Resucita en bolsa

López Madrid reconstruye la fortuna de los Villar Mir desde el exilio en Londres

La recuperación bursátil de Ferrogloble reequilibra el patrimonio del imperio familiar caído en una crisis de deuda que le llevó a desinvertir de forma forzosa en OHL, Fertiberia y Ferroatlántica.

Javier López Madrid
Javier López Madrid, presidente ejecutivo de Ferroglobe.
EFE

Junto a las fortunas ligadas a la debacle de Abengoa o Banco Popular, uno de los apellidos que caminaba cuesta abajo y sin frenos en los mercados era el de los Villar Mir. Su grupo sigue sumido en una crisis de deuda que le ha llevado a realizar ventas forzosas, de forma constante e ininterrumpida durante los últimos seis años, hasta desmantelar todo un imperio inversor construido durante décadas y desinvertido en apenas un lustro.

La lista de activos que han salido del radio de acción de los Villar Mir parece interminable y supera de largo los 7.000 millones de euros de valoración. La cifra da una idea de la dimensión que tenía el grupo pese a que buena parte de sus posiciones estaban respaldadas a crédito. Desde la venta de Abertis y Aleática, pasando por OHL, Fertiberia, Ferroatlántica y las joyas inmobiliarias en el enclave madrileño de Caleido y Canalejas, o el londinense Old Ward, entre otras.

El último refugio de los Villar Mir se quedó reducido al 48,9% de las acciones de Ferroglobe, líder en la producción de aleaciones de silicio, aluminio, compuestos de silicona y carbón metalúrgico. Pero la empresa se enfrentaba a serios desafíos y cotizaba a precios de liquidación hasta 2021. Al frente de la misma el exconsejero delegado de OHL, Javier López Madrid, casado con Silvia Villar Mir, que ha pilotado la reestructuración desde su 'exilio' en Londres tras verse salpicado por el caso Villarejo.

El boom de las materias primas y la demanda industrial tras la reapertura económica posCovid han colocado la cotización de Ferroglobe en su nivel más alto desde 2018. La multinacional con sede británica cotiza en el Nasdaq estadounidense y ha experimentado una recuperación vertical, como todo su sector. Hace un año marcó mínimos por debajo de los 0,5 euros por acción y una capitalización de apenas 89 millones de dólares. Ahora cotiza en 7,39 dólares y vale 1.300 millones de dólares (unos 1.150 millones de euros).

Solo por esta participación del 48% en la compañía metalúrgica, la fortuna de los Villar Mir ha pasado de 36 millones de euros a multiplicarse hasta los 552 millones de euros, un 1.433% más que hace un año. Comparativamente, el 7% que mantiene todavía en la constructora OHL apenas vale 30 millones. El aumento patrimonial se produce mientras las operaciones de desinversión de activos ligados a GMV, la patrimonial familiar, no dejan de sucederse como Pacadar o VM Energía.

Por primera vez en mucho tiempo, los activos de los Villar Mir superan a la deuda que sigue arrastrando el grupo con los bancos y otros prestamistas como el ‘hedge fund’ Tyrus, el inversor que respaldo la fatídica ampliación de capital de 1.000 millones de euros en OHL de 2015 que se convirtió en el origen de todos los males para la fortuna familiar. 

Mientras sigue repagando deudas, las participadas en la órbita de GVM no han desaprovechado la oportunidad de solicitar hasta 200 millones de euros al Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas creado por la SEPI como ayuda a negocios afectados por la Covid. Ferroglobe es, pese a su buen momento global, una de las solicitantes aunque ha reducir a 33 millones de euros la petición para poder mantener operativas sus plantas en España, afectadas por la crisis energética de la industria electrointensiva.

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