El gobernador saliente del Banco de Japón (BoJ), Haruhiko Kuroda, lamentó este viernes no haber podido alcanzar el objetivo inflacionario del 2% durante su década al frente de la entidad, aunque también destacó los logros en este periodo como haber puesto fin al largo ciclo deflacionario del país.
Kuroda hizo balance este viernes de su prolongado mandato como gobernador del BoJ, que concluirá oficialmente este sábado para ceder su puesto a Kazuo Ueda, cuya designación formal para el cargo fue confirmada por el Ejecutivo japonés este viernes.
Estrategia con tipos de interés ultrabajos
El gobernador saliente ha dirigido la entidad desde comienzos de 2013 y ha liderado su heterodoxa estrategia flexibilizadora que incluyó cuantiosas inyecciones de capital en los mercados financieros y de deuda y tipos de interés ultrabajos, medidas que continúan en marcha una década después.
Kuroda destacó que estas políticas flexibilizadoras de gran escala combinadas con medidas del Gobierno "han ejercido un efecto positivo en los precios y en la economía, y han puesto fin a la deflación en Japón en el sentido de prolongado declive de los precios entre 1998 y 2012", en su última comparecencia ante los medios.
Japón cerró todos los años desde 2013 hasta la actualidad con expansión de su PIB, con la excepción de 2019 y 2020. En 2022, la tercera economía mundial creció un 1,1%, y según las previsiones del BoJ, en el actual ejercicio aumentará un 1,7%.
Kishida subrayó en este contexto la necesidad de mantener esta política de estímulos, ya que de lo contrario "continuará la deflación, la actual tasa de crecimiento se ralentizará, las inversiones serán insuficientes y el progreso tecnológico será menor". Lamentó, asimismo, no haber logrado "el objetivo de estabilidad de los precios del 2% de una forma sostenida", debido a factores como la "mentalidad" anclada en la deflación que dificulta mayores subidas salariales.
El índice de precios al consumo (IPC) en Japón se situó en el 2,3% en 2022 debido principalmente al encarecimiento energético y de las materias primas, su mayor crecimiento en ocho años y por encima de la meta del BoJ, aunque esta entidad lo achaca a factores externos y, por tanto, no suficiente.
Kuroda señaló, no obstante, que los salarios "han comenzado a subir en Japón" en la dirección deseada para crear el ciclo de incremento del consumo y de expansión económica que busca la entidad, por lo que "se puede decir que se han logrado avances estables hacia esa meta".
El gobernador saliente señaló, por tanto, que, "en ese sentido, se puede decir que la política monetaria no convencional aplicada ha sido lo suficientemente efectiva, algo en lo que estarán de acuerdo muchos economistas de todo el mundo".
El BoJ es el único banco central entre las grandes economías mundiales que mantiene tipos de interés de referencia negativos, una estrategia que ha conllevado efectos secundarios como la sostenida devaluación del yen frente al dólar, el euro y otras divisas.
Ueda, el sucesor de Kuroda a partir de este domingo, presidirá la primera reunión de política monetaria del BoJ a finales de mes, y entre sus primeras tareas estará examinar la estrategia aplicada durante los últimos diez años y valorar si seguir adelante con ella.
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