Se acabó la historia. Daniel Kretinsky, una de de las grandes fortunas checas con participaciones en energía (Energetický), prensa (Le Monde) o distribución (Casino), ha tirado la toalla con otro de sus proyectos más ambiciosos: ProsiebenSat.1 En poco más de dos semanas, el que fuera primer accionista de la cadena de televisión hasta mediados de enero la mitad de sus acciones en la empresa alemana por algo más de 200 millones de euros. Sigue los pasos del fondo KKR, que hizo lo mismo en enero con su 6%.
El detonante de las ventas de dos de los mayores accionistas de la compañía -por detrás de Mediaset Spa, Fininvest y su filial española Mediaset España- ha sido el repentino aumento de la posición directa del grupo de Silvio Berlusconi, que alcanzó el 12,4% del capital de forma directa y un 11% adicional indirecto a través de derivados financieros. Además, el banco Credit Suisse mantiene una estructura de opciones de compra que ronda el 20% del capital y que prácticamente ha blindado a los italianos al frente de Prosieben, pese a que todavía no cuentan con representación en el consejo de administración ni en su cúpula.
Czech Media Investment (CMI), el consorcio liderado por el checo Daniel Kretinsky junto a los eslovacos Patrick Tkac y Roman Korbačka, disolvió a comienzos de febrero el pacto de accionistas que les unía en el capital, según comunicaron a la Bafin alemana. Acto seguido comenzaron a vender a través del vehículo tenedor de las acciones: Ruby Investment Sarl. Primero fue un paquete cercano al 2% a comienzos de mes y este miércoles ha comunicado la venta de otro 3% de Prosieben, con lo que su posición se ha reducido del 9,9% al 4,8% en tres semanas, según los registros del supervisor.
Kretinksy ha aprovechado el rally bursátil del 33% de las acciones de la compañía alemana para salir al mercado y embolsarse cuantiosas plusvalías. El checo entró en el capital en octubre de 2019 con un primer paquete del 5% por encima de 13,5 euros por acción, que duplicó después hasta 10% en marzo de 2020 cuando la cotización se desplomó hasta los 6 euros.
Entre ambas operaciones invirtió alrededor de 225 millones de euros. Ahora ha vendido la mitad en un rango de 15,5 a 18 euros por 200 millones de euros y todavía mantiene un 4,8% del capital valorado en cerca de 200 millones. En el momento actual, su retorno bruto de su inversión se dispara por encima del 75% en apenas año y medio.
La progresiva salida del capital de la televisión alemana confirma con el carácter financiero con el que se tildó la operación a finales de 2019 por el propio grupo checo. Sin embargo, el anterior consejero delegado, Max Conze, pecó quizá de exceso de confianza al interpretar el movimiento. “Soy muy positivo sobre la inversión. De su declaración, está claro que comprenden lo que estamos tratando de lograr y que estamos infravalorados", aseguró pocos meses antes de ser relevado de la dirección por Rainer Beaujean, un especialista en reestructuraciones que ha realizado varias desinversiones al frente de la compañía.
Pendiente de Le Monde
Kretinsky mimetizó en ProsiebenSat.1 los movimientos de Mediaset entre octubre de 2019 y marzo de 2020. La jugada le ha salido redonda en forma de plusvalías, aunque después no ha podido seguir el ritmo de los Berlusconi. En enero, Mediaset España, dueña de Telecinco y Cuatro, tomó el relevo de las compras directas de acciones del grupo alemán con otra inversión de más de 100 millones de euros con la caja acumulada durante 2020 tras cancelar el reparto de dividendos a sus accionistas.
La venta del multimillonario checo se produce en un momento clave para la reordenación del mapa de medios de comunicación en Europa. Vivendi, participada por Vincent Bolloré, mantiene su particular cruzada con la toma de participaciones de referencia en Grupo Lagardere (Francia), Prisa (España) y Mediaset (Italia), en los dos primeros casos compartiendo el control con el 'hedge fund' Ambert Capital que lidera Joseph Oughourlian. A su vez, el grupo español tiene una participación relevante en el diario 'Le Monde', donde se encuentra Kretinksy.
El magnate checo está participando de forma muy activa en la reorganización del diario galo tras el fallecimiento de Pierre Bergé en 2017. Aliado con el financiero Matthieu Pigasse controlará el 40% de Le Monde Libre, una sociedad que controla a su vez el 72% de las acciones de Le Monde. Otro 40% está en manos del gurú de las telecomunicaciones Xavier Niel, mientras que el 20% restante recae en manos de Prisa, la editora de El País y Cadena Ser. Sin embargo, Madison Cox, exsocio de Bergé, ha planteado un recurso judicial contra Niel, Pigasse y Kretinsksy para seguir en el accionariado como legítimo propietario de la participación de Bergé.
La retirada de Kretinsky en Prosieben podría llevarle a volver a reforzarse en Francia, donde el grupo alemán Berstelmann está sondeando la venta de M6, la tercera televisión del país. Según avanzó 'Reuters', el checo es junto a Vivendi, Altice, TF1 y Mediaset uno de los candidatos a protagonizar una nueva operación corporativa en el sector más mediático.
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