 millones de dólares en el tercer trimestre del pasado ejercicio, más del doble que los dos trimestres anteriores (2.000 millones), y hasta 15.000 millones en el cuarto trimestre, tal y como cuenta en su informe la agencia de calificación crediticia. El efecto parece que ya está en curso. Ahora solo queda por ver cuáles son las medidas adicionales que toman las compañías para salvar los muebles ante el nuevo presupuesto fiscal de Estados Unidos.

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