La farmacéutica dar el paso para reestructurar su deuda financiera con una emisión de bonos 'senior' cuatro veces más caros que los que tiene emitidos y se enfoca ahora en el cierre de la venta del 20% de Shanghái RAAS.
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Según señala la compañía farmacéutica ante el supervisor bursátil, los fondos obtenidos con esta transacción se usarán para "amortizar los bonos no garantizados de Grifols con vencimiento en 2025".
La farmacéutica, con una deuda neta de 10.500 millones, afronta vencimientos de bonos y la renovación de su línea bancaria, a la vez que trabaja en el cierre de la venta del 20% de la china SRAAS.
El supervisor niega buscar información sobre la relación de la firma con los Grifols y su vehículo inversor, Scranton, al tiempo que recalca que las "deficiencias" en las cuentas se detallaron en el informe publicado el jueves.
Los inversores muestran sus dudas después de conocer las conclusiones del supervisor sobre las cuentas financieras de la farmacéutica, que no tendrán que ser reelaboradas pero sí ampliadas y corregidas.
El 'hedge fund' que dirige Israel Englander eleva su apuesta bajista sobre la farmacéutica después de que el supervisor confirmen las dudas de los inversores y pida más detalles sobre sus cuentas.
El supervisor exime a la compañía de reformular sus cuentas pero exige correcciones y que publique más información y desgloses sobre algunos de sus negocios después de ver un cúmulo de omisiones y deficiencias.
BlackRock y Capital Group mantienen prestado a inversores bajistas un 5% del capital de la farmacéutica, más de la mitad de sus acciones, con grandes brókeres y 'hedge funds' dando rienda suelta a agresivas apuestas.
La farmacéutica asiste a un frenético movimiento de fondos y directivos que zarandean la cotización después de la presentación de resultados anuales y los informes preceptivos de los auditores KPMG y Deloitte.
La nueva auditora de la farmacéutica, que releva a KPMG a partir de este año, identifica como "clave" el impacto que la venta de la participación en Shanghái Raas tendrá en la situación financiera y liquidez de la compañía.
La firma de hemoderivados ha explicado que se ha decidido detallar más el acuerdo preexistente con ImmunoTek, y ha explicado que esto no afecta a la cuenta de pérdidas y ganancias "al no ser material", sino en el balance.
La firma bajista emite un comentario que pone el foco en el cash-pooling (cuentas compartidas) entre las filiales BPC y Haema con Scranton y Grifols, mientras que la agencia de rating pone el foco en la gobernanza corporativa.
La farmacéutica no logra despejar las dudas de los inversores después de presentar sus cuentas anuales y recibe el castigo de algunos analistas que han optado por poner en cuarentena su recomendación sobre la empresa.
La farmacéutica realiza una doble comunicación al mercado sobre previsiones financieras (free cash flow) y la venta de Shanghái Raas para despejar las dudas generadas en su presentación a los inversores.
Las acciones de la farmacéutica aceleran su caída en bolsa después de desvelar sus resultados anuales, su elevado apalancamiento y la complejidad de las operaciones vinculadas con su accionista Scranton.
La farmacéutica aceleró su crecimiento, mejora sus márgenes de EBITDA y la generación de flujo de caja, avanzando así hacia su objetivo de desapalancamiento que exigen los bancos acreedores para refinanciarle.
La farmacéutica celebra un encuentro virtual con analistas, vetado a las preguntas de la prensa como el pasado 11 de enero, en el que asegura que está cumpliendo con los requerimientos del supervisor tras el informe Gotham.
La farmacéutica afronta días clave para sus inversores con la presentación de sus resultados anuales después de la crisis corporativa desatada por el informe Gotham, que puso el foco en su contabilidad y gobernanza.
La compañía farmacéutica responde que las "insinuaciones maliciosas, falsas y engañosas de Gotham tienen como único objetivo desestabilizar a Grifols y sembrar dudas entre los inversores institucionales".
El supervisor considera prematuro que se puedan anticipar conclusiones del proceso de revisión de la información contable de la empresa, accionistas y entidades vinculadas a la farmacéutica catalana.
La farmacéutica sigue pendiente de informar al mercado de los requerimientos de información adicional que el supervisor le hizo llegar tras las acusaciones sobre su contabilidad y transacciones con su accionista Scranton.
Grifols admitió en documentos enviados a inversores que el control de Scranton recaía en su expresidente ejecutivo Víctor Grifols Roura "por su notable influencia en la toma de decisiones por parte de esta sociedad".
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