Inditex ha presentado esta semana unos resultados fuera de lo normal en el debut en solitario de Óscar García Maceiras en las funciones ejecutivas y con Marta Ortega como presidenta de la empresa. La compañía dueña de Zara ha confirmado su primer impacto por el cierre de sus tiendas en Rusia y Ucrania por la guerra y las sanciones, pero ha logrado recuperar su ritmo prepandemia después de dos años.
Las expectativas no eran optimistas pero la textil las ha superado con creces y, como consecuencia, recibió el premio de los inversores durante dos sesiones consecutivas, aunque este viernes el desplome general de los mercados provocó que eliminase buena parte de las ganancias cosechadas en bolsa. Pese a ello, Inditex termina la semana con un ascenso acumulado del 3% y recupera la primera posición del Ibex 35 por capitalización bursátil con más de 71.000 millones de euros tras superar a Iberdrola.
Inditex registró un beneficio de 760 millones de euros en su primer trimestre fiscal (febrero-abril), un 80% más que el año pasado. Sus ventas crecieron un 36%, hasta 6.742 millones, mientras que su resultado bruto (Ebitda) ascendió un 55%, hasta 1.917 millones. El margen bruto sobre ventas alcanzó el 60,1%, el mayor en los últimos diez años, con un gasto operativo un 24% superior, por debajo del incremento de las ventas. Su posición financiera neta se elevó un 28%, hasta los 9.189 millones, que equivalen al 13% de su capitalización bursátil. “Robustos”, “sólidos” o “fuertes” fueron algunos de los calificativos usados por los principales bancos de inversión que siguen la acción para describirlos.
Pero los analistas también se fijaron en una métrica que rompe con la tradición del modelo de Inditex de ajustar al máximo el stock de ropa con el que opera y que despierta algunas incógnitas. En concreto, el inventario se disparó un 27% respecto al año pasado, una medida motivada, según la dirección, para evitar problemas de aprovisionamiento. “El inventario en sí es de alta calidad. Hemos decidido acelerar las entradas de inventario sin alterar los niveles de compromiso, con el fin de aumentar la disponibilidad del producto ante posibles tensiones en la cadena de suministro”, aseguró García Maceiras en la conferencia con analistas.
La reacción positiva en bolsa de miércoles y jueves -con un alza de hasta el 10%- quedó empañada el viernes con un desplome del 4%. “Es probable que los pesimistas se centren en el aumento interanual del 27% en el inventario, así como en la desaceleración del crecimiento de las ventas a principios del segundo trimestre, aunque que es una base exigente de comparación. Las ventas en tienda y online aumentaron un 17% entre el 1 de mayo y el 5 de junio y un 13% en las últimas dos semanas”, argumentan en Barclays en un informe en el que se apuntan dos puntos débiles: el riesgo de stock no vendido y la pérdida de energía del ritmo de las ventas.
En cambio, el consejero delegado de la empresa que preside Marta Ortega descartó problemas por esa vía: “Nos sentimos cómodos con los niveles de inventario actuales”, dijo a los analistas. “La buena ejecución en este periodo se puede apreciar claramente en la evolución del capital circulante. Como se puede ver en esta tabla, el capital circulante ha crecido un 57% hasta los 3.300 millones de euros. Como nota al margen, este es el margen bruto más alto del primer trimestre logrado en 10 años", explicó Maceiras.
"Si bien el crecimiento de las ventas se ha desacelerado en el periodo actual al +17% interanual, esto todavía está muy por encima de nuestras expectativas de crecimiento negativo de las ventas en el trimestre y probablemente refleje un aumento de las ventas de 28% desde 2019”, señalan los analistas de Deutsche Bank en un informe. Los suizos de Credit Suisse considera que el grupo ha sido "bastante agresivo" con la subida de precios para la campaña primavera-verano y apunta que la retirada de Rusia o la debilidad de la actividad en China acabarán notándose.
Por su parte, Goldman Sachs es optimista con las cuentas de Inditex pero apunta algunas claves a observar a lo largo de este como como la inflación de costes de insumos, que podría tener un impacto adverso en los márgenes brutos a corto plazo, o los posibles aumentos de precios para mitigar los anteriores, que podrían afectar al volumen de ventas de la compañía. Sin embargo, como en la mayoría de empresas, el banco de inversión expresa su preocupación por el impacto del alza de tipos de interés, que podrían provocar fluctuaciones adversas en las divisas o el riesgo de un “desvanecimiento relevante de la demanda global de los consumidores”.
En Deutsche Bank valoran positivamente la provisión de 216 millones de euros para 2022 por las actividades de Rusia porque da visibilidad y elimina incertidumbre para el resto del ejercicio. Pese a que en la prensa rusa se ha especulado con una reapertura inminente de Zara en territorio ruso, portavoces de la empresa también lo han negado oficialmente a los mismos medios que citaban fuentes inmobiliarias. Inditex cerró medio centenar de tiendas en el país, una medida que ha afectado a 9.000 empleados. Las tiendas del grupo actúa como ancla comercial y centro de atracción de muchos recintos comerciales en los que opera, de ahí los intereses en difundir que la empresa de moda volverá a reabrir.
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