Kirstie Spence (Capital Group)

"La inversión en deuda emergente era una clase reducida y ahora abarca 70 países"

La gestora de fondos especializados en países emergentes destaca el amplio crecimiento de esta clase de activos y del equipo de profesionales dedicados a ello dentro del gigante financiero estadounidense.

Kirstie Spence, gestora de carteras de Capital Group.
Kirstie Spence, gestora de carteras de Capital Group.
Capital Group vía L. I.

Los mercados emergentes a menudo representan grandes elementos de diversificación para los gestores de fondos. Kirstie Spence, gestora de carteras de Capital Group, explica con detalle por qué puede ser interesante apostar por deuda en estos países en el momento actual, y cuál es la mejor filosofía de inversión en este campo que está en pleno proceso de ampliación.

P: Comenzó su carrera cuando la deuda emergente surgió como clase de activo; ¿cómo ha evolucionado en este tiempo?

A mediados de la década de 1990, en sus inicios, la inversión en deuda emergente era una clase de activos relativamente reducida, compuesta por sólo 12-15 países que emitían en divisas fuertes. A menudo la emisión se realizaba como respuesta a las crisis de esos países. Hasta la década de 2000, en la que se introdujeron los bonos de deuda en moneda local y los bonos corporativos, los cambios fueron mínimos. Desde entonces, la clase de activos se ha ampliado gradualmente hasta abarcar casi 70 países, que emiten una gama más amplia de instrumentos de deuda. Además, algunos países han avanzado mucho en el establecimiento de curvas de rendimiento locales.

P: ¿Cómo influye la rápida evolución de esta clase de activos en su planteamiento de inversión?

Esta rápida evolución exige un planteamiento de inversión capaz de adaptarse con rapidez. Para nosotros, como inversores, es crucial anticiparnos a la siguiente fase de desarrollo. Para construir y avanzar con eficacia, empezamos con una base estable, aprovechando la amplia experiencia de nuestro equipo de gestión de deuda emergente en Capital Group, cuya antigüedad media es de 30 años. Dicha estabilidad nos permite incorporar nuevas capacidades y diversos puntos de vista según evolucionan los mercados, lo que se traduce en una riqueza de ideas esencial para el éxito de una estrategia. Además, reconocemos la importancia de analizar las aptitudes de las personas más allá de sus funciones actuales. 

Por ejemplo, a medida que aumente la demanda de expertos en bonos corporativos, seguiremos evaluando si nuestro equipo cuenta con las competencias necesarias o si necesitamos incorporar talentos externos. Este enfoque ayuda a garantizar que podemos desplegar nuestros recursos eficazmente en función de nuestras necesidades actuales. La abundancia y la mejora de la calidad de los datos en las últimas décadas han sido otro avance significativo. Estos datos permiten realizar análisis más eficaces, pero es esencial mantener nuestras herramientas actualizadas para traducir esta información en decisiones de inversión fundamentadas.

P: También menciona la necesidad de seguir mejorando su enfoque de inversión; ¿cree que va a continuar evolucionando?

La gestión del riesgo siempre ha sido una parte crucial de nuestro proceso de inversión, y su importancia sigue creciendo. Nuestras capacidades de gestión del riesgo han evolucionado de manera significativa para poder evaluar exhaustivamente nuestra exposición al riesgo y servir como herramienta adicional de gestión de la cartera. Nuestro proceso de riesgo está integrado a través de nuestros sistemas, y también es independiente, a través de nuestro equipo de Soluciones Cuantitativas y de Riesgo. 

Se asocian con el equipo de inversión, lo que permite una evaluación  verdaderamente objetiva del riesgo y la forma de gestionarlo. La dotación de analistas también será un aspecto clave. Aunque nuestro equipo de bonos corporativos de mercados emergentes ha crecido notablemente en los últimos años, debido a que el mercado de bonos corporativos está preparado para un mayor crecimiento en los mercados emergentes, prevemos la necesidad de un equipo más amplio de analistas para cubrir estos valores a lo largo del tiempo. 

Para optimizar el rendimiento de nuestras inversiones, será esencial adaptar dinámicamente nuestra asignación de talentos a la evolución de nuestras necesidades. Hemos creado deliberadamente una función de "tipos cruzados" para los mercados locales que nos permita examinar la clase de activos sobre una base de valor relativo en todas las regiones, además de abordarla por regiones, que es el enfoque más tradicional.

Otro aspecto interesante es la evolución en curso de las curvas de rendimiento locales y los mercados frontera, que pueden ofrecer nuevas oportunidades de inversión en deuda emergente en los próximos años. Esto requiere un conjunto de competencias específicas que permitan encontrar oportunidades de inversión con eficacia. El estudio de estos fenómenos, unido al universo existente, pone de relieve la importancia de los recursos necesarios para el éxito de las inversiones en este activo.

