Las cinco claves de la guerra comercial entre EEUU y China... y cómo nos afecta

Entran en vigor las sanciones económicas entre China y EEUU
Entran en vigor las sanciones económicas entre China y EEUU
Europa Press

Las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China han entrado en una fase final algo turbulenta. La delegación norteamericana acusa a los chinos de empezar a dar marcha atrás en alguno de los puntos en los que ya habían alcanzado pactos, justo cuando las partes habían anunciado la inminencia de un acuerdo, y esto ha soliviantado a un Donald Trump que necesita pocos motivos para incendiarse en redes sociales. Hay varias claves para entender porqué han llegado hasta aquí las dos potencias, cuáles serán en principio los próximos pasos y cómo puede afectarnos su batalla. 

De dónde venimos... ¿Cómo hemos llegado aquí?
Un arranque de año de treguas en el que las partes han estado 'jugando' al gato y al ratón 
Fotografía de Donald Trump y Xi Jinping / EFE

En el arranque del año y a lo largo del primer trimestre tanto Washington como Pekín dieron señales evidentes de querer alcanzar un acuerdo que pusiera fin a sus hostilidades comerciales. Primero, iniciando una tregua el mismo 1 de enero en la que se comprometían a no imponerse nuevos aranceles. Y después, cuando EEUU decidió ampliar los 90 días de esa tregua inicial (concluían el pasado 2 de marzo) y renunció a subir esas tasas a las importaciones chinas del 10 al 25% en 200.000 millones de dólares. Sin embargo, los expertos aseguran que las partes han estado 'jugando' al gato y al ratón en este periodo, puesto que el objetivo de la Administración Trump no es otro que lograr un acuerdo que verdaderamente cambie la situación comercial previa, en la que China impone sus reglas por su entorno jurídico y legal propio, explica José Manuel Pazos, socio director de la consultora financiera Omega IGF.

¿Quién paga los platos rotos? Impacto de la crisis
Wall Street puede volver a los mínimos de finales de 2018, pero la peor parte se la llevaría China
Wall Street

Si las partes no llegan a un acuerdo a corto plazo y el riesgo de una guerra comercial aumenta, los activos de los mercados chinos y emergentes en general serán los más presionados, aseguran desde el banco privado Julius Baer, puesto que sus valoraciones están ahora por debajo de su precio real. Las acciones de la eurozona están también más expuestas a una posible escalada de las tensiones y en menor medida las acciones de compañías estadounidenses, que dependen más de la economía doméstica. En cuanto a los sectores, los cíclicos tendrían un rendimiento inferior, con industria, fabricación de automóviles, hardware tecnológico y materiales a la cabeza. En el peor de los escenarios Wall Street podría perder todas sus ganancias desde los mínimos de 2018 y los expertos no descartan incluso una recesión el próximo invierno en EEUU. China es actualmente el tercer país que más productos importa de Alemania, por lo que ese escenario más complejo también supondría un varapalo para la locomotora europea.

España... ¿Víctima colateral de la contienda?
Somos el gran proveedor de bienes intermedios de la industria de la automoción alemana 
Fotografía Francisco Riberas (IEF) / IEF

España es el gran proveedor de bienes intermedios del sector de la automoción alemán. Gestamp (el mayor fabricante de componentes para automóviles y controlado por la familia Riberas) y Cie Automotive son los buques insignia de un sector que empleaba en nuestro país a más de 575.o00 personas al cierre del año pasado, un 1% más que el año previo. En cualquiera de los casos, un pinchazo de Alemania o de nuestros socios de la zona euro si se intensifican las tensiones comerciales sería una mala noticia para España, cuyas exportaciones se destinan fundamentalmente al área del euro y a la Unión Europea.

¿Los próximos pasos? El 9 y 10 de mayo son claves
Estados Unidos podría aplicar ya los nuevos aranceles desde las 12 de la noche del jueves
Protesta en Sevilla contra los aranceles de EEUU a la aceituna negra de mesa

Entre el jueves 9 y el viernes 10 de mayo las delegaciones china y estadounidense mantendrán finalmente el encuentro que tenían previsto en la capital estadounidense. El hecho de que los chinos no se hayan negado finalmente a asistir a esa cita, en la que participará el viceprimer ministro, Liu He, ha servido para rebajar solo en parte la tensión. Si nada cambia, a las 12 de la noche del jueves EEUU empezará a aplicar sus nuevos aranceles por 200.000 millones de dólares a las importaciones chinas. Los economistas consideran que esta última amenaza de Trump es parte de sus tácticas de negociación para asegurarse un acuerdo positivo lo antes posible. Cualquier demora en ese pacto afectará negativamente al inquilino de la Casa Blanca que pretende presentarse a la reelección en noviembre del año próximo. No obstante hay quienes se preguntan si Trump no estaría torpedeando ahora un acuerdo para aplazarlo a una fecha más próxima a las presidenciales y presentarse como 'salvador' del proceso. 

Europa pone sus barbas a remojar... 
EEUU tiene abierta otra contienda comercial con los Veintisiete a cuenta del sector del automóvil
Donald Trump Cuba horizontal

A mediados de este mismo mes de mayo podrían entrar también en vigor los aranceles a los automóviles europeos (en principio, la fecha límite para decidir si se implantan es el 18 de mayo), y la industria alemana sería la más perjudicada de lejos. Así y del impacto total de 8.400 millones de euros que tendrían estos impuestos, 5.700 millones (67%) los tendrían que asumir BMW, Daimler (Mercedes) y Volskwagen, según calculan en Banco Santander. La agencia de calificación Moody's alerta de que esa posibilidad y las eventuales represalias por parte de los socios comunitarios podrían bloquear 500.000 millones de dólares (441.000 millones de euros) de flujos comerciales, es decir, el 2,8% de las importaciones mundiales y el 0,6% del PIB mundial. Desde la consultora de análisis de mercado MacroYield, Trump querría convertir a este sector en moneda de cambio para tratar de rebajar el déficit comercial y abrir el mercado de la agricultura y la energía europeos a su país.

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