Se enfrían las expectativas

Lagarde invoca futuras subidas de tipos del BCE sin certeza de poder ejecutarlas

El Banco Central Europeo viste su discurso de ambigüedad ante el riesgo de recesión, el fin de la barra libre de liquidez a la banca y la incertidumbre sobre el impacto de las subidas de tipos ya ejecutadas.

Lagarde y Guindos se dirigen a la conferencia de prensa tras la reunión del BCE.
Lagarde y Guindos se dirigen a la conferencia de prensa tras la reunión del BCE.
BCE vía La Información

Si hay un banco central que está arrastrando los pies para subir los tipos de interés ese es el BCE, pero no le queda más remedio que hacerlo a riesgo de quedarse fuera de juego en la escena internacional y ante la mirada crítica de los inversores. De hecho, los mercados se mostraron descreídos con las soflamas 'hawkish' (agresivas en la jerga) de futuras subidas de tipos de interés en "varias reuniones" como dijo la presidenta Christine Lagarde

El tercer aumento consecutivo desde julio, esta vez de 75 puntos básicos, ha colocado el precio del dinero en el 2% su nivel más alto desde 2009. Adicionalmente, el anuncio del final del subsidio a la banca a través de la subastas de liquidez masiva de los TLTROs supone un endurecimiento adicional de la política monetaria, aunque sus efectos tardarán en verse tras su puesta en marcha el próximo 23 de noviembre. 

"Los cambios ponen fin a la oportunidad de arbitraje para los bancos que mantenían el dinero aparcado en el BCE, al tiempo que reducen el exceso de liquidez y aumentan las garantías disponibles", comenta Pietro Baffico, economista de la gestora abrdn. Estas inyecciones de liquidez subvencionadas -con la condición de redirigirla a la economía real- se habían convertido en un soporte fundamental de los bancos en plena crisis y con los tipos en negativo dañando su operativa de negocio y sostenibilidad.

El mercado reaccionó sin demasiados aspavientos al nuevo escenario dibujado por el BCE en una jornada marcada también por los resultados empresariales. Las rentabilidades de los bonos a 10 años de Alemania y España se retrajeron por debajo del 2% y 3%, respectivamente, hasta su nivel más bajo en un mes y después de situarse en máximos de casi una década esta semana. ¿Es un paréntesis o una tregua temporal? "Las condiciones financieras en la eurozona se están endureciendo al ritmo más rápido desde la crisis del euro y es posible que la revalorización de los rendimientos de los bonos soberanos no haya terminado todavía", señala Alex Rohner, estratega de renta fija del banco J. Safra Sarasin.

El riesgo de recesión y de la Fed

Ante las primeras críticas serias por parte de algunos jefes de gobierno, Lagarde recordó con solo están haciendo su trabajo y cumpliendo con el mandato del Banco Central Europeo (BCE): preservar la estabilidad de precios. "Tenemos que hacer lo que tenemos que hacer. Nuestro mandato es la estabilidad de precios. "¿Eso quiere decir que somos ajenos al riesgo de recesión? Obviamente, no", aseguró en la conferencia posterior a la reunión. En este sentido, la banquera gala advirtió que las políticas de ayuda fiscal masivas son contraproducentes para luchar contra la inflación.

"Sin embargo, el BCE reconoció una desaceleración de la actividad ya en el tercer trimestre y un deterioro de las perspectivas económicas, con riesgo de recesión. Por esta razón, los mercados se han ajustado a la baja, valorando una subida menor de tipos, de 50 puntos básicos, en diciembre. Mucho dependerá aún de la evolución de la inflación, dada la determinación del BCE de combatirla", añade Rohner, de J. Safra Sarasin. 

El escenario de pausa gana terreno

Lagarde aseguró que mantendrán la política de ir "reunión a reunión" pero a la vez dijo que tomarán su próxima decisión conforme a las nuevas proyecciones macro del equipo de economistas del banco central. En este sentido, los expertos esperan que la inflación siga moderándose y el crecimiento se adentre en terreno negativo en el diagrama de previsiones del BCE. ¿Estará justificada entonces una nueva subida de tipos? Sí, siempre que los precios de consumo no aflojen en su escalada. En septiembre elevó sus previsiones de alza del IPC al 8,1% (2022), 5,5% (2023) y 2,3% (2024), mientras que para el PIB el 3,1% (2022), 0,9% (2023) y 1,9% (2024).

"Cuando los expertos del BCE actualicen sus proyecciones macroeconómicas en diciembre, esperamos que rebajen aún más las perspectivas de crecimiento y que muestren que la inflación vuelve al objetivo del 2% del BCE en 2025. Esto sería un argumento decisivo a favor de una pausa en las subidas de tipos en 2023 a niveles cercanos a los neutrales", opina Samy Chaar, economista jefe de Lombard Odier

"La referencia de la presidenta Lagarde al desfase entre el endurecimiento monetario y su impacto en la economía será una parte importante de las futuras decisiones de endurecimiento. Un tipo terminal del 2,25% puede ser suficiente para que el BCE se acerque a su objetivo de inflación del 2% en 2025, y posiblemente sea incluso inferior con el uso de algún ajuste. En cambio, los mercados esperan un tipo terminal de casi el 3%", agrega Chaar.

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