P: Las necesidades de recursos requieren claramente un planteamiento estratégico; ¿cómo han enfocado la construcción del equipo de inversión?

El planteamiento de Capital Group a la hora de invertir en deuda emergente enfatiza en la colaboración. Creemos que todos los que participan en la gestión de los fondos de los clientes deben ser responsables de sus decisiones. En consecuencia, cada analista es responsable de la gestión de las ideas que ha propuesto, que se incorporan a la estrategia. Esto no sólo proporciona a los analistas experiencia en la gestión de carteras, sino que también mejora la calidad del análisis, ya que los analistas son responsables de la gestión del dinero de los clientes y se les compensa en función de esos resultados medidos.  

También creemos que las transiciones fluidas son cruciales para el éxito de la estrategia. Garantizamos una comunicación clara entre los miembros más veteranos del equipo, con planes a largo plazo para acontecimientos como las jubilaciones. Además, mantenemos una cobertura para cada puesto de nuestro equipo, junto con un plan de sucesión bien definido. Aunque no todas las salidas pueden predecirse, nuestra responsabilidad colaborativa y una comunicación clara nos han ayudado a evitar trastornos importantes.

P: Está claro que la continuidad es una forma de minimizar la volatilidad de los resultados; ¿de qué otra forma enfocan la gestión del riesgo en relación con la estrategia?

La gestión del riesgo es parte consustancial de la estrategia y debe integrarse en el proceso de inversión. Un proceso de inversión basado en el análisis desempeña un papel crucial en la gestión eficaz del riesgo, ya que un análisis de calidad requiere una profunda comprensión de las decisiones de inversión, incluidas tanto las oportunidades como los riesgos. Desde una perspectiva cuantitativa, complementamos la investigación sobre el terreno con nuestro equipo independiente de Riesgo y Cuantitativa. Las discusiones periódicas con este equipo ponen de relieve las áreas que pueden requerir un estudio más a fondo, proporcionando valiosas perspectivas sobre las características del riesgo que pueden no ser evidentes a primera vista.

P: ¿Qué opina del mercado actual y hacia dónde se dirige?

En los últimos meses, la decisión de la Reserva Federal sobre los tipos de interés ha dominado los mercados, y la fortaleza del dólar estadounidense y la subida de los tipos de interés han supuesto un reto para la deuda emergente. El estímulo de China no se ha materializado como se esperaba, lo que, dada su posición como segunda economía mundial, ha pesado sobre la evolución de este activo. Las preocupaciones geopolíticas también han contribuido a la ansiedad de los inversores en estos últimos tiempos. A pesar de estos retos, el mercado actual de la deuda emergente se muestra prometedor. 

Los rendimientos en divisas locales han vuelto a los niveles registrados tras el "taper tantrum", mientras que los diferenciales siguen siendo elevados en comparación con la última década, lo que hace que las valoraciones parezcan atractivas. Además, la mayoría de los países emergentes han gestionado eficazmente el reciente ciclo inflacionista y, en líneas generales, los fundamentales internos están en buena forma, con saldos exteriores manejables y una política fiscal creíble.

Este contexto macroeconómico favorable en los países emergentes refuerza las perspectivas positivas. Del mismo modo, aunque las divisas locales se enfrentan a vientos en contra derivados de la fortaleza del dólar estadounidense y de los tipos de interés a corto plazo, las valoraciones son atractivas, ya que el tipo de cambio de los mercados emergentes se debilitó en respuesta a los retos del crecimiento en los últimos años y, a partir de estos niveles, tiene potencial para mejorar las oportunidades de rentabilidad de la inversión.

P: Dado que lleva casi 30 años analizando e invirtiendo en deuda emergente, ¿en qué medida cree que la experiencia contribuye al éxito de un planteamiento?

La experiencia es muy importante en la inversión en deuda emergente. A pesar de la naturaleza cambiante de esta clase de activos, existe un patrón reconocible en sus movimientos a lo largo de las tres últimas décadas, por lo que contar con un equipo básico con experiencia en estos periodos es de un valor incalculable. Sin embargo, la experiencia por sí sola no es suficiente; es esencial complementar este equipo básico con nuevas ideas y conjuntos de habilidades. En lo que respecta a la asignación de activos, la deuda emergente es una clase de activos tácticos, y tratar de calcular el momento oportuno para el mercado ha sido históricamente un desafío. Un compromiso a largo plazo, tanto por parte del equipo de inversión como de los clientes, puede ofrecer los mejores resultados.

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