Ola de refinanciaciones en 2024 y 2025

La imparable espiral de deuda de EEUU pone en jaque su estabilidad económica

El Gobierno federal afronta vencimientos por valor de casi 8 billones de dólares en los dos próximos años a los que hay que sumar una carga en intereses que está camino de situarse en billón anual.

El presidente de EEUU, Joe Biden.
El presidente de EEUU, Joe Biden.
Yuri Gripas - Pool via CNP

La economía de Estados Unidos está mostrando resiliencia y gran parte de esa solidez, entre comillas, la tiene la emisión de deuda pública. Algunos analistas creen que soportar las embestidas de los tipos de interés a costa de un mayor endeudamiento puede tener grandes contrapartidas de cara a futuro. Es un esquema que se ha de tener en cuenta, puesto que se trata de un escenario con el que los inversores deberán lidiar los próximos años.

Un último informe elaborado por el equipo de analistas de Bank of America detalla que los inversores deberían tomarse “muy en serio” el gasto público estadounidense, que califican de “insostenible”. La entidad bancaria considera que esto representa una mayor inflación tendencial, con importantes consecuencias para la asignación de activos en las carteras de los inversores.

Una mayor espiral de deuda pública, según el banco, podría conllevar a un “menor crecimiento de la productividad” a medida que la deuda pública “desplaza la inversión privada”; mientras que podría observarse un dólar estadounidense más débil, como consecuencia de que los inversores extranjeros y nacionales opten por la estabilidad de los activos reales.

"El riesgo de una espiral de deuda es más real que nunca… Por eso, una estrategia de rotar hacia hacia valores de pequeña capitalización, crédito, materias primas y otros activos reales de calidad puede ser lo más ganador de cara el 2024 y a los próximos años", vaticinan desde el banco norteamericano.

Mirar al pasado siempre puede servir de referencia para ver la senda que se puede acometer próximamente. A principios de la década de 2000, la deuda de las empresas estadounidenses se disparó hasta 5 veces más que los beneficios en medio de la burbuja de las puntocom, lo que provocó una crisis de deuda.

En 2005-2006, la deuda de los hogares estadounidenses se disparó hasta casi el 100% del PIB, hasta que estalló la burbuja inmobiliaria en 2008. Desde entonces, las empresas y los hogares han reforzado sus balances mediante el uso de deuda a tipo fijo con largos vencimientos. El tipo hipotecario medio en Estados Unidos a largo plazo es del 3,74%, mientras que la referencia a 30 años  que se usa para la contratación de hipotecas nuevas se encuentra en el 7%.

Sin embargo, el Gobierno estadounidense ha aprovechado una década de tipos de interés bajos para emitir deuda a corto plazo en cantidades sin precedentes. Se trata básicamente de préstamos a tipo variable, que se renuevan cada pocos años, esperando que nunca llegue un periodo de tipos de interés más altos.

El Tesoro estadounidense tiene más de 8 billones de dólares en títulos que vencen en los próximos años. El coste de reembolsar la deuda que vence justo el próximo que viene podría suponer un gasto adicional de 100.000 millones de dólares, además de 1 billón de dólares en intereses pagados en 2023.

“El gasto público estadounidense, equivalente al 44% de la economía, es insostenible: el gasto en intereses no suma absolutamente nada al PIB, y los programas de prestaciones sociales que aumentan la deuda no son más que consumo alimentado por la deuda. Si la deuda no puede reembolsarse, utilizar la tarjeta de crédito para pagar las compras cotidianas ya no es viable”, aseguran desde Bank of America al respecto.

"Creemos que, en los próximos años, las finanzas públicas influirán más que nunca en la rentabilidad de los activos… En los últimos treinta años, los periodos de recesión se han visto apaciguados por la caída de la inflación y los tipos de interés, por lo que los inversores deben prepararse para un momento en el que la economía se debilite y las rentabilidades de los bonos apenas se muevan", concreta la firma.

Mayores emisiones del Tesoro

El presupuesto del gobierno de Estados Unidos está creciendo más rápido que nunca, a pesar del bajo nivel de desempleo. El último déficit presupuestario, del 8% del PIB, fue el mayor de la historia, a excepción de las guerras y recesiones. Michael Hartnett, responsable de renta variable de Bank of America, señala el aumento del gobierno como un tema secular para la década actual.

La deuda total estadounidense es de 33 billones de dólares; la deuda pública es de 26 billones, o el 98% del PIB, en máximos de la Segunda Guerra Mundial y el doble de la media de 50 años. “Nuestra última visita a Washington confirmó que las promesas de recortar el gasto rara vez coinciden con los incentivos políticos a corto plazo”, comenta la entidad.

Sólo el 13% del gasto público está sujeto a debate ("gastos discrecionales no relacionados con la defensa"). El resto son gastos obligatorios políticamente intocables (por ejemplo, Seguridad Social, Medicaid), gastos de defensa o gastos netos por intereses.

“Con las elecciones en el horizonte, en primer lugar, la deuda pública no es un tema importante para la mayoría de los votantes; y, en segundo lugar, el proceso para cambiar el gasto público es oneroso y requiere un sacrificio político compartido”, analizan los expertos de Bank of America.

“En conclusión, en el Capitolio, el grado de polarización parece tan extremo que algunos miembros del personal detallan casos en los que ‘los dos partidos ni siquiera se ponen de acuerdo sobre cuántos dólares salen por la puerta’, por lo que nos espera un horizonte complicado”, finalizan.

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