Sin prisa pero sin pausa. Grifols ha arrancado oficialmente el proceso para refinanciar parte de su deuda, aquella que vence en 2025, una vez solventado el proceso de presentación de sus cuentas anuales y después de haber corregido y aclarado su información financiera tras los requerimientos de la CNMV.
"Grifols desea informar al mercado que está trabajando activamente para emitir deuda senior garantizada, cuyos fondos, en caso de éxito, se destinarán a refinanciar deuda no garantizada con vencimiento en 2025. En caso de que la transacción se lleve a cabo con éxito, la compañía procederá a realizar los comunicados pertinentes para mantener informado al mercado", explica la empresa a la CNMV. Lejos de reaccionar positivamente, la cotización de la farmacéutica registró una caída del 3,5% en bolsa ante las preocupaciones sobre los riesgos de la operación.
La compañía tiene vencimientos por valor de 1.800 millones de euros en bonos en 2025 en dos series distintas: uno garantizado de 837 millones y un no garantizado de 1.000 millones. Además, Grifols tienes que afrontar la renovación de una línea de crédito bancaria de otros 1.000 millones con sus bancos acreedores. En total, Grifols tiene por delante a corto plazo una renegociación de 2.800 y 3.000 millones, apenas una cuarta parte de la deuda neta de 10.500 millones que pesa sobre el grupo.
Venta de SRAAS
La farmacéutica también recuerda que "sigue avanzando" hacia el cierre de la venta de un 20% de su participación en SRAAS al Grupo Haier con los que busca ingresar 1.800 millones de dólares (unos 1.600 millones de euros) como parte de su acuerdo estratégico, según ha notificado a la CNMV.
"Se prevé que esta transacción se cerrará en la primera mitad del año 2024, conforme a lo planificado. Los ingresos derivados de esta desinversión se utilizarán para la reducción de deuda garantizada", apunta Grifols. Esta operación es la clave de bóveda de la reestructuración del endeudamiento del grupo, que le ha sumido en una grave crisis y un gasto financiero que merma sus resultados.
Los auditores de la compañía -Deloitte, desde 2024, y KPMG, hasta el año pasado- han puesto el énfasis de la situación financiera de la empresa en esta desinversión. Las agencias de calificación de riesgo S&P y Fitch rebajaron el rating de Grifols por los riesgos asociados a la misma y Moody's puso bajo revisión el suyo por el mismo motivo, además de por los problemas de gobernanza de la multinacional.
