Dudas sobre el crecimiento

Las economías emergentes se preparan para absorber una recesión corta en EEUU

​Los analistas creen que la mayoría de países podrían capear el temporal "relativamente bien", pese a que les obligaría a recortar tipos, mientras ponen el foco en las materias primas, al tratarse de grandes exportadores. 

Gráfico emergentes
El impacto en las economías emergentes de una recesión normal en Estados Unidos. 
Nerea de Bilbao (Infografía)

El crecimiento mundial se ha comportado mejor de lo esperado hasta la fecha, pero ¿podrían entrar en recesión los mercados desarrollados? Esa es una de las preguntas que muchos analistas se hacen a la hora de tomar posiciones de cara a la obtención de rentabilidades a futuro. Pero, más allá, también están las dudas de la repercusión en los mercados emergentes. El contexto es el que es. Los mercados desarrollados han implementado políticas monetarias de subidas de tipos de interés, las más aceleradas de la historia, para combatir la inflación más alta en lo últimos 30 años

Esto ha provocado que siete indicadores adelantados que suelen predecir recesión económica (inversión de la curva de tipos de interés, temporalidad del empleo, impulso del crédito, precios de los inmuebles, 'leading indicator' de la Conference Board, 'Duncan Leading Indicator' y crecimiento agregado de los beneficios empresriales) se hayan deteriorado hasta niveles preocupantes. La recesión no llega. De momento. 

La tasa de paro se encuentra en Estados Unidos en niveles del 3,8%, lo cual da cierto margen a la Reserva Federal para responder ante turbulencias, como sucedió con los eventos de Silicon Valley Bank. Sin embargo, el deterioro de los indicadores adelantados está ahí, y las dudas están en cómo afectará una caída cíclica de la economía en los mercados emergentes.

Según Gillian Edgeworth, estratega macroeconómica en Wellington Management, el jurado aún no se ha manifestado, pero, en conjunto, consideran "más probable que continúe la actual atonía del crecimiento en los mercados desarrollados". A su modo de ver, si cayeran en una recesión "normal", definida en este contexto como una contracción intertrimestral de entre dos y cuatro trimestres, "la mayoría de los mercados emergentes podrían capear el temporal relativamente bien". "Pero en tal escenario, esperamos que los bancos centrales de los mercados emergentes aceleren los recortes de tipos y se centren menos en la estabilidad y fortaleza de su moneda", añade al respecto Edgeworth.

El riesgo de recesión

Aunque la economía mundial ha dado muestras de resistencia en los últimos trimestres, es probable que el crecimiento siga siendo lento en el mejor de los casos. Se ha vivido el mayor y más rápido ciclo de subidas de tipos de interés en décadas, junto con un endurecimiento cuantitativo, y no se ha puesto a prueba la capacidad del sistema financiero para absorber ambos simultáneamente. 

El crecimiento del crédito se está ralentizando en Estados Unidos y Europa, mientras que la creciente reducción del ahorro de los hogares ofrece menos margen para amortiguar el ciclo.  Además, es poco probable que cualquier estímulo de China en respuesta a su tambaleante reapertura sea el 'big bang' que fue en el pasado. 

"Aunque los modelos económicos tienden a exagerar el riesgo de recesión -en parte porque el sector servicios está infrarrepresentado-, la historia sugiere que los aterrizajes suaves son poco habituales (...). Algunos indicadores ponen de relieve una creciente probabilidad de crecimiento negativo en los próximos trimestres: por ejemplo, nuestro análisis muestra que en anteriores periodos de inversión de la curva de rendimientos en Estados Unidos se tardó una media de trece meses en marcar el punto álgido de la actividad", explica el experto de Wellington Managment. 

En Estados Unidos, la curva de tipos lleva invertida once meses. Hay signos muy leves de debilidad del mercado laboral. El desempleo estadounidense ha empezado a aumentar. La historia sugiere que cuando el desempleo ha estado en tasas tan bajas, ha subido entre uno y dos puntos porcentuales doce meses después.

El impacto en las economías emergentes

Los mercados emergentes se han enfrentado a duros ajustes en las últimas tres décadas, pero, desde la creación de la clase de activos, han tenido poca o ninguna experiencia de una recesión estándar en los marcos alemanes. La crisis financiera mundial (CFG) y la Covid fueron perturbaciones mucho mayores, mientras que tanto en el 'taper tantrum' de 2013 como en el desplome de los precios de las materias primas de 2014-2015, los mercados emergentes se vieron gravemente afectados debido a sus elevados déficits y a su dependencia de las materias primas. 

"Si esta vez los países desarrollados experimentan una recesión más normalizada, sin duda habrá repercusiones negativas para los mercados emergentes. Pero, en nuestra opinión, es probable que sean más desagradables que inmanejables para la mayoría", opina Edgeworth. 

En caso de recesión en los mercados desarrollados, el experto prevé que los mercados emergentes reflejen en gran medida la trayectoria de los primeros, con un mayor debilitamiento del crecimiento y una posible contracción, y unos mercados laborales que se ajusten más de lo que lo han hecho hasta ahora. "Sin embargo, habría que vigilar la magnitud de cualquier variación de los precios de las materias primas, siendo los principales exportadores latinoamericanos y Sudáfrica los más vulnerables", concluye.

